Capítulo 7

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Créeme cuando te digo que la depresión no te llevara a ningún lado. Esos minutos que pasas llorando, en las esquinas del área, lo estás perdiendo sin alguna razón. Siempre la gente cree que llorando todo estará bien, y esa es la razón por la cual estamos así en este momento.

El camino que el universo te dio no es fácil. Lo sé. Lo entiendo. Pero, no por ello hagas eso, llorar amargamente por las noches. Días, tras días estas así, depresivo e infeliz. Recuerda que tú tienes mi corazón y si tu estas mal, el también.

No tengo otra opción, intente convencer a la Doctora Paige de que no deje de mandar inmunes a ese laberinto. Dijo que ya no hay tiempo, no pueden seguir esperando más. Su idea es obligarlos a salir de ahí, a todos juntos. Mi trabajo ya no es el mismo, debo encargarme de estar atenta a cualquier movimiento que hacen ustedes. Por lo que sé, Thomas encontró el patrón para poder librarlos de ahí, eso es lo que en este momento importa.

Esa misma noche, dejamos las enormes paredes abiertas.

Los penitentes entraron al área.

Todos corrían, gritaban, e incluso algunos lloraban del miedo. Thomas se escondió junto con Teresa, Chuck, Alby y Minho en la sala de juntas. Los demás en el bosque o simplemente no lo hacían. Los penitentes destruyeron todo lo que se les cruzo en el camino. Programe a un penitente y lo envíe donde estaban ellos. Su programa era matar a aquel que se ponía en su camino.

Odio decirlo, pero en ese momento quería que lo matara a él.

Quería que matara a Thomas.

El penitente tomó a Chuck de su torso, lo empujó hacia él y sacó su jeringa para inyectarle el virus. Todos sostenían a Chuck para que el penitente no se lo llevara o peor. Lo matara. Alby golpeó al penitente y este soltó a Chuck y en su lugar lo tomó a él.

Thomas fue para rescatarlo, tomándolo del brazo.

"Thomas, llevatelos de aquí"

Esas fueron, las últimas palabras de Alby, cuando el penitente se lo llevó. Thomas gritó y ahí los penitentes soltaron un aullido. La Doctora Paige los desprogramó.

"¿Qué se supones que haces?"

La vista fija la tenía en mí, su mirada era penetrante y vacía.

"no debe morir Thomas"

No quería oírla, no quería escucharla. Escucharla decirme que no importa lo que haga, tú de todos modos morirás. Que no importa lo que ella me prometa, morirás.

Maldigo el día en el que deje de confiar en ti. ¡Maldita sea! No encuentro motivo el cual tú debas morir. Nunca en mi vida había visto a alguien como tú, amable, sincero, y en especial, corazón puro y único.

Todos los momento que pasábamos los dos, tú eras solamente un niño. Te acurrucabas en mi hombro, y ahí caías en un sueño profundo. Nunca reías, siempre encontrabas razón para poder estar relativamente deprimido. Y aunque yo trataba de hacerte sonreír no lo hacías, solo reías con Thomas. Ya lo había dicho y te lo volveré a decir.

Por el día le tienes a Thomas, feliz y alegre, y por las noches me tienes a mí, la soledad y depresión. No pidas que te de la felicidad que mereces, porque no puedo dártela. Simplemente no puedo, no entiendo que es lo que hago mal.

Los penitentes fueron desprogramados y enviados a sus lugares determinados. El área quedó totalmente destruida. Había fuego en el bosque, cuerpos por doquier e incluso animales muertos, muchos animales muertos. Gally culpó a Thomas de ello y yo simplemente sonreí.

A Gally, en su primer año en el laberinto, un penitente lo había picado, él vio que Thomas trabajaba para nosotros, nadie le hiso caso. Y en este momento tampoco lo hacen.

Thomas dio varios pasos hacia atrás, tomó la jeringa del penitente que estaba en el suelo.

"¿Thomas?"

Thomas se acercó a Teresa y la miro tristemente, ella iba a decir algo pero el movió sus labios y soltó su voz primero.

"debo recordar Teresa"

Se inyectó el contenido de la jeringa, hasta caer al piso por el efecto del virus, Teresa se tiró al suelo hasta quedar junto a él.

Tú lo viste y corriste hacía su lado, tomaste sus mejillas con tus manos y sacudías su cabeza despacio.

Es el mismo proceso, al pasar por la transformación, lógicamente todos tus recuerdos vuelven a tu mente. Se almacenan en una parte del cerebro que uno no puede controlar, al pasar por la transformación, esos recuerdos se dispersan por toda la mente, haciéndole a uno recordar lo que algún día pudo ser.

Thomas estaba infectado por el virus, lo llevaron hasta recostarlo en una de las camillas. Tú le inyectaste despacio el contenido de la jeringa y te quedaste junto a él hasta que decidieron que él y Teresa se quedarían en el pozo hasta que él despierte, cuando él lo haga seria desterrados allí.

Trataste de negarte, pero Gally tomó el control del área y a partir de ese momento se hacía lo que él quería.

Thomas por fin despertó. Al hacerlo, les contó todo lo que él recordaba, excepto la parte en donde yo aparezco. No le contó nada sobre mí, ni siquiera a Newt.

Todo lo que yo quise es que le dijera algo sobre mí, como soy, o aunque sea que soy de ti, no entiendo porque no te dijo nada.

No logro entender:

De qué lado esta.

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C.R.U.E.L.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora