Capítulo 1

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Muy por debajo de las calles de New York, se establecían las alcantarillas. Servían como desagüe de la ciudad y... digamos que no poseían un agradable olor.

Pero ese justamente era el hogar de una rata humanoide llamada Splinter, con sus cuatro hijos tortugas. Extraño, verdad?

Por otro lado, una de esas tortugas, iba patinando tejado por tejado y edificio por edificio, haciendo increíbles giros y piruetas complicadas en su patineta personalizada.

Dicha tortuga era bastante corta en altura, poseía ojos celestes y unas adorables pecas.
Pero tenía una característica especial, y eso era una bandana de color naranja sobre sus ojos, y unas extrañas armas llamadas nunchakus.

Dicha tortuga se detuvo en un callejón y procedió a destapar un acceso a la alcantarilla, para luego recorrer túneles subterráneos con su patineta.

Llegando a su hogar nuestra tortuga empezó a buscar con la mirada a sus hermanos y padre, pero al no encontrarlos, procedió a llamarlos por sus nombres.

Esperen, alto ahí! ¿Había mencionado el nombre de nuestra tortuga? No? Ok.
Nuestra tortuga se llamaba Miguel Angel, o como le dicen sus hermanos, Mikey.

- LEO! RAPHA! DONNIE! SENSEI! HAY ALGUIEN AHÍ!?
VAMOS, ESTOY SOLO!- Gritaba.

- DEMONIOS MIKEY, QUÉ QUIERES!? ME DESPERTASTE!! Dice una voz furiosa.

- Hola también a ti, Rapha!- Dice Mikey alegre.

Otro de sus hermanos, Leo, que se encontraba leyendo cómics de su más grande pasión, Space Heroes, al escuchar el griterío, se da cuenta de qué se trata y saluda a la tortuga recién llegada.

- Hola Mikey!

Leo era una tortuga un poco más alta, tenía ojos azules y su característica especial, al igual que Mikey, era su bandana azul.
Llevaba como armas características las famosas katanas. Esta tortuga era el líder de su escuadrón, siendo el más responsable y ágil en patrullaje.

Otra tortuga, cuyo saludo a Mikey fue tan "cariñoso" era Raphael. Esta otra tortuga poseía ojos verdes, en contraste a su piel. Tenía un carácter bastante compulsivo, rabioso y furioso, pero era bastante apasionado y tenía un gran corazón, aunque no pareciera a veces. De ahí, el color de su bandana, el rojo.
Sus armas características eran las espadas llamadas sais.

Una última tortuga estaba escuchando todo desde su laboratorio, en el cual pasaba la mayoría del tiempo haciendo fórmulas extrañas y aparatos complicados.
Su nombre era Donnatello, una tortuga bastante apasionada por la ciencia y tecnología, era brillante y muy inteligente; por eso, el Sensei Splinter le otorgó el color morado a su bandana.
Su arma característica era el bastón bo.

Y no nos olvidemos de Mikey.
Él era una tortuga muy bromista, un poco tonto a veces, divertida y muy traviesa. Por eso Splinter le dió el color naranja.

Volviendo a que Mikey llegaba a la alcantarilla, Splinter, quien escuchó todo el alboroto, salió a ver qué pasaba.

- YAME!- Grita.

Todos los hermanos respondieron con la posición de atención, ellos sabían que estarían fritos, fritos como pescaditos.

- Miguel Ángel!- Lo llama furioso.

- S-sí Sensei?- Dice temeroso la tortuga.

- Porqué llegas a estas horas?- Pregunta.

- Es que y-yo salí a traer pizza, pero me distraje por el camino y decidí ir a patrullar, eh... Yo también puedo ser muy responsable como Leo! S-Sensei.

Leonardo carraspea.

- Sabes muy bien que todos deben ir a patrullar juntos, Miguel Ángel, por qué saliste sin permiso de la alcantarilla?

- Y cenamos hace dos horas.- Dice Raphael.

- Silencio, Raphael.- Dice Splinter.

- Sí, Sensei.- Dice firme.

- Miguel Ángel, los líderes entrenan el doble que sus compañeros para así poder ser mejores y capaces. Ya que dices que tú puedes ser un buen líder, no te importaría entrenar el doble, no?

- N-no me importaría, Sensei.

- Al dojo.- Dice firme.

Ya en el dojo todos adoptaron posiciones de pelea.
Iban a luchar todos contra todos, hasta que uno sólo quede en pie.

Cada uno preparó sus armas, mientras se daban miradas desafiantes.

Leo decidió ir hacia Mikey y Rapha hacia Donnie.
La tortuga de rojo no tuvo problemas para derribar al morado.

- JA! Te vencí!- Dice burlón la tortuga de rojo.

- Ugh...- Dice adolorido la de morado.

La de rojo fue tras la de naranja.

- Voy por ti, Mikey!

Mientras Rapha iba por la tortuga de bandana naranja, Leo intervino y derriba a Mikey.

- OYE! Qué haces!? Mikey era mío!- Dice molesto.

- Qué parte de que "el último que quede en pie gana" no entiendes?

Raphael emite gruñidos de furia ante la impotencia.

A Leo le costaba un poco bloquear y esquivar los ataques de su adversario, que por la furia que lo cegaba sólo quería de una vez por todas derribar al otro.

Aunque le costó, Leo logró derribar a Rapha dejándolo en el suelo bastante molesto ante la vergüenza de perder.

Luego mientras iba hacia su maestro para sentarse en frente de él indicando que superó el desafío, Raphael furioso entrelazó uno de sus sais en la muñeca derecha de Leo, haciéndole una especie de llave y haciéndolo caer.

- Auch!- Dice adolorido.

- JAJAJAJA- Victorioso.

- YAME!- Grita Splinter.

Ambos hermanos se levantaron y pusieron posición de atención.
Los otros dos estaban sentados más al fondo.

- Leonardo, me sorprende que hoy estés un tanto distraído...- Dice la rata.

Leo no dijo nada, ya que mientras peleaba se atrevió a pensar en unos recuerdos que poseían unos hermosos ojos ámbar...

Flashback

Leo salió furioso de la alcantarilla, por una discusión que tubo con Rapha.
La tortuga azul golpeaba todo a su paso, haciendo bastante ruido.

Se detuvo un momento, para cerciorarse de que habían algunas presencias que lo estaban siguiendo.
Hasta que se dió cuenta de quienes eran.

- El Clan del Pie? Me acaban de alegrar la noche!- Fanfarrón.

Dicho esto desenfunda sus katanas, poniendo posición de pelea.

La tortuga acaba fácilmente con todos los soldados.
De repente, aparece una figura femenina.

Dicha fémina le arroja polvos segadores, para luego darle una patada que lo arroja al borde del edificio.

"Una kunoichi" piensa el azulado.

La kunoichi desenfunda su espada, de nombre "tanto" y lo apunta hacia la cara de tortuga.

- Cof! Cof!

La chuca poseía una apariencia bastante oscura. Tenía unos ojos ámbar hermosos. La mitad de su rostro iba cubierto por una máscara, por lo que había que imaginarse el resto.
Su traje poseía partes metálicas, y en la parte de atrás la funda de su arma.

- Bastante bien para una tortuga.

- Quién rayos eres?- Confundido.

- Me llamo Karai, adiós.

- E-espera, hey!- Con la esperanza de lograr una conversación.

- Sayonara.- Dice la chica.

La kunoichi saca de algún lado una bomba de humo, y cuando lo arrojó, desapareció de la vista de la tortuga.

Leo se levantó, pensando en quién verdaderamente era la chica de ojos ámbar.

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Al fin editado, disfruten.

Un amor fuera de órbita (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora