Cap. 13
Pasaron los días y las semanas.
La relación con Zayn, iba de mal en peor. Juntarnos era como el agua y el aceite; el fuego y el agua. Completamente incompatibles. Nos habíamos dictado la guerra en estado puro. Incluyendo, "percances" tales como: Cambio de color de pelo, dulces para engordar, unas cuantas peleas en su oficina, algunas visitas nocturnas a la cárcel, pinchar neumáticos, una bruja, un monje, un poco de barro, una gran cantidad de dinero invertido en tintorerías, etc etc etc. Y ya estábamos a viernes, por lo que restaban 4 días para que yo pasara a ser oficialmente la Señora Malik. Me daba escalofríos de solo pensar en esa maquiavélica idea.
Ahora, estaba terminando de arreglarme para un almuerzo familiar en la casa de los Malik. De seguro, nos iban a regañar por nuestro comportamiento poco modesto. Pero, en mi defensa, ellos no son los que están pasando por un stress pre-nupcial.
Llamaron al citófono desde el lobby, Zayn ya había llegado para recogerme. Me miré por una última vez al espejo, y cerré la puerta para tomar el ascensor.
Y ahí estaba. Con su excelente estilo de vestuario, que lo hacían ver como un guapo empresario. Camisa gris arremangada hacia los codos, y pantalones negros de fina tela. Para complementar todo el look, su elegante porshe cayman negro.
Nos saludamos recíprocamente, y nuevamente silencio. Solo se escuchaba el motor del auto.
No nos tomo mucho tiempo, para finalmente encontrarnos en el bello jardín delantero de la mansión Malik. Como siempre, estaban todos los rosales perfectamente brotados y cuidados.
Entramos de una vez al lobby principal. No había nadie por los alrededores. Así que, nos encaminamos al patio trasero. Y justamente, estaban todos sentados preparados para un almuerzo al aire libre.
—Hola —saludamos ambos.
Todos los presentes nos correspondieron el saludo. Estaban Mamá, junto a mi hermano Niall & Cassie. Y de los Malik estaban todos, incluyendo a Diana —la esposa de Jawaad— y sus queridos hijos: Isabella & Colin.
—Tomen asiento, por favor —nos invitó Francisco
— ¿Margarita, querida? —me ofreció Fiama.
—No, creo que paso del alcohol —dije, recordando que la última vez que había bebido, fue la noche de desenfreno junto a Zayn.
— ¿Zayn?
—Gracias Mamá, pero también paso.
De seguro, él también había estado en cuarentena a causal de nuestro encuentro alcohólico. Simplemente, sonreí.
El almuerzo giro en torno de conversaciones triviales —en realidad— todos referentes a la boda. Mamá & Fiama, comentaban lo hermoso que iba a quedar la decoración del salón seleccionado. Las comidas, las flores, el sacerdote, los pajes, las invitaciones —y que se yo que otro invento de la boda— estaban listos. Pero algo faltaba, y era lo más importante de ese día tan especial: el amor.
Ese tipo de amor, en el cual no puedes parar de pensar en aquella persona. Si él sonríe, tu sonríes. Si él llora, tú lloras. Ese tipo de amor que lucha contra viento y marea para ejercerse. Donde solo con un débil cruce de miradas, se entiende todo lo que la mente del ser amado quiere expresar. Donde ruborizarse es algo cotidiano y lindo. Y donde las interminables mariposas te recorren las entrañas, cuando sientes el verdadero beso de amor puro.
Pero era imposible encontrar ese tipo de amor a esta altura. Nunca conocí el amor, y nunca lo voy a conocer. Esa es la triste historia de mi vida.
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Perfect Enemies. «Zayn Malik» «A.U»
Teen FictionNo se permiten adaptaciones. [Todos los derechos reservados ©] Portada: BrokenFeelingss.