Mil maneras de pecar - [Vmin - Yoonkook]

17 ¿Descendientes?

El Infierno era un lugar con abundancia de fuego.
Al llegar, lo primero que vez es un sendero de piedras que te llevan a un trono gigante, el sitial de Lucifer.

A lo lejos, se veían montañas de rocas y más allá de ellas, había un templo gigante, lleno de riquezas que cualquier individuo desearía. Ahí es donde Lucifer esperaba a sus invitados especiales.

Taehyung y Yoongi desde que llegaron se fijaron hasta en el más mínimo detalle, cuando caminaron por el lugar veían almas humanas sufriendo, no obstante, no sentían compasión por ellos.

Cuando visualizaron el templo, Yoongi no pudo evitar reír, no esperaba menos de Lucifer. Ángeles caídos los esperaban en la entrada, cuando se acercaron a ellos les indicaron el lugar a donde debían ir.

Lucifer: Vaya, los fugitivos decidieron aparecer -dijo riendo irónicamente mientras se sentaba en el trono que se ubicaba en el centro de una lujosa sala-

Lucifer era bello, su cabellera rizada era rubia y tenía sus ojos de color negro, alto, musculoso pero algo había de diferente en él, ya no tenía alas.

Yoongi y Taehyung lo notaron pero decidieron callar sus comentarios.

Yoongi: Nos buscabas, ¿no? -Sonríe- aquí estamos.

Lucifer: ¿Qué tal el mundo terrenal? -pregunta sonriendo de una forma terrorífica-

Taehyung: Un asco, al igual que los mortales -comunicó pensando en su discusión con Jimin-

Lucifer: Lo imaginé -se pone de pie- Dios los tiene a todos en una estúpida burbuja de felicidad -habla serio- Sin mí, él no tendría poder sobre el bien.

Yoongi: Y tú sin él, no tendría el poder sobre el mal -aclara tranquilamente-

Lucifer: Es verdad -ríe- Bien, esta visita no es solamente para hablar de mortales -sonríe ladinamente- Hay algo que quieren y deben saber.

Yoongi y Taehyung se dedican una mirada seria y a la vez preocupada, tenían miedo de escuchar la verdad a sus preguntas, sin embargo, nada los iba a detener hasta aclarar todas sus dudas.

Taehyung: Tenemos muchas dudas -muerde su labio inferior nerviosamente- Ningún ser inmortal sueña -hace una pausa- y nosotros desde que llegamos a la tierra hemos soñado.

Yoongi: Y los dos vemos una pequeña joya -interrumpe al castaño- Una muy bella.

Lucifer los escucha atento, él sabe a lo que se refieren, sabe por qué sueñan, sabe que ellos son los elegidos.

Lucifer: En simples ángeles no lo es -camina lentamente hacia ellos- Pero en demonios, lo es -sonríe al estar cerca de ellos-

Taehyung y Yoongi fruncen el ceño.

Taehyung: No somos demonios -atestigua-

Lucifer: Antiguamente existieron seis demonios y conmigo son siete -les hace una seña para que lo sigan- Juntos somos los siete príncipes demoníacos -entran a un pasillo lleno de cuadros- Y cada demonio tiene uno o dos descendiente -se detiene junto a su cuadro- Y yo ya he visto quiénes son los que siguen después de mí -los ve fijamente- Ustedes son los próximos.

Taehyung y Yoongi quedan estupefactos, ¿Descendientes de los siete príncipes del infierno?

Taehyung: Eso es imposible -ríe nerviosamente- nacimos ángeles.

Lucifer: Y yo también -ríe a carcajadas- Sin embargo, mi destino era ser un Dios del mal, destino que ustedes dos también tienen.

Yoongi: Y, ¿esa joya qué es? -Intrrrogó lentamente tratando de procesar la información-

Lucifer: Son un par de alas, en ella se guardan tus pensamientos y poderes más perversos, cada demonio tiene la opción de entregar la mitad de su joya a quién elija para que sus almas se complementen. La finalidad es dividir tu alma, lo que te permite vivir más y poder elegir a tu próximo descendiente.

Taehyung: ¿Por qué nosotros somos los elegidos? -Pregunta mirando fijamente el suelo-

Lucifer: Ustedes nacieron con poderes que les pertenecían a los seis -apunta los cuadros- También tienen los míos -suspira- Los dos tienen más poder que nosotros siete y aún no me puedo explicar aquello.

Yoongi: ¿Nosotros seremos los próximos Dioses del inframundo? -Se atrevió a preguntar después de un momento de silencio-

Lucifer: Exactamente, mi alma debe reencarnar en menos de dos semanas y no sé cuánto tiempo me llevará -hace un pausa- Debo enseñarles a controlar sus poderes -sonríe maliciosamente- Y quién sabe, quizás ustedes sí puedan vencer al Dios de allá arriba.

Lucifer se fue de allí en busca de algo mientras esos dos demonios aún no podían digerir la verdad.

Yoongi: Eso explica nuestros poderes tan...crueles

Taehyung: No lo puedo creer -murmura-

Yoongi: Créelo de una vez -dice firme- no hay nada que podamos hacer.

Lucifer ingresa nuevamente al pasillo con un cofre mediano.

Taehyung: Lucifer, ¿Quiénes eran nuestros padres? -Cuestiona sin rodeos-

Lucifer se queda quieto en su lugar en silencio un instante.

Lucifer: Yoongi nació del amor prohibido entre el demonio Asmodeo y la Diosa Lilit, es un descendiente directo -Ve a Yoongi-

Yoongi queda enmudecido. No sabe cómo lidiar con tales verdades.

Lucifer: Y tú Taehyung -dirige su vista a él- Tienes la mitad de mi alma -queda en silencio un momento- Yo me enamoré de tu madre, un precioso ángel al que tuve el placer de conocer, tuvimos una pequeña historia y naciste tú -sonrió levemente- Pero al descubrir que era un demonio y la verdad de la joya, solamente pude ser justo y dársela a mi respectivo sucesor. Tu madre nunca se enteró de lo que hice, pero al saber que era un demonio, no correspondió más a mis sentimientos -ríe-

Yoongi miró a Taehyung impactado. Taehyung abrió sus ojos exageradamente, no podía superar que Lucifer sea su padre.

Lucifer: Aquí están sus joyas -les entrega el cofre- Han de saber que si no me cumplen, sufrirán, conozco quiénes son los que tocaron su corazón -y sin más que decir se marcha-

Taehyung y Yoongi con la mirada se dijeron que no querían hablar de lo que ocurrió, los dos sabían que le cumplirían, no iban a permitir que Jungkook y Jimin sufrieran.

En silencio se sentaron en el piso y decidieron abrir aquel cofre.

Taehyung fijó su vista en la joya que tenía el mismo color de sus ojos, era un diamante azul zafiro con una forma de finas alas que iban hacia abajo. Sacó aquella joya y sintió un extraño escalofrío recorrer su cuerpo.

Yoongi sacó el collar verde esmeralda, ambos tenían la misma forma.

Se dedicaron una mirada con temor, se vieron a los ojos por un segundo, asintieron levemente y cada uno colocó su respectivo collar al rededor de su cuello.

De pronto, una ráfaga de viento los invadió a cada uno y en sus mentes comenzaron a aparecer imágenes de las obras que habían hechos los antiguos demonios. Cerraron fuertemente sus ojos y cuando la ráfaga desapareció, abrieron sus ojos lentamente y quedaron asombrados al mirar al otro.

Yoongi ahora tenía el cabello negro y sus ojos verde esmeralda un poco más oscuros que antes.

Taehyung ahora era rubio, y sus ojos también oscurecieron levemente pero seguía manteniendo su bello color azul.

Yoongi: Ellos -apuntó dos cuadros- Somos iguales...

Taehyung: A nuestros padres -intervino-

Físicamente Yoongi y Taehyung habían adaptado ciertos rasgos de aquellos demonios que eran sus padres.

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''...De todos los príncipes del inframundo, ellos dos tienen más oportunidad de acabar definitivamente con el bien y con Dios...''