train station.- minayeon; twice

t r e

No me volviste hablar, y yo tampoco lo hice. Si te alejaste fue por algo, y aunque lo único que quería era saber no lo hice, por mi orgullo.

Las tardes me las pasaba en mi cuarto; no me acuerdo cuantas veces llore en contra de mi voluntad.
Durante todos los días te veía feliz y me sentía miserable.

Y cuando menos me lo esperaba llegaste nuevamente a iluminar mi vida

Volviste a hablarme, disculpándote por dejarme sin ninguna explicación. Volvimos a ser las de antes. Me contaste que Momo había vuelto a Japón, me alegre tanto que no pude ocultar mi felicidad.

❝Nayeonnie, te extrañe mucho❞
Yo te extrañe como el infierno, y aunque no lo dije en ese momento estoy segura que lo sabías.

Pasaron semanas y volvimos a ser las de antes.
Un día te invite a quedarte a dormir, aceptaste gustosa.

Dicen que durante las altas horas de la noche, suelen salir muchos secretos.

Esa misma noche, cuando todos estaban durmiendo te dije que me gustabas, te tome por sorpresa. Sentía un peso menos al decírtelo, fue una sensación increíble el poder decirte.

Pero la mejor sensación fue cuando te acercaste a mi, acariciando mi mano, sonriendo con calidez. Yo tome la iniciativa nuestros labios hicieron contacto, jamás había besado pero logre manejar la situación.

Tus labios eran tan suaves y esponjosos. No creía que estaba viviendo aquel momento, aquella sensación que me hacía sentir cosquillas. Aún no procesaba que estaba besando a la chica que me tiene loca, a Myoui Sharon Mina.

Tome la libertad de acercarte más a mi, te sentaste en mis piernas. No era mi objetivo este pero tu lo tomaste así, levantaste tu polera y la quitaste. Pude ver tus pechos bien formados, perfectos para mi. No tan pequeños y tampoco tan voluptuosos.

Te recostaste y yo aproveche de colocarme sobre ti. Mientras que con las yemas de mis dedos acariciaba tu abdomen totalmente plano, y desabrochaba el sujetador. Bese tus pezones que estaban helados, sólo soltabas suspiros.

Luego de algunos minutos ambas estábamos desnudas, no creí que llegaría a este momento.
Me besaste y dejaste algunas marcas en mi cuellos.

Estabas pendiente de hacerlo que aproveche de introducir un dedo en tu entrada, soltaste un gemido.

Realmente fue la mejor noche de mi vida.
Descubrí que todo tu ser era cálido, fuiste mía si se puede llamar así. Fuimos uno solo.

Lástima que no sabía lo que vendría en los próximos días.