13. Mea Culpa

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El asesino lo hizo de nuevo, mi mente esta opaca, atrás mío estaban Jefferson y Johnny que también observaron el terrible final:

-Micaela... Michelle... no puede ser, espera, ¿Dónde está Caroline y Carmen?...- Me pregunté

-Deberíamos buscarlas... pero antes de eso... Carl no salió de la habitación...- Dijo Jimmy.

-Jhony y Michael desaparecieron de mi habitación.

Se oyó un grito que provenía de nuestra habitación... abrimos la puerta y encontramos a Michael y Jhony tirados en el piso con la espalda ensangrentada y a Carl con un cuchillo en la mano...

-Carl... ¿Qué acabas de hacer?

-Espera Arthur... no es lo que piensas... yo... yo estaba durmiendo y me levante y... estaba Michael tirado ahí... y... yo... tenía este cuchillo en la mano... yo no...-Dijo Carl.

Mi teléfono suena, no recuerdo que hubiera cobertura por aquí, era Edgar el que estaba llamando así que le conteste...

-¿Edgard?...

-Ar...ur...ya...qui...es el... sino..

-No te puedo entender...

-Es...

-Edgard, Podrías buscar una mejor cobertu... espera... no, eso no es posible...

-¿Arthur?...-Preguntó Jimmy.

Colgé el teléfono... intrigado con lo que dijo Edgard...

-Bueno, ¿que deberíamos hacer con él?... ¿matarlo? ¿Entregarlo a la policía?-Preguntó Jefferson.

-Vamos a ver a los oficiales que están afuera... pero antes... tenemos que atar las manos de Carl... solo por seguridad...

Salimos de la habitación y fuimos al coche del policía que estaba en la entrada... los dos policías estaban muertos dentro del coche...

-No puede ser...- Lamentó Jimmy.

-¿Ahora me creen?... yo no soy el asesino...- Dijo Carl demostrando su inocencia.

-Creo que ahora estamos solos... Literalmente...- Dijo Jefferson.

-Debemos irnos de aquí... ahora mismo...- Dije

-Arthur... te noto extraño y nervioso desde hace rato...- Dijo Jimmy

-Solo... salgamos de aquí...¡AHORA!- Grité.

Sentí como si nos estuvieran observando... y efectivamente fue así... el asesino estaba varios metros atrás nuestro...

-No puede ser... está aquí...-Dijo Carl asutado.

-Debemos irnos de aquí...- propuso Jimmy.

-Primero... déjame comprobar algo...-Dije

Marco un número en mi teléfono... sonaba una llamada que provenía del bolsillo del asesino... éste lo saco y contestó...

-Dígame Oficial Hernández... ¿ya sabe quién es el asesino?... Porque yo lo sé.

Todos quedaron perplejos de lo que acabo de decir... el asesino se saca la máscara y se descubre su rostro... efectivamente... era el Oficial Hernández...

-Eres muy astuto Arthur... pero no tan astuto como para recién darte cuenta de quién soy en realidad...- Dijo Hernández.

-¿Dónde está Caroline y Carmen?- Pregunté

-¿Ellas? bueno... supongo que están en un lugar seguro... o quizás no.

-No me venga con suposiciones...

-Tranquilo... ellas están bien... no por mucho tiempo -Ríe descaradamente-

-¿Tú asesinaste a Lucy?

-¿Quién sabe? Tal vez si... tal vez no... da igual, terminé con su miserable vida... deberían agradecerme.

-¡No estamos de bromas...!

-Yo tampoco Arthur... Odio que te entrometas en mis asuntos... sobre todo Edgard, ese chico era un verdadero peligro para mi... como lo fue su padre.

-¿Porque llegaste hasta este extremo?... ¿Qué te hicimos nosotros?

-Te respondería esa pregunta pero... se nos hace tarde para la fiesta... así que... vienes por las buenas o por las malas...- sin previo aviso salieron 2 asesinos más al lado de él...

-¿Dos asesinos más?... no puede ser... ¡Corran al bosque ahora!...

Corrimos hacia el bosque para perderlos y poder salir con vida...

-Manténganse juntos... ¡no se pierdan!- Grité

-¿Había dos asesinos más?- Preguntó Carl.

-Entonces quiere decir que... esto no lo hizo solo -Dijo Jimmy

-Miren... hay una cabaña cerca... debemos refugiarnos ahí...-Propuso Jefferson.

-Sería peligroso... prácticamente nos acorralaríamos solos...-Dije

-Nuestra única opción es escondernos en las hierbas altas...-Dijo Carl

-Bien... no se queden atrás...-Dije

Estamos a punto de descubrir la verdad... debo arriesgarme... él tiene a Caroline y a Carmen... no puedo dejarlas solas...

 no puedo dejarlas solas

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LucyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora