¡Puppy Gyu! - [Meanie]

-Two

Cuando Wonwoo se despertó, no fue por los ladridos matutinos de Mingyu, que le exigían levantarse a como dé lugar, más bien fue por el poco oxigeno que entraban en sus pulmones.

Parpadeo un par de veces, y giro su cabeza hacía la derecha en dónde se encontraba una pequeña mesa la cual sostenía una lámpara además de su despertador que desde la llegada del golden había dejado de usar.

Eran las seis y veinte, se sorprendió al no haber sido despertado por Mingyu como siempre, pero cuando sus sentidos de apoco comenzaban a regresar a la normalidad y quiso levantarse noto un gran peso extra sobre él, -Mingyu, otra vez durmió sobre mí- pensó Wonwoo, y cuando agacho la mirada efectivamente el perro estaba sobre él.

El pelaje rubio del animal podía notarse desde su posición, sin embargo, Mingyu no era tan pesado, trato de quitar al perro de encima suyo pero de pronto sus intentos eran inútiles y su fuerza no era suficiente, con la mano que logro sacar de entre las sábanas comenzó a empujar de a poco al perro y se desconcertó al notar que lo que estaba sobre el no era un perro exactamente.

-Que mierda...- musitó el azabache sin poder terminar la oración, incorporándose.

Cuando finalmente pudo tener una vista más amplia de la que tenía hace segundos se llevó un susto de muerte. Sobre él había un hombre bocabajo, era rubio, tenía la piel ligeramente tostada, y al parecer no tenía nada puesto, bueno, nada más que las finas sabanas que apenas y lo cubrían de la cintura y un poco más abajo.

Con todas las fuerzas que en ese momento le surgió, empujó al chico, y en la desesperación por apartarse, cayó de la cama enredado en las sábanas que lo cubrían. Aún asustado, se levantó lo más rápido que pudo ignorando el dolor en su trasero y miro al chico que al parecer comenzaba a despertar, Wonwoo quería correr por su celular, pero este se encontraba al lado del muchacho y tenía demasiado miedo como para acercarse.

De a poco, el desconocido comenzó a levantarse y lo miro fijamente para después esbozar una enorme sonrisa, como si no estuviera pasando absolutamente nada fuera de lo normal.

-Hola.- dijo el rubio con toda naturalidad, manteniendo la sonrisa ahora con la lengua ligeramente afuera.

Wonwoo sintió que se desmayaría- ¿¡Quien mierda eres!? ¿¡Que haces en mi casa!? ¿¡Que haces en mi cama!? ¿¡Y porque estas desnudo!?- él muchacho en la cama lo miro y ladeó la cabeza ligeramente en señal de no entender nada de lo que el azabache decía.-¡Responde!-

El rubio se sobresaltó y comenzó a mirar alrededor sin comprender para quien era el mensaje y después poso su mirada en su regazo-¿Q-qué p-pasó ?- musitó al parecer asustado mientras levantaba sus manos, y después miraba a Wonwoo y así sucesivamente con la boca ligeramente abierta.

El azabache que se encontraba mirando sorprendido al muchacho notó como este tenía los ojos levemente rojos y se aterró aun más de lo que ya estaba. -¡No lo puedo creer, estás drogado!¡Llamaré a la policía!- gritó mientras corría fuera de la habitación en busca del teléfono fijo que se encontraba en la sala, en cuanto salió de la habitación escucho como algo caía con mucha fuerza al piso y eso lo asusto aun más, marco rápido al número pero se detuvo a llamar.

Algo no andaba bien en esta mañana, había algo que Wonwoo no estaba prestando atención, algo que estaba olvidando...- ¿Dónde esta Mingyu?- Recordó, comenzando a buscar al perro con la mirada.

Aun con el teléfono en manos apretando fuertemente el aparato se dirigió a la cocina, después al baño, al armario, a la lavandería y a cada esquina de su apartamento, pero el perro no estaba, paso por la puerta de su habitación y escucho leves gemidos que salían del lugar, se acercó más y abrió ligeramente la entrada.

Wonwoo pudo ver como el rubio estaba en el piso aún envuelto entre las sábanas tocando sus brazos desconcertado.

De alguna forma no le pareció peligroso, es decir, estaba en el piso, gimiendo al parecer de dolor no podia asustarse ante tal escena, con todo el valor que tenía se adentró a la habitación mientras trataba de ocultar que en realidad sus piernas estaban temblando y no tenía control sobre ellas.

-Ey, tu...- trató de llamar la atención del rubio. El muchacho, en cuanto escucho la voz del pálido levantó la cabeza rápidamente para fijar su mirada en el azabache.-¿En dónde está mi perro?¿qué le hiciste a Mingyu?- murmuró Wonwoo, maldiciendo internamente por sonar tan asustado.

-Wonwoo...-

El azabache abrió los ojos en signo de sorpresa-¿Cómo sabes mi nombre?-

-Yo soy Mingyu, no sé que está pasando.-

-No estoy bromeando, ¿en dónde está? Busqué por todo el departamento no lo encuentro por ningún lado.- dijo Wonwoo, que de solo pensar en que algo le haya ocurrido al perro sentía su estómago encogerse.

El rubio sin ninguna vergüenza se levantó del piso dejando al descubierto su desnudez y se acercó a Wonwoo que ante la sorpresa y la vista, por reflejó, soltó el teléfono y se cubrió con ambas manos sus ojos, el chico estaba completamente desnudo.-Wonwoo, soy Mingyu, tu mascota. ¡Puedo probarlo!- exclamó mientras posaba ambas manos en los hombros del azabache.

Wonwoo que sintió un leve zarandeo, apartó al hombre empujándolo con ambas manos por el pecho desnudo aun con los ojos cerrados con fuerza. -¿es que este chico no tenía vergüenza?- pensó

-Aléjate- fue lo único que pudo decir.

-¡En serio! A-ayer fuimos al parque, regresamos, jugamos, después me bañaste, y después te bañaste tu y, y. Tienes un lunar en el trasero que me gusta mucho tiene forma de media luna es tan lind-...-

-¿¡Co-cómo sabes eso!?-lo cortó Wonwoo que inmediatamente abrió los ojos como platos mientras sus mejillas se sonrojaban.

-¡Yo siempre te veo cuando te bañas!-

-¡Eres un maldito acosador!- gritó exaltado retrocediendo unos pasos.

-N-no, yo-...-

-¡Oh por dios! ¿¡eso es una maldita cola!?- gritó una vez más el pálido al percatarse de que el chico tenía otra cosa entré las piernas que se movía y además estaba cubierto de un pelaje rubio al igual que su cabeza, el azabache se quedó mirando aquella cosa completamente ido que ahora se movía frenéticamente de un lado a otro.

-¡No se ha ido!- el rubio estaba emocionado y con una enorme sonrisa que dejaba a la vista unos caninos que se asomaban.

-¿N-no se ha ido?-

-Mi cola.-

-Debo estar soñando...-murmuró Wonwoo para sí mismo tomando su cabeza con ambas manos, pero el otro muchacho lo pudo escuchar fuerte y claro.

-¡Oh! ¡Mis orejas tampoco se fueron!- exclamó el moreno con una sonrisa mientras tanteaba en su cabeza y tomaba ambas orejas que se encontraban escondidas entre su cabello, para después elevarlas hacia arriba y mirar a Wonwoo que tenía la boca ligeramente abierta y sus ojos parecían querer salirse de su lugar.

Wonwoo no sabía que estaba pasando, y esperaba con toda su alma que solo fuera una elaborada broma-castigo de parte de Jun por su intento numero cuatro en deshacerse de Mingyu, entonces rió porque eso tenía mucho más sentido que de pronto su perro fuera un humano.

Las carcajadas no se hicieron esperar porque estaba seguro de que su amigo era capaz de semejante broma, y después se desmayó.

Porque Jun estaba en China hace dos meses y no regresaría hasta que sus vacaciones terminasen.