Capítulo 2

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   Tú eres el que cada día me da más orgullo.
    Por lo que escucho tú eres el segundo al mando de todo el claro. Que eres uno de los primeros en llegar al claro, pasaron 3 años y tú eres uno de los sobrevivientes. Te admiran. Te respetan. Te quieren. Pero recuerda algo tu no los quiera, no te encariñes, no lo hagas, lo prometiste.
Se fuerte y usa la razón, se razonable. Yo te estoy observando y aunque no me recuerdes cumple tu promesa. Por favor. Cumplí.

    Me acaban de informar que enviaran al ante último inmune a tu área, su nombre es Thomas.

    Él era uno de los jóvenes que trabajaba para la Doctora Paige, pero luego se reveló diciendo que no quería ver sufrir a sus amigos, pero él no me lo dijo, pero lo sé. Sé que él se reveló por ti. Lo hizo por ti. La Doctora Paige decidió que era mejor borrarte la memoria. Yo me opuse le dije que ya me quitaron tu amor, no me quitarían el de él también. Eso lo empeoro todo. La Doctora Paige se enojo y dijo que no quería hablar más del tema. La odio. La odio por ello. Me arrebata todo, pero debo estar en silencio es la única forma de poder verte y seguir teniendo tu voz rondando por mi cabeza.

    La cosa más triste de este día fue ver como Teresa le lloraba a la Doctora Paige para que no mandara a Thomas, ella simplemente la ignoró y el procedimiento para enviar a Thomas al laberinto inició.

    Al ser la encargada de ponerlo en la caja que ascendería al claro, antes de que la hicieran andar, guarde una pequeña nota sin que la Doctora Paige lo vea. Guarde una nota en el bolsillo del pantalón de Thomas. Una nota. Una nota para ti. Que te recordaba lo cuanto que te quiero.

"No te encariñes, no lo hagas, lo prometiste"

    Vi a través  de la pequeña pantalla, como todos rodearon la caja. Sacaron a Thomas de ahí y tú tomándolo de la cintura y apoyando su brazo detrás de tu cuello lo llevaste hasta los docs.
   Vi como al salir de ahí te fuiste a sentar debajo de un árbol ubicado en el borde de una de las paredes verticales, como de costumbre, recostaste tu cabeza en el largo tronco y soltaste un suspiro. Sonreíste. Lo hiciste. Con alguien te encariñaste. No lo hagas. Lo prometiste.

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C.R.U.E.L.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora