♥ Boku No Hero Academia ♥ One-Shots

Mas de una vez-♥Kirishima Eijirou♥

Mirabas por las ventanas el suave atardecer de aquel Lunes por la tarde mientras pasabas tus dedos por el borde de esta misma, yendo a refrescarte a tocador de chicas pues ya no aguantabas estar mas tiempo en el aula. Estabas castigada, y no por culpa de tu torpe forma de hacer las cosas, sino porque tu compañero Monoma te llevo a esa situación, el cual siempre se encontraba presumiendo ante la clase A y tu esta vez no evitaste seguirle el juego, sin darte cuenta que estabas a la vista de tu sensei. Si, te caían mal los de esa clase, pero solo por el echo de que siempre se robaban la atención de todos al ser siempre "El blanco de los enemigos" o la clase mas capacitada a tener héroes futuros. Algo que tu no habías experimentado del todo al estar en la clase B.

Después de lavarte el rostro desidiste mejor irte a casa, no necesitabas un castigo innecesario al tratar de aclarar tu propia justicia, eso era lo que pensabas. Te escabullirías por detrás de la escuela hasta llegar al gimnasio para luego emprender huida por la puerta posterior de este mismo, era un plan sin fallas. Pero te tomaste por sorpresa al notar que había alguien ahí. Te escondiste por detrás de una cesta de balones. Con algo de dificultad trataste mirar, de escuchar o identificar a la persona.

Se estaba ejercitando.

El chico que viste era delgado pero muy fuerte, ya que tenia pesas en ambas manos, su expresión era dura, que inmediatamente al dedicarse un momento para descansar se volvió muy dulce y simpática. Sus ojos eran grandes y rasgados, levemente delineados en la parte superior, su piel era morena y lo que mas te llamaba la atención en era su cabello rojo desordenado y con apariencia explosiva.

Tus ojos brillaban y tus mejillas estaban encendidas. volteaste levemente avergonzada, no habías experimentado algo así nunca, algo que tu corazón no soportaba pues estaba por estallar. Te caracterizabas por ser fría y distante con los demás pues nunca te interesaban del todo las cosas, asustándote aun mas tu repentina actuación.

habías sentido amor a primera vista.

No comprendías como con solo una mirada pudo llegar a tu corazón el aura tan positiva de aquel muchacho, del cual no sabias nada, ni siquiera su propio nombre. Pero ahí estabas tu, detraes de los balones, contemplándolo como una enamorada. Y eso que ya había pasado mas de media hora.

...

La noche llego así como el final de tu castigo, pero tu no tenias la noción del tiempo y habías olvidado todo lo no relacionado a tal pelirrojo. El al darse cuenta de la hora tomo sus cosas y salio del gimnasio para irse a casa. Tu simplemente te retorciste de enojo al no haber tenido la voluntad de acercarte y hablarle, eras muy tímida para eso, por eso nunca tuviste novio.

Al día siguiente trataste de encontrarlo pero no te fue muy bien, ya que UA era inmenso y no tenias idea de cual era su clase o si por lo menos estudiaba ahí. Pero algo en su rostro te parecía familiar, como si antes ya lo hubiera visto en algún otro lado.

Querias volver a verlo.

Esa tarde te volviste a quedar en la escuela y te dirigiste nuevamente al gimnasio, esperando que el volviera a aparecer. Y asi fue.

El pelirrojo se dedicaba a trabajar sus brazos, abdomen y piernas, realizando variados ejercicios. Su camiseta se ponía translucida por el sudor, pudiendo notar sus músculos, los cuales te dejaban muy fantasiosa al respecto. Pero eso no era lo que mas te gustaba de él, si no mas bien esa bella sonrisa que tenia en el rostro al lograr llegar a su meta. Sus dientes eran puntiagudos y cada vez que mirabas sus labios imaginabas como se escucharía su voz, o mas bien como sonaría su voz al decir tu nombre.

Día tras día te dedicaste a observarlo detrás de aquel cesto de balones, contemplándolo sin que se diera cuenta de tu presencia. Tratando de tomar valor para hablarle. Practicabas que decirle "¡Hola! te he estado observando todo este tiempo!", eso sonaba muy loco, "¿Sabes que? Me gustas desde que te vi por primera vez", eso sonaba muy directo. Hasta aquel día.