7. Calder

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La chica se mueve contra mí al compás de la música y yo le ruego con la mirada a Dex que la aleje de mi.

Todo esto comenzó por el. Sus padres se habían ido de vacaciones a México para pasar solamente ellos dos. Dex les dijo que estaba bien y aprovechó esa oportunidad para hacer una fiesta. Me obligó a venir y le dijo a dos chicas que estaba muy solo y que necesitaba compañía. Ahora esas dos chicas están bailando contra mi y yo hago lo posible para no tocarlas. Aunque con esos vestidos que traen, se me hace muy difícil. Una de ellas, la rubia, se apega más a mi y me da un besito en el cuello, muerdo mi labio inferior y cierro los ojos. Niego con la cabeza y las alejo de mi. Corro hacia el baño para controlarme. Suspiro y lavo mi cara. Me quedo en el baño hasta que estoy más tranquilo. Salgo y me encuentro con Dex en el sofá tecleando rápidamente en su celular. Me siento a su lado y le quito su celular.

Kisha, Kisha, Kisha. Los únicos mensajes que el tenía eran de Kisha. Me arrebata el celular cuando comienzo a reírme.

-Vaya, ella si que te dejo loco ¿No?-río nuevamente y el me golpea.

-Cállate-dice el y suspira-Pero si, este último mes lo único que he hecho es hablar con ella por mensajes y trate de convencerla de venir a mi fiesta pero me dijo que no-el se toca el corazón dramático-Alguien me ha sacado el corazón de mi pecho y lo ha hecho suyo-dice y luego ríe un poco-Tenemos mucho en común-me mira-Por cierto ¿Quieres que le pregunte por Carrie?-el alza las cejas y ruedo los ojos.

-No-le digo y me levanto estirándome-Pero yo ya me voy-le digo.

-Si...-dice el y enciende su encendedor-Es tiempo de que todos se vayan...-se sube en una mesa y lleva el encendedor al techo causando que la seguridad contra incendios se active y nos empape a todos. Las personas salen gritando hasta que no queda ni un alma. Suspiro y quito mi cabello mojado de mi frente.

-Ni creas que te ayudare a limpiar todo eso-lo señalo y me voy corriendo.

-Oh ¡Vamos hombre!-grita Dex y río cuando maldice. Regreso a casa y frunzo el ceño al no ver ninguna luz que demuestre qué hay signos de vida en casa. Estaciono el auto fuera de casa y me bajo. Camino hasta la casa y abro la puerta lentamente. Mi corazón se detiene al ver cómo está todo. Los cuadros en las paredes están en el suelo, hay vidrios rotos, los muebles están en desorden y dados vuelta, todo está en absoluto desorden. Corro hacia la cocina y está igual.

-¡Jan!-grito su nombre al sentir el miedo crecer dentro de mi-¡Jan!-grito de nuevo y entro a su habitación. Comienzo a respirar con dificultad cuando veo que su habitación está destrozada-¡Jan!-gritó nuevamente y mi voz se quiebra. Busco en todas las habitaciones gritando su nombre pero no hay signos de que el este aquí. Me dejo caer en el suelo y me recuesto en la pared. Recuerdo que mi celular está en mi bolsillo y llamo a Tony rápidamente.

Después de unos segundos escucho un celular sonar. Solo escucho mis respiraciones agitadas y el eco del sonido. Cuelgo y el celular deja de sonar. Vuelvo a llamar y me levanto yendo hasta donde se escucha mejor. Está en la azotea. Corro escaleras arriba y al abrir la puerta del gimnasio me detengo abruptamente al verlo a él en el suelo, tieso, pálido...y muerto.

Lagrimas se avecinan a mis ojos y las limpio en cuanto resbalan mi mejilla.

-No,no, no....¡No!-grito y golpeo la pared con mi puño-Tony...-digo su nombre como si eso podría despertarlo. Suelto un sollozo pero no permito que las lágrimas caigan. Me limpio la cara y me acerco a él lentamente, con cuidado para no pisar su sangre que cubre el suelo. Me pongo en cuclillas y trago saliva.

-Lo siento, Tony-susurro y cierro sus ojos abiertos. Me acerco más a él y lo evalúo. Respiro hondo y trago saliva nuevamente. Acerco mis manos a él y le quito la chaqueta, maldigo cuando me mancho con su sangre pero logro obtener la chaqueta. Reviso sus bolsillos y encuentro su celular. Lo guardo en mi bolsillo trasero.

Una Familia Inesperada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora