Cap 6.

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Cap 6.

Estaba completamente nerviosa. Jugaba con mis dedos frenéticamente, mientras me paseaba de un lado a otro por la sala de espera del hospital. Estaba tan horriblemente preocupada de que le ocurriera algo lamentable a Zayn, que inmediatamente lo lleve a esta institución. De paso llame a mi mamá con urgencia, necesitaba dar aviso a todos los familiares. ¿Cómo carajo puede tomarles tanto tiempo en venir? Pensaba. Estaba a punto de tener una crisis de nervios, y nadie podría estar ahí ayudándome.

— ¡Alice! —giré para ver quién era. Gracias a Dios, era mamá— Pequeña… ¿Qué paso? —me decía, mientras me abrazaba.

— ¡Fue la cena! —dije a medio gritó— Tenía nueces, y…

— Zayn es alérgico a ellas —interrumpió en eso, Fiama— ¿Cuánto fue la ración, Alice?

—Exactamente, no lo sé —bajé la mirada— ¿Es muy grave?

—Eso no lo puedo predecir yo.

¿En que lío me había metido? El asunto principal era que Zayn no se quisiera casar conmigo, no matarlo. Y ahora me estaba arrepintiendo. Porque… no sé si era mi subconsciente, pero sentí que Zayn no estaba tan arrogante conmigo. Talvez me estaba haciendo ilusiones falsas, pero cuando una mujer presiente algo, es por algo.

Cada minuto que pasaba, era una tortura. Me estaba sintiendo peor y más basura. Necesitaba saber si se encontraba bien.

— ¿Familiares del Sr. Malik? —dijo de repente un doctor.

— ¡Nosotras! —levantamos las manos.

Nos levantamos apresuradamente de nuestros asientos para ir hacia el Doctor.

—Dígame Doctor, ¿Cómo esta mi hijo? —la primera en preguntar —la mas preocupada— obviamente, Fiama.

—El Sr. Malik sufrió una intoxicación por medio de ingerir nueces. Lo que en él provocan un gran cuadro alérgico. Pero para su beneficio, esta no fue lo suficiente efectiva. Por lo que solo tendrá unos leves 

dolores estomacales, y posible fiebre. Pero nada de que preocuparse— sonrió finalmente.

— ¡Gracias a Dios! —suspiró Fiama.

— ¿Podemos visitarlo? —preguntó mi mamá.

—Si, ¿porque no? Su habitación es la 205.

— ¿Cuándo estará de alta? —pregunté.

—Probablemente mañana en la mañana. Se quedará esta noche en observación. Si me disculpan, tengo que atender a otro paciente.

Nos despedimos del Doc, y nos encaminamos por los pasillos del hospital buscando la 205. Cuando ya nos íbamos acercando, mis manos comenzaron a tambalear y a sudar más de lo normal.

—Pequeña, ¿Estás bien? —preguntó mi mamá preocupada.

—No es nada —mentí. Estaba muerta del miedo de entrar a la habitación y encontrarme con los ojos penetrantes de Zayn— Mamá, entren ustedes primero.

Asintió tratando de entender mi situación. No les tomó mucho tiempo —lamentablemente— Así que ya era mi temido turno de enfrentarme al temperamento de Zayn Malik. Mi mamá me palmeó la espalda,

dándome su apoyo. Antes de pisar un pie en el cuarto, respire tan profundo, como nunca lo había hecho en mi vida. ¡Vamos Alice! 

Ya adentro, pude ver su cuerpo cubierto con una liviana sabana blanca. El cuarto era tan blanco, que el contraste de la noche lo hacía relucir mucho más. Menos mal que no estaba conectado a ningún tipo de máquina, porque si no me daría un susto tremendo. Peor que las películas de terror.

—Supongo que ya lo tenías planeado —dijo completamente escéptico, clavando sus ojos —que ahora estaban oscuros— en mi débil mirada.

Antes de que hiciera algún reproche, volvió a hablar.

—Mira te diré algo —se aclaró la garganta— Entiendo que seas una maldita malcriada que no quiere afrontar la vida. Eres débil, Alice. Y no necesito una mujer fracaso a mi lado. Tengo todo el poder que muchos quisieran, y puedo tener a cualquier mujer que se me antoje… 

— ¡ENTONCES NO TE CASES CONMIGO! —grité al borde de la desesperación, y con un torrente de lágrimas que salían disparadas por mis ojos.

Por un momento, Zayn me miro absorto. Probablemente mi llanto lo había bajado de sus revoluciones contra mí. Pero, no podía ser así de fácil.

—No sacas nada con llorar. Tus lágrimas no me conmueven en lo absoluto, es más, me parecen patéticas.

Mi corazón estaba siendo clavado con más fuerza cómo una daga fina. Cada segundo, cada palabra que él emitía. Me estaba derrumbando.

—Ahora, yo por lo menos me considero un hombre honesto y limpio en los negocios. Así que si me comprometí a casarme contigo, lo haré. Pero solo tendremos una convivencia como si fuéramos vecinos, o algo parecido. Si quieres amor, búscate un amante. No me importa, porque yo haré lo mismo, si así lo requiero.

¿Con que eso era? ¿Un sucio negocio? Era un objeto, algo que se compra en cualquier lugar al menor precio. Una basurilla, nada interesante. En este preciso momento me sentía como si un camión hubiese pasado por encima de mi cuerpo. Poco a poco, las palabras de Zayn no llegaban a mis oídos. No le escuchaba. Ladeaba mi cabeza, tratando de entenderlo, pero me sentía muy perdida. Veía como su

cara se desfiguraba a causal de sus gritos, de su furia. Pero todo se volvió negro.

—Alice, estás aquí conmigo —Zayn, me miraba muy preocupado, y trataba de calmarme jugando con mi cabello.

No pude sostener más. Lloré con todo el fervor que pude. Mis sollozos se confundía con gritos de desesperación. Me sentía sola, extraña, necesitaba calor. Calor humano. Calor de amor. De verdadero amor. 

Y caí en la cuenta, que Zayn me estaba abrazando. Me separé lo más rápido que pude de él.

— ¿Cuál es tú problema? —frunció el ceño.

—Tú eres mi problema —dije secamente, retirándome rápidamente del cuarto. Dejando a Zayn con las palabras en su boca. No me interesaba en lo más mínimo.

Salí del hospital lo más rápido posible. Cogí un taxi, y me fui a mi departamento. No podía más. Esto recién estaba comenzando y ya me sentía arrastrada a un abismo de perdición. Me dolía tanto el corazón, y el causal era mucho peor aún: mi futuro esposo, me había humillado. Me había tratado como la peor cosa existente del planeta.

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Perfect Enemies. «Zayn Malik» «A.U»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora