Cap 5.

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Cap 5.

— ¡No puedo creerlo! —Exclamaba indignada, Fiama— ¡Se comportaron como si tuvieran 5 años!

—Mamá ya deja…—Zayn estaba más que hastiado con los reclamos de su madre, que solo revoloteaba los ojos.

—Fiama, lo mejor será que tú y mi madre se encarguen de la organización…

—Concuerdo con eso —interrumpió Zayn.

—Como decía…—carraspeé— Háganlo a su manera, se que tienen buen gusto.

—Lo único que pido, es que las cosas no sean en tonos rosas —bufó nuevamente el demonio.

Nos adentramos los tres en el auto. Yo en el copiloto, y Fiama en el asiento trasero. Mientras Zayn manejaba, Fiama hablaba por teléfono con mi madre respecto a nuestro comportamiento. Paralelo, yo planeaba mi procedimiento mafioso para esta noche.

—Zayn…—murmuré lo más dulce que pude.

—Estoy manejando —respondió tajante.

—Pero puedes escucharme —inquirí.

Soltó un soplo, así me dio el paso para continuar.

—Quería saber… ¿Si tenías planes para esta noche?

Paro el coche en luz roja, y giro su cabeza hacia mi rostro. Estaba estupefacto, sus ojos eran dos platos enormes. Yo solo reí ante su expresión, y probablemente me sonrojé.

— ¿Es una broma, cierto? —frunció el ceño.

Pase de sentir risa, a estar decepcionada. Todo en cosa de segundos, por culpa de Zayn.

—Simplemente olvídalo —rodeé mis ojos.

—Pero…—se le notaba curioso, pero seguiría con mi postura.

—No tiene importancia, de verdad que no —dirigí mí vista hacia el frente, evitando la del idiota que estaba a mi lado.

Y el resto del viaje fue en mutis. No hallaba la hora de llegar pronto a mi departamento, y estar lejana de Zayn. ¿Cómo mi vida pudo convertirse en un infierno, en tan escaso tiempo?

El automóvil se detuvo, y ya nos encontrábamos fuera de mi hogar. Me despedí de Fiama, y baje inmediatamente. Pero antes que pudiera ingresar al edificio, una mano tomo de mi brazo.

—Espera —me giré a verle— No me vas a dejar con la curiosidad rondándome en mi mente.

—Y si lo hago ¿Qué?—dije molesta.

— ¿Cuál es tu plan? —sonrió, pero esta vez de una manera infantil. Incluso me pareció tierna de su parte. Que raro.

Respire unos momentos, para decidir si lo que haría estaba bien o no.

—Vamos, no tengo todo el día para esperarte —dijo ya impaciente.

— ¿Quieres cenar hoy? —dije de una vez.

— ¿Tu y yo? —frunció el ceño.

—No, con John Lennon y Yoko Ono también —bromeé.

A lo que Zayn soltó una carcajada imparable, agarrándose las costillas de tanto júbilo.

—Tienes un humor sarcástico muy bueno —dijo respirando profundamente de una vez— Deberías trabajar en algún monologo o algo…

— ¡YA! —grite fuera de mis casillas.

—No te alteres —carcajeó— ¿A qué hora vengo?

—A las 8.

—Muy buen horario, con noche de brisa. Realmente magnífico.

Perfect Enemies. «Zayn Malik» «A.U»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora