—No sabes lo mucho que te quiero.
—Y yo cariño —dice, mientras acaricia su rostro con dulzura—. Eres preciosa, Elizabeth.
—No, yo te quiero más. —Con efusividad la abraza, pero esta se echa hacia atrás.
—¿Y tú quién eres?
De nuevo, todos los recuerdos se han esfumado de golpe. Elizabeth retiene sus lágrimas y se llena de valor, aunque le duela en el alma.
—Soy tu nieta, abuela.
*Una versión de este R.C. participó en el concurso que organizó Daniela.
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Relatos cortos
SonstigesEsta obra es una colección de Relatos cortos, en la que encontraréis todo tipo de historias, desde el más puro drama a la más terrorífica historia de terror. Lo que pretendo es plasmar esos cortos que, de vez en cuando, aparecen en mi mente y trans...