Magia de joya

12 5 7
                                    

*Participa en el concurso de  @Srta20Hennet   Rétame si te atreves II


Surcando los mares,

en aquel tiempo de tormenta,

encontraba el agua azul

y oscuro el manto que la cubría.

Ni siquiera una luz había,

una pequeña que me guiara,

a aquella aventura

que ni tan solo me esperanzaba.

Y de repente esa estrella apareció,

enamorándome como nunca,

haciéndome sentir cada pálpito de mi corazón;

viviendo esa aventura con efusión.

Me enamoré de su luz brillante,

tan voluminosa y frágil,

como una joya encontrada bajo el mar,

aquel tesoro que no esperaba hallar.

Me enamoré de su locura,

siguiendo sus normas,

calmando su furia,

sintiendo a cada instante este amor tan extravagante.

Si solo fuera casualidad amarte,

no habría día en que no pensara en ti.

En tu sonrisa, en tus ojos y en tu forma de vivir.

Eres mío y todo mi ser, es de ti.

Y de repente esa estrella apareció,

enamorándome como nunca,

haciéndome sentir cada pálpito de mi corazón;

viviendo esta aventura con efusión.

Me enamoré de su luz brillante,

tan voluminosa y frágil,

como una joya encontrada bajo el mar,

aquel tesoro que no esperaba hallar.

Sentí tus caricias en mi piel,

al tiempo que tus brazos me abrazaban

y tus labios me besaban.

Estrella, eres todo sentir.

Veía tus ojos desnudarme,

anclando tus ojos color miel con los míos.

Me arropabas en la soledad

de aquel largo camino.

Y de repente esa estrella apareció,

enamorándome como nunca,

haciéndome sentir cada pálpito de mi corazón;

viviendo esta aventura con efusión.

Me enamoré de su luz brillante,

tan voluminosa y frágil,

como una joya encontrada bajo el mar,

aquel tesoro que no esperaba hallar.

Y de repente esa estrella apareció,

enamorándome como nunca,

haciéndome sentir cada pálpito de mi corazón;

viviendo esta aventura con efusión.

Me enamoré de su luz brillante,

tan voluminosa y frágil,

como una joya encontrada bajo el mar,

aquel tesoro que no esperaba hallar.

Oía tu voz en mi oído,

susurrando con ternura cuanto me querías.

Igual que tu corazón,

me dejaba sentir cada latido sin fin.

Degusté tus labios con pasión,

enrojecí tus mejillas,

aunque lo que más quería,

era sentirte mía.

Relatos cortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora