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Rápidamente ambos se apartaron del contrario antes de que alguien pudiera verlos y pensar equivocadamente. 

-Jimin, ¿Estás bien?- Preguntó el mayor de todos acercándose a los dos.
-Si, estoy bien, gracias a... -
-Hoseok, me llamo Hoseok.-
-Esque mi Hoseokie es un angelito, ¿no tiene una cara adorable?-
-¡Hyung! ¿Podemos hablar un momento?- Hoseok se levantó corriendo y apartó a Jin de allí enfadado. -¿Qué se supone que haces?-
-¿No es obvio? Intento que se fije en ti.-
-¿Quieres hacer de clandestina o algo así?-
-La verdad es que no estaría mal.-
-Ya, hyung, no te metas en mis asuntos.-
-Entonces... ¿No quieres su teléfono?- la ceja del mayor se elevaba repetidamente creando una cara insinuante.
-N-no.-
-Bueno, bueno, ya cambiarás de opinión.-
-No creo.-

🚿🚿🚿

Las prendas de ropa poco a poco iban cayendo y el cuarto se convertía en una sala llena de vapor y hombres desnudos. Digamos que Hoseok y alguno más no estaban especialmente incómodos.

Era el momento de la ducha. Una vez dejados atrás los rencores del partido todo el mundo estaba disfrutando de una ducha caliente con alguna que otra risa a causa de las interacciones entre ambos equipos. Sin embargo, entre toda esa gente distraída había alguien que estaba un poco demasiado concentrado. Hoseok era un chico listo por lo que parecía, así que esperó a ver a  dónde se dirigía su chico del tren para poder coger la ducha justo frente a él. 

Cuando el pelinegro quitó la toalla de su cintura Hoseok pudo jurar que le había tocado la lotería. Su trasero era sencillamente hipnotizante, redondo, perfecto. Su espalda y hombros estaban perfectamente tonificados y el agua resbalando sobre ellos no hacía nada más que acentuar su cuerpo de dios griego. 

Durante todo ese tiempo Hoseok se había sentido muy seguro de si mismo de poder conquistar al chico, pero cuando vió su cuerpo no pudo evitar sentirse cada vez más pequeño frente a él. Definitivamente su cuerpo y su carita adorable no tenían nada que ver. Su musculatura intimidaba un poco a Hoseok, pero aún así le parecía perfecto. Cuando el chico fue a girarse Hoseok tuvo que reaccionar rápidamente, cosa difícil, ya que estaba demasiado embobado. Sin embargo lo consiguió a tiempo para no ser descubierto.  

A diferencia de Jimin, el cuerpo de Hoseok era delgado y esbelto. Tenía una cintura pequeña, pero un torso bien marcado. Su espalda estaba trabajada y sus hombros también se veían algo anchos, al menos sin ropa. Ese descubrimiento pareció sorprenderle a Jimin, quien al darse cuenta de quien estaba frente a él no pudo evitar sonreír y sonrojarse levemente, no podía evitar admitir que no le desagradaba nada la vista que tenía frente a él. 

-Jimin hyung, ya no tienes nada de jabón, ¿por qué sigues ahí parado? Ni siquiera cae agua de la ducha.-
-Cállate mocoso.- Susurro el mayor hacía la estrella de su equipo.

Hoseok se giró, pero ya no había nadie ahí. Jimin había salido corriendo como alma que lleva el diablo. 

Todos salieron de la ducha y se vistieron para salir de allí y volver a sus casas. 

-Emm... Jin Hyung.- Hoseok agarró a su mayor del brazo y lo paró. - ¿Por casualidad.. no me podrías pasar el número de Jimin?.- 
Jin no pudo evitar reír. - Sabía que al final volverías a tu querida celestina.- 

💬💬💬

Hoseok se encontraba en el tren de ida a su trabajo. A diferencia de los otros días, esta vez estaba arreglado, despierto y con un plan en mente. 

En cuanto entró al vehículo se sentó lo más rápido que pudo en el asiento de siempre e hizo todo lo posible por evitar que la gente se sentara enfrente suyo, lo que Hoseok consideraba el sitio de Jimin. Puso los pies allí maleducadamente, pudo su bolsa, intentó decir que su mujer embarazada tenía que venir del baño y todas las excusas que se le ocurrieron. Después de cientos de malas miradas que le echó la gente por fin llegó el pelinegro al que quería ver. 

En cuanto vió el asiento libre inevitablemente se lanzó hasta allí, pèro eso sí, intentando evitar el contacto visual con el sentado frente suyo.

Por su parte Hoseok tampoco le dedicó ninguna mirada, al contrario de lo que hacía normalmente. Para Jimin esa situación estaba siendo un poco incómoda, es decir, ayer lo había visto desnudo y... para ser sinceros Jimin no había podido olvidar la imagen de su cuerpo mojado bajo el agua caliente. En cambio ahora ni siquiera se miraban ni un poquito.

De repente la vibración del teléfono sacó a Jimin de sus pensamientos. En cuanto lo desbloqueó vió que había recibido un mensaje de un número desconocido. Por un momento debatió si leerlo o ignorarlo, pero a fin de cuentas seguro que sería cualquier cosa publicitaria o algún imbécil tecleando números al azar y haciendo bromas. De todos modos lo abrió, y en cuanto lo leyó no pudo evitar estremecerse y enrojecerse más de lo que nunca lo había hecho. Se sentía completamente avergonzado.

-¿Te gustó ver mi cuerpo desnudo, ayer, chico del tren? Porqué a mi si me gustó el tuyo. ;) - 

Una gran sonrisa se hizo presente en el rostro de Hoseok al ver la reacción de Jimin. Su plan estaba saliendo a la perfección. 

Jimin no sabía si estaba más avergonzado por el hecho de que Hoseok supiera que le había estado mirando o por el hecho de que el le había estado mirando a él y lo admitía descaradamente.

-Eres un pervertido.- le respondió por mensaje el más bajo.

-Mira quien fue a hablar.- Hoseok no podía parar de sonreír. 

En pocos minutos llegaron a la parada de Hoseok. Hoseok se levantó y cuando estaba a punto de irse dijo: -Nos vemos mañana, chico pervertido.-

Salió corriendo del tren y dejo a Jimin con la palabra en la boca y un montón de personas mirándolo raro por el nuevo mote que le había puesto Hoseok. 




Perdón por no actualizar pero esque... no tengo excusa XD

En fin, espero que lo disfrutéis mucho y que sepáis que aún quedan muchos capítulos muy salseantes!!

Lxs amo,
Baii ❤



Train Boy  » Jihope/HopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora