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-Bueno que Hobi, ¿Estas listo?-
-Ehh yo... no se chicos... no creo que deba salir a jugar, yo sólo estoy aquí para hacer relleno, nadie ha dicho que tenga que jugar.-
-Lo ves Nam, ya te lo dije, Hoseok es un gallina. ¡Galina!- Le gritaba el mayor y más pálido del equipo.
-No soy un gallina, anciano-
-¿Qué me has llamado?- los ojos de Hoseok y Yoongi intercambiaban rayos entre ellos. Digamos que su relación no era la más cordial.
-Venga ya, dejadlo estar enanos.- Ambos miraron enfadados al más alto de los tres.- Vamos Hobi, hazlo por Cypher. Hazlo por mí, hobi- la cara de Hoseok se oscureció de repente. La de Yoongi en cambio era todo un poema. El aegyo de Namjoon era todo un espectáculo, no podían entender porque las chicas se enamoraban de su aegyo o porque lo hacía. No les parecía demasiado bonito que se diga.

-Mocoso, no se quien te habrá dicho que tu aegyo funciona, porque para lo único que sirve es para dar arcadas.-
-Pero serás- la pequeña batalla del equipo fue interrumpida por el sonido de unos pasos entrando al vestuario.

-¡Jinnie hyung!- Hoseok enseguida se abalanzó a los brazos de su mayor quien lo abrazó en el mismo momento.

-Ya, Hoseokie suéltame, no puedo respirar.- cuando Hoseok soltó a Seokjin y la cara de este pasó de tener un tono azulado a uno normal, pudo ver no solo que detrás de su hyung favorito había más gente, sino que, más concretamente, detrás suyo estaba el equipo del mayor. Todos apuestos y bien formados. Todos bien peinados y bien vestidos, al igual que Jin. Desde luego cualquiera que los viera caería rendido a a sus pies. De la gente de la foto de su amigo pudo a reconocer a dos bastante más apuestas que el resto. Estaban los dos riendo y haciendo tonterías entre ellos. Casi parecía que estuvieran en otro planeta. Parecían un poco raros a decir verdad, pero entre todos los miembros del equipo le llamó la atención un chico algo más bajito que el resto. Pelo negro cayendo sobre los ojos, mejillas carnosas y con un tono rosado extremadamente dulce, labios abultados y ojos pequeños. Era casi imposible que Hoseok no lo conociera, en efecto, ese era el tal Jimin, que más de una vez había visto en el tren y, por no decir, en sus sueños. Al parecer el chico también lo había reconocido, pues enseguida bajó su rostro y se escondió tímido detrás de otro chico del equipo.

Pocos minutos después el árbitro llamó a ambos equipos al terreno de juego y comenzar a disputar por la victoria que los llevaría un paso más a la tan esperada final.

Todos en línea y bien formados fueron dándose la mano unos a otros. Cuando la mano de aquel chico de carácter angelical tocó la suya, casi pudo jurar que su corazón estaba apunto de salirse de su pecho de tan fuerte que comenzó a latir.

Cuando continuó caminando, Hoseok no pudo evitar fijarse un poco mas en el cuerpo del chico. Era delgado, pero musculoso, sus piernas estaban muy bien trabajadas, y subiendo un poco más la miada, Hoseok no pudo evitar fijarse en el trasero redondo y esponjoso del chico que, inevitablemente, había apreciado más de una vez el aquel medio de transporte. Pero esta vez era diferente, esta vez, esos pantalones cortos eran sus aliados perfectos.

⚽⚽⚽

-Dios, Jin hyung tenía razón- dijo Hoseok con la respiración agitada de tanto correr.- ese niñato es imparable.- Por mucho que intentaran marcar un gol, ese tal Jeongguk enseguida aparecía cual pantera listo para robarles el balón y marcar una vez más. Habían perdido ya la cuenta de por cuanto iban perdiendo. Lo único que hacían era correr de un lado para el otro con falsas esperanzas de alcanzar al pelinegro del equipo contrario.
-No te preocupes, yo se como solucionar esto.- digamos que Yoongi no era la persona que jugaba más limpio del mundo, por no decir que era un tramposo de categoría, que estaría dispuesto a timar a su abuela con tal de ganar. Para él las trampas eran siempre el plan A.
-¿Qué vas a hacer hyung?=- dijo el líder del equipo entre curioso y asustado.

Sin mediar una palabra más Yoongi se dirigió hacia dónde se situaban las pelotas de repuesto. Cogió una y sin más apuntó a ese mocoso irritante que no paraba de marcar. Una vez chutó sólo rezó para darle bien en la cara, pero al parecer sus cálculos no fueron demasiado buenos, pues la pelota acabó aterrizando en la nariz equivocada.
-¿Ahh!-
_¡¿Jimin, estas bien?!- La nariz del chico estaba completamente ensangrentada y Jin lo rodeaba cual madre pájaro acuna a su pollito.
-¡Yoongi hyung!- Hoseok no pudo gritar enfurismado. No podían arruinarle la cara a su chico del tren.
-¿Qué ese enano paliducho es el culpable? ¡Ven aquí Min Yoongi! ¡Verás cuando te atrape!- El mayor de todos comenzó a perseguir al culpable buscando venganza, dejando a Hoaseok en la situación perfecta para porfin hacer un movimiento hacia delante.

-Vamos al vestuario- El chico herido se puso colorado y no pudo evitar mirar al suelo de nuevo.- Para curarte, quiero decir.
Hoseok ayudó a levantarse a Jimin y ambos fueron hacia el vestuario.

-Ven, siéntate.- Jimin se sentó obediente e una de las banquetas y esperó a que Hoseok volviera con el botiquín de primeros auxilis.
-A ver... Mira hacia arriba.- Jimin le hizo caso y Hoseok inspeccionó la herida con detenimiento.
-Vaya... está muy mal, está casi deforme. No creo que haya solución. Quedarás con nariz de tucán para toda la eternidad.-
-Ehh ¡¿que dices?!- El pelinegro se levantó corriendo para mirarse en el espejo, todo para ver que su nariz estaba como siempre, a pesar de estar completamente ensangrentada. - ja ja, muy gracioso.-
-Ya, es broma, solo se han reventado unas pocas venas, deja que te cure.-

Hoseok comenzó ahora sí a limpiar su nariz con alcohol y un poco de algodón delicadamente. De repente la mente de Hoseok se vio nublada y las pocas neuronas que le quedaban decidieron no conectar, que gran idea tuvo: decir toda la verdad. Al menos así rompería ese silencio incomodo que se había formado entre los dos.

-Sabes... hay un chico... el chico del tren lo llamo- las cara del nombrado no podía estar más roja. - llevo encontrándome en el mismo tren varios días. es muy guapo y al parecer también es listo, porque estudia yoqueseque, al menos tiene ese aire. Cuando lo ví por primera vez... wow, pensé que era un ángel caído del cielo, y dudo equivocarme. Aunque, ¿sabes algo?-

-¿Q-que?- el más bajo no pudo evitar tartamudear.
-Resultó ser un poco maleducado.-
-¿Por qué?- dijo con una voz casi inaudible.

-Se rió de mí, por las pintas que llevaba. ¿Te lo puedes creer? yo solo estaba cansado y tenía sueño, no pensaba encontrármelo. Si lo hubiera sabido me hubiera vestido lo más sexy que hubiera podido.-Desde luego el rojo de su cara no parecía desaparecer.
-¿Ah sí?- sus caras se iban aproximando muy lentamente.
-Sí.- Sus respiraciones comenzaron a mezclarse. Ambas miradas sólo podían mirar a los labios contrarios, anhelándolos, deseándolos, cómo si fueran un fruto prohibido que por fin se puede alcanzar.

Lástima que la puerta del vestuario se abriera dejando paso a todo un grupo de chicos sudorosos y malhumorados que no parecían hacer otra cosa más que discutir.



Well, well, esperad al próximo capítulo mis hamburguesitxs!!

Os:muchísimas gracias por las 200 lecturas! Wow, u complete me!!

En fin, como es verano y me aburro más que una ostra de mar, voy a actualizar más seguido. ¯\_(ツ)_/¯

Lxs amo,
Baii ❤

Lxs amo,Baii ❤

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Train Boy  » Jihope/HopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora