a mi no me molesta...

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-gaaaaaara. Quiero algo dulce. -dije entrando a sala y tirándome dramáticamente sobre Gaara.

-estoy aquí.

Me giré sobre el para mirarlo.

-te amo, pero es enserio.

-bien, hagamos algunas galletas. -el se levantó y fuimos hasta la cocina.

-¿pueden tener chocolate? -pregunte mientras lo seguía.

Entramos a la cocina y comenzamos con lo de las galletas, el estaba batiendo lo de las galletas y de a poco me comí el chocolate, hasta que me di cuenta y sin querer ya no quedaba.

-¿y el chocolate? -pregunto el pelirrojo buscando por la mesa.

-eh.... Pues ocurrió un imprevisto. -dije riendo.

El negó con su cabeza mientras reía.

-dime como puedo recompensartelo...

-se me ocurren algunas ideas. -el sonrió coqueto y se acercó hasta mi para robarme un beso.

Últimamente sus besos no eran aquellos puros e inocentes que solían hacer, desde que lleguen a aquí y me beso el lo hacia con una lujuria enorme, se sentía que quería dar el siguiente paso, pero al mismo el tenia miedo. Yo no tenia ningún problema en dar otro paso en nuestra relación pues ya tenemos casi tres años juntos, y aveces llegan las necesidades carnales; pero me da algo de miedo pues es algo un poco... No se ni como decirlo. Pero en el fondo se que no ocurrirá nada malo porque estoy con el.

El beso se volvía cada vez más salvaje, el me subió hasta el mesón y sus manos amenazaban con entrar dentro de mi camiseta, sus besos fueron descendiendo hasta ir a mi cuello, era la primera vez que lo veía así.

Yo solté un suspiro, pero esta vez no le importó y continuó. Volvió a mis labios y sus manos pasaban por toda mi espalda, de a poco subió mi blusa y empezó a toquetear mi abdomen.

-Gaara... -dije entre suspiros.

Admito que no me quejaba de la situación.

-dime. -contestó sin mirarme y sin parar.

-¿vamos a... -suspire de nuevo- hacerlo?...

El se puso todo rojo, más de lo que ya estaba y se separo de mi.

-y-yo, perdona. -el tartamudeaba, estaba muy nervioso.- voy... A salir a tomar algo de aire.

Y ahí me dejo... Con ganas, y mis pechos casi descubiertos. Perfecto.

Me baje de donde estaba, acomode mi ropa y puse a hacer las galletas. Me dejaron con ganas de más peeeeero no con ganas de comer galletas, no señor.

..................................

                                                                                                                                                                  narra Gaara

No se que pasa conmigo, ¿de repente quiero tocar otras partes de natsumi?. Lo que dijo de repente "vamos a hacerlo? Dios, estoy corrompiendo a mi tierna novia. Pero aunque quiera controlarme no puedo... El deseo de amar cada parte de ella puede conmigo.

-¡gaara! -kankuro venia corriendo hacia mi. -hey ¿todo bien? Te veo algo un poco... Pensativo.

-cosas que pasan. -solté un risa nerviosa.

-bien...¿que pasó?. -el me miro con una ceja alzada.

-digamos que... De repente quiero dar un PASO más en mi relación con natsumi.

-ay hermano... ¿la ahuyentaste?

-no... De hecho creo que ella también quería... Pero no quiero que piense que la invite para...

-tener sexo con ella. -termino kankuro.

-exacto...¡¿que?! -grite de repente.

-es así, pero quizás ya deban ha sabes... Aun son unos niños, pero si se aman tanto y se cuidaran, y aun más importante ella no termine embarazada, todo estará perfecto.

-quizás deba hablar con ella... Y decirle como me siento. Y si... Tendremos cuidado lo prometo.

Kankuro y yo continuamos caminando un poco por la aldea, hablábamos un poco de todo y el intento darme una charla de educación sexual.

Todo iba bien hasta que nos cruzamos con temari y natsumi, que venían caminando juntas desde la dirección opuesta a nosotros. En cuento la vi estoy seguro de que mi cara se confundía con mi cabello.

-hasta que te encuentro. -dijo mi novia.

-perdona por irme de repente.

Ella saludo a kankuro y siguió hablándome como si nada hubiera pasado.

-las galletas están listas.

-oh... Pues volvamos a casa, ¿te parece?.

Ella asintió, nos despedimos de mis hermanos y volvimos a mi casa.

彡Enseñarte a Amar | Gaara | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora