31 Días De Bosques

4. Duende - Irlanda x México del Sur -

solo el viento creaba ruidos, rosaba las hojas y las obligaba a caer de su cómoda posición. solo el viento las creaba, pero unos pasos tranquilos perturbaron la tranquilidad del lugar, unas pequeñas risas rompieron el silencio del bosque. entre los imponentes troncos grises amarronados las figuras de dos casi adultos correteándose como si de niños se tratase. hasta llegar a un rió un tanto ancho por el cual se podía cruzar caminando directamente o cruzando entre rocas lisas que sobresalían del suelo. la castaña salto sin ver donde pisaba y cruzo rápidamente al otro lado, volteo a ver a su acompañante y sonreirle con un poco de timidez cuidando de que el viento no volase su falda e invitarlo a cruzar para volver a voltearse e ir a sentarse a uno de los arboles frente a ella.

vio y analizo bien donde estaba por pisar con un poco de inseguridad acerca de lo que estaba por hacer, subió su vista y con la sonrisa de emoción de la chica se decidió a cruzar de una sin perder la desconfianza. finalmente la castaña termino por dejar esa risa reprimida soltarse y carcajear libremente ante la vista, Patrick cayo al agua, entre sus risas se levanto y fue a tratar de dejarle un pequeño abrigo ,una bufanda verde con bordes rojos y flores multi colores.

no fue divertido. - protesto con un ceño y los labios fruncidos, la otra solo atino a revolverle los cabellos juntando sus frentes luego.

para ti - se tiro en sus brazos agarrando las manos del otro y poniéndolas en su cabeza, al principio se recelaba y sacaba la mano, pero al final termino rindiéndose y mimándola con mucha sangre en el rostro dejando un color rosado claro. podrían haber continuado como estaban evitando la crueldad del viento sur* que les pegaba en sus espaldas, pero el sol empezaba a descender mas y la oscuridad empezaba a reinar dentro del bosque. - bueno, yo voy volviendo. - con cuidado se levanto del suelo dejando un poco de su calidez en el cuerpo ajeno, dejando un poco de su perfume algo amargo pero que según Patrick era el aroma mas delicado y fino que había olido en toda su existencia.

distraído en la belleza de la delicada flor no se dio cuenta cuando la pequeña criatura salio de su bolso y se quedo viendo con curiosidad la figura de la castaña alejarse detrás de los arboles. - ¿ella es la chica? - la voz de su duende le hizo reaccionar a su sueño en vida, rompiendo un poco su sonrisa enamorado perdido. solo contesto con un movimiento de cabeza aprobatorio. - ¿y el gato te comió la lengua o que? - se burlo un poco por el gesto de cabeza de novio que traía el pelirrojo en su rostro.

¿como se lo debería decir? - el duende solo lo miro con una mezcla de felicidad y temor, la chica se veía muy dulce pero nunca había que confiarse demás, no soltaba un aura maligna, soltaba un aura amigable de hecho pero no quitaba el hecho de que podía ser un sentimiento no correspondido. ¿que podría hacer entonces?

mando al diablo todo, dejo el temor de lado y decidió gritarlo en medio del bosque, "TE AMO" dejo salir finalmente desde el fondo de su corazón aunque ciertamente quien debería haber escuchado las palabras no estaba cerca de ahí. pero una pequeña figura de una niña detrás de los arboles si escucho la confesión, y salio corriendo en busca de la amada.

la siguiente lo podrías decir FRENTE a ella. - rió un poco y se acerco al bolso del que había salido, sacudió un poco el objeto medio verdoso y consiguió que el otro lo viera y le permitiera volver al saco. - Suerte a la próxima. - se dio la vuelta y volvió a dormir en su cómodo "hogar". dejando al otro con una pequeña inseguridad en su pecho, apretando duramente, haciéndole pesado el respirar por la nariz, un suspiro y camino directo al pueblo de donde venia, dirección contraria por donde se fue la morocha.