Perdón

Capítulo 3

Pov. Naruto

Rayos... Estoy demasiado fatigado por el cansancio, he trabajado demasiado, estoy comenzando a ver un poco borroso...

-Maldición...- Me pasé la mano por los ojos para intentar enfocar un poco mejor.

-Je.– Escuché a uno de ellos burlarse, parece que ya notaron que no estaba en buenas condiciones.

-Boruto, escapa rápido de aquí mientras los distraigo.

-P-pero te ves muy cansado.

-¡Vete rápido!.- le dije más fuerte, estaba viendo cada vez más borroso pero tenía que resistir hasta que él estuviera a salvo.

-Tsk.

Observé como se levantaba, pero cuando dio un pasó se tambaleó y cayó, difícilmente logré atraparlo mientras caía y sentí una especie de punta en uno de sus brazos.

-¿Qué es esto...?.- Saqué lo que fuera que sea eso y lo inspeccioné.

¿Una púa?... Oh rayos, tiene un sedante.

-Maldición, Boruto, ¿puedes levantarte?.

-Claro que puedo-ttebasa.

Logró pararse con algo de dificultad, pero al menos es algo, si se apoya con las paredes podrá caminar fácilmente hasta la salida, no siento ningún otro chakra cerca, esos dos bandidos son los únicos que hay.

-Bien, apoyate en las paredes y sal de aquí mientras yo me ocupo de ellos.

-¡No, yo también puedo pelear!.

-No estoy para esto ahora mismo, en serio vete de aquí.

-¡Dije que me quedaré a pelear!

Pov. Omnisciente

De pronto uno de los bandidos se lanzó contra los rubios con un kunai en mano, Naruto logró darse cuenta a tiempo, esquivándolo por poco tomando a Boruto junto a él, pero recibiendo un pequeño corte en la mejilla.

-Rayos...- El rubio sintió como un pequeño hilo de sangre corría por su cara y se sentía cada vez más débil.

"Agh, parece que ese kunai tenía ese sedante también".- pensó el mayor.

El otro de los bandidos también se levantó, un poco aturdido por el golpe se lanzó contra Naruto en una pelea de taijutsu.

El rubio mayor dejó al menor en un lugar seguro mientras esquivaba difícilmente los golpes por culpa de la vista nublada y el peso aumentado que sentía en su cuerpo por culpa del sedante.

-¡¡Boruto, ya vete!!

-¡Dije que no, yo también puedo pelear contra ellos!

La pelea se intensificaba y el rubio mayor tenía menos energía a cada segundo que pasaba.

A lo lejos el otro de los bandidos comenzó a hacer unos sellos mientras se sentaba en el suelo.