Underwater

Capitulo 3

Me bajé del auto y en la entrada estaba Mel, me esperaba con una sonrisa ansiosa, sabía que me iba a preguntar por qué Daniel se bajó de mi auto y cuando llegué a su lado me cogió de gancho y preguntó lo que ya sospechaba.
-Por ti, me llamó anoche, quería hablar. Le dije que en otro momento y hoy lo encontré en mi auto decidido a no dejarme ir sin que le diera una oportunidad- le dije mirándola con obviedad.
-Lo siento Ann, enserio lo siento- dijo apenada y haciendo pucheros- pero si no te has dado cuenta, Daniel es un poco intenso, ayer me lo encontré en el centro comercial, me insistió demasiado para que se lo diera, no te imaginas lo que hizo, se arrodilló, ese chico enserio quiere una oportunidad, no seas tan mala Ann- dijo mientras nos dirigíamos a los casilleros, para nuestra suerte nuestros casilleros estaban juntos.
-Lo voy a pensar Mel, me es difícil pensar en alguien después de lo sucedido- dije sacando el cuaderno de química y dejando los que traía de la casa. Gracias a Dios existen los casilleros porque no podría cargar con esta maleta todo el día de salón en salón- vamos a clase más bien, sabes que odio llegar tarde.

...

Por suerte no me topé con Daniel en todo el día, teníamos la clase de historia juntos pero él no llego -Debe estar practicando para esta tarde- pensé. Mi día no estuvo mal,  de aquí para allá en clases diferentes acompañada de Mel -Desde que nos conocemos siempre inscribimos materias de primeras para poder quedar juntas y hacernos compañía, pero sobre todo para contarnos lo que nos pasa a diario, hay días en los que Mel llega muy entusiasmada por lo que pasa con su novio, los detalles, las salidas, etc; aveces esas cursilerias me dan ganas de vomitar, pues no soy muy romántica que digamos, bueno antes lo era ya no, ya aprendí que en estos tiempos ya no hay amores de verdad por eso prefiero las películas antiguas donde él chico hacia todo lo posible por enamorar a la chica y no solo por un rato si no para toda su vida.

Llevé a Mel a su casa y como ya eran las cuatro de la tarde, me dirigí al complejo, tenia una carrera por ganar.

-Listo?- Le dije a Daniel cuando me acerque a él, los dos ya estábamos cambiados, aunque el ya estaba mojado.
-Si, imposible que después de tanto practicar no estarlo- dijo con aire de superioridad.
-Bueno entonces, manos a la obra- dije ubicándome en  la plataforma de salida y él me siguió en la acción. 
-¿Cuantas vueltas hacemos o que propones?-Dos vueltas, nadando en estilo espalda y mariposa, el que llegue primero a la almohadilla gana.
-Es un hecho- Comencemos

Contamos hasta tres y nos metimos al agua, nadé con muchas fuerzas, sabia lo que había en juego, me concentre tanto en lo que tenía que hacer que no detalle a mi contrincante, él lo hizo mejor y no podía creerlo pero verlo salir de la piscina me lo confirmaba, mi mente no lo asimilaba, acababa de perder ante Daniel, había perdido la apuesta, me tocaba aceptarlo en el grupo -esta bien, no puede ser tan malo- me repetía dentro de mi, mientras salía de la piscina en busca de la toalla.