Melbourne sigue de luto. Y una madre rota, con el tatuaje de un corazón y el nombre de su hija en su pecho para recordarle siempre su dolor.
La historia de Cassidy Trevan, de 13 años, continúa conmocionando a Melbourne más de un año después de su muerte. La joven estudiante se suicidó después de aguantar meses de acoso escolar, soportar agresiones físicas, sexuales y verbales.
Es la historia que se repite aunque siga siendo incomprensible para muchos, la historia de envidias, celos, odio, que conduce a los más jóvenes a convertirse en monstruos, en seres dispuestos a hacer daño a toda costa.
Es el caso de Cassidy, que confío en dos presuntas amigas que iban a provocar el peor momento de su vida. Esas supuestas compañeras la llevaron a una casa donde ya la esperaban dos compañeros adolescentes. El objetivo: violarla sin piedad.
No se conformaron con ello. Se rieron de la joven por haber sido violada. La humillaron. Después el acoso en el instituto fue tan brutal que la familia, desesperada, decidió cambiarse de casa. Pero nada paró. Los insultos y las amenazas no solo no pararon, sino que siguieron en Facebook. Después de meses de acoso, Cassidy no pudo más y decidió quitarse la vida.
Las imágenes que su madre ha publicado en facebook, vistas ahora, rompen el alma. Ahí se ve a Cassidy como un ser indefenso, más niña que nunca, triste e impotente. La misma madre ha colgado en las redes fotos en las que su hija también sabía mostrar una sonrisa.
Fueron sus compañeros los que le quitaron las ganas de volver a reír y lo peor de todo, de vivir. Ahora, ha salido a la luz una carta que escribió dirigida a sus excompañeros. Su madre ha querido hacerla pública para que el mundo conociese la historia de su hija y ayudar a alguien que esté pasando por lo mismo que ella pasó.
Cassidy con su madreA continuación, recogemos la carta íntegra de Cassidy:
"Fui estudiante en el instituto (nombre omitido) y fui violada por algunos alumnos que aún continúan acudiendo al centro. Sé que probablemente esto suene a que quiero llamar la atención, pero no es así. Tengo muchos motivos para escribir esto y los explicaré a continuación.
Mi objetivo es alertar a otras personas (sobre todo a estudiantes, pero también a los padres) sobre lo que ocurre, porque estoy preocupada. Si ellos pudieron hacerme algo así a mí, podrán hacérselo a otros niños. Vosotros tenéis el poder para parar esto. Recordad que las personas que me hicieron esto eran estudiantes de este instituto, es difícil de creer, lo sé. Pero es la verdad.
No hago esto para vengarme de los alumnos que me violaron, ni de los que organizaron la violación, ni de los que me acosaron por ello o se burlaron de mí por haber sido violada. Tampoco lo hago para llamar la atención como dije antes, eso quiero dejarlo claro.
Hago esto por los más de 1.500 alumnos de entre 7 y 12 años que acuden a esta escuela y necesitan que les advierta. A mí me pasó esto y el personal del colegio no hizo nada para ayudarme. Ahora es mi deber advertiros a todos y contaros lo que ocurrió.
También hago esto por mí. Después de un año y medio quiero que me dejen en paz. Es sorprendente cómo tantos alumnos de este instituto han escuchado historias de mí, historias que aún a día de hoy se siguen difundiendo. Todavía me siguen llegando a Facebook mensajes de alumnos que me llaman puta. Me he cambiado de colegio, me he cambiado de casa y todavía siguen contactando conmigo para acosarme.
No puedo hacer que la gente deje de extender rumores, pero al menos puedo intentar contar lo que de verdad ocurrió. Como dije, mi carta va dirigida en especial a aquellos alumnos que aún desconocen mi historia y pueden estar en peligro de sufrir una situación como la mía.
Mi nombre es Cassidy Trevan y fui violada.
Si alguna vez alguien trata de violarte, ¡vale la pena luchar! ¡Lucha! Si no lo haces, te arrepentirás el resto de tu vida como lo hice yo. Puedes hacerlo. Ten cuidado. Mantente alerta. Ponte a salvo".