Capitulo 2

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Los días pasaron lentamente, habían sido largas y tediosas sesiones fotográficas​, con cortos descansos para comer.
Se levantaba antes que Viktor y para cuándo Viktor llegaba el estaba tan cansado y dormido que solo distinguía como ahora parecía que tres personas dormían en su cama y no dos, con él creía.
El olor del cerdo llenaba a su esposo cada día, y el solo sentía un vacío en el estómago cada que llegaba a su casa y estaba solo.

Su celo llegaba la próxima semana y por primera vez en años el no sabía qué hacer. Normalmente no tomaba supresores y descansaba esa semana para pasarla con su alfa, pero todo parecía indicar que pasaría solo el celo o podía trabajar.

El realmente no quería interferir en la vida de Viktor, Viktor se veía muy feliz, o eso es lo que podía notar los escasos minutos que lo veía.
Además de eso, no quería ver la cara de total espanto que tendría el mayor cuando se diera cuenta que había fornicado con él bajo los efectos de sus hormonas y Yuri realmente quería evitar creer que cuando decía su nombre tras cada orgasmo llana al japonés y no a él, como tantas veces había creído cuando recién se habían enlazado.

El lunes al despertar se permitió disfrutar de los efectos que tenían sus hormonas en el mayor.
Aún no eran fuertes, pero podía sentir el inconsciente del alfa reaccionado entre sueños, se dejó mimar por el olor del alfa extrañamente limpio de Katsuki que marcaba territorio con su fuerte y varonil olor.
Un brazo posado suavemente en su cintura y el calor de su pecho pegado a su espalda protegiéndolo de cualquier cosa que pudiera dañarlo.
Casi quería llorar de felicidad, hacia días que no hacía eso.

—Yu..ri

La palabra lo despertó de sus fantasías, se levantó rápidamente al baño, limpiándose las pequeñas lágrimas que se escapaban de sus ojos, y una vez inyectados sus supresores decidió comenzar con su rutina diaria.

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