Laura
"Vaya mañana de emociones fuertes. ¿Cuánto hacía que no vivía algo parecido? Me he levantado, consejos de Gis, ir al hotel muerta de nervios y lo más importante... estar con David. No sé qué pasará a partir de ahora pero estar con él me aporta esta seguridad que tanto anhelo. Ojalá durara para siempre aunque ya se sabe... todo lo bueno se acaba. Ay... mejor no pensar en negativo que bastantes penurias hay ya a nuestro alrededor"
No poder controlar la situación me pone nerviosa y David lo sabe a la perfección. Parecía que me provocase. Me estaba llevando quien sabe donde por tal de almorzar sin ser vistos y mi apetito y mi impaciencia me corroían las venas. Quería estar con él a todas horas pero temía en que nos pillaran porque con Rosanna y Narcís nunca se sabía por dónde irían las cosas. Cuando vi donde íbamos, suspiré. Me traía un montón de recuerdos. Para mí la Costa Brava era sinónimo de calma y paz y Palamós significaba un rincón donde perderse por sus calas, sus calles y su gastronomía.
D: ¿Ahora ya no te quejas tanto, verdad? – preguntó mirándome de reojo.
L: No – murmuré – Veo que te acuerdas.
D: De ti... de ti todo me acuerdo. Aunque no sé si al restaurante que te quiero llevar has ido.
Cuando llegamos al lugar en cuestión, justo al lado del puerto deportivo, confesé que no había estado. Sí había estado en el pueblo antaño y con él más. Era un oasis de tranquilidad. A pesar de ir solo dos días, para nosotros ya nos aportaba el chute de energía oportuno.
D: ¿Cuánto hace que no vienes por aquí? – preguntó cuándo detuvo el coche.
L: Años. He estado en el Estartit y Sant Feliu pero aquí, aquí, no.
D: Yo vengo a bucear cuando el trabajo me lo permite. Y siempre sueño en encontrarte en la cala sentada, con la mirada fija en el mar, esperando algo o alguien – sonreí enternecida.
L: Ojalá el destino hubiese hecho que nos encontráramos hace unos años... hoy quizá todo sería distinto.
D: Eres un sol – me dio un beso debajo del ojo – Ven, entremos – me tendió la mano aunque preferí agarrarme a su brazo.
El dueño nos asignó una mesa apartada de la gente y con vistas a los barcos que iban y venían de ese rincón del Mediterráneo. Me dejé guiar por las recomendaciones de David y compartimos unos entrantes de primero y un arroz marinero de segundo.
L: Parece que no haya pasado el tiempo – suspiré – Tú, yo, el mar...
D: Tienes razón – hizo una pausa – Una cosa... ¿Qué te pareció lo de las cartas? ¿Te enfadaste?
L: No – sonreí levemente – Al principio me sorprendí un montón. Me enteré ayer pero durante la noche he estado pensando en ello y lo encuentro algo romántico y si lo que dijiste lo piensas de verdad solo puedo darte las gracias.
Me agarró la mano derecha y me dio un beso en el dorso.
D: Yo comprendo que hayas estado dolida pero no fue mi intención. Ella te adora y yo más. Esto es un sueño. Nosotros dos...
L: Perdona, tres – lo interrumpí.
D: Eso, tres – rio – No quiero perderte, Laura. Ha sido un mes muy duro para ambos y sabemos que los problemas no se han acabado pero no podemos dejar que nos pisoteen como hicieron en su tiempo. Entiendo tu confusión y deseo que te aclares pronto pero el simple hecho que me dejes estar aquí a tu lado, para mí ya es un regalo.
Lo miré conmovida, con los ojos humedecidos. ¿Cómo podía haberme enamorado tanto de aquel hombre? Una lágrima resbaló por mi mejilla. Alargó la mano que no me daba y me la secó suavemente acariciándome la cara.
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Mi princesa
FanfictieHecho con respeto y admiración a esos dos grandes artistas del panorama musical actual que sigo desde que tengo uso de razón: Chenoa y David Bisbal. Once años han pasado Once años que no se han olvidado. Un hecho inesperado los hará unir Una nueva...