23. Imaginary Parties

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Dallon manejaba de camino a su trabajo, ese día sería la reunión por el cumpleaños de Spencer.

No dudó en ofrecer su casa, le gustaba mucho la idea de que aquel lugar cobrara vida de nuevo y no fuera el lugar solitario que por tanto había sido.

Había, porque desde que Brendon llegó todo tomó un poco más de color, ese muchacho irradiaba una potente luz.

Eso lo hizo pensar, comenzó a recordar la discusión que tuvo con él hacía menos de unos días, no le había afectado tanto como sería de esperarse, obviamente lo resintió pues Brendon tenía razón en muchos sentidos, pero algo así tiempo atrás lo habría destrozado, pues poco a poco ha ido abriendo los ojos.

Es más, ese día pudo disfrutar el resto de la tarde e incluso dormir un buen rato, descansando de verdad.

Ésto lo hizo replantearse lo que creía sentir, si el dolor seguía siendo igual que antes.

Tal vez estaba tan acostumbrado a estar herido que no se ha dado cuenta que comenzaba a curarse.

El tiempo había hecho de las suyas, realmente el único sentimiento vivo por completo era la impotencia de no tener a sus hijos consigo.

Eso era lo que lo mantenía mal, pero con lo demás, con Breezy, las cenizas que habían quedado se fueron disipando en el aire, aún había algo, claro, pero ya no era lo mismo, pero a pesar de todo aquello, hay una terca parte de él que aún la desea de vuelta.

Ella se había ido pero él ahora estaría bien, podía decirlo ya con seguridad, podía sentir que realmente mejoraría.

Porque aveces antes de que todo mejore, la oscuridad se vuelve más grande, eso fue lo que había pasado aquel día, había sido un momento horrible pero ahora se sentía como que habían sido el cierre de algo.

Se sentía diferente y más ligero, era momento de dejar ir los malos momentos permitiendo que se queden donde pertenecen, en el pasado.

Breezy se había llevado su felicidad, la vida que construyeron juntos, y es difícil que la persona por la que recibirías un disparo es la que ahora está detrás del gatillo.

Pero seguía respirando lo que era suficiente para volver a comenzar, sería difícil pero sabía que lo peor ya había pasado. El alivio empezaba a apreciarse en su vida.

Vio el degradé rojizo y anaranjado del amanecer por su ventana, el mundo seguía igual, los ciclos seguían su curso, la vida no se detendría por sus problemas.

Al final solo estamos hechos de materia y nada más. Sólo es una pequeña partícula momentánea en un universo indiferente.

(sí, Dallon citaba Doctor Strange en sus dilemas existenciales, dejenlo en paz)

No podía quedarse ahí por muy difícil que fuera, debía hacerlo, si existía era por una razón.

Tenía que avanzar.

Literalmente, el semáforo ya había cambiado.

• • •

Antes de que el día iniciara, muy temprano esa mañana, cuando Brendon aún se alistaba al igual que Dallon, recibió una llamada, era Sarah.

—Mi vida, hola, ¿pasa algo, todo bien? —respondió Brendon dejando el altavoz mientras se seguía vistiendo.

—Hola Brend, si, todo normal, te iba a preguntar algo que ayer olvidé.

—Dime.

—No importa si no se puede, es decir, quería nada más asegurarme porque...

—Sarah, ya dime. —dijo Brendon riendo.

Misery Business | BrallonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora