Prólogo

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Un breve encuentro


Massie levantó la vista y ahí estaba Ethan. Mirándola de un modo ambiguo, quizá molesto y nostálgico. En su mirada parecían estar discutiendo muchas emociones.

Ethan, al igual que ella, se había quedado inmóvil durante unos segundos. No podía apartar la vista de ella. Hacía meses que no la tenía tan a su alcance.

Pero la voz de Massie le trajo a la realidad.

—Lo siento. —se disculpó la chica pasando por el hueco que había entre él y la puerta.

—Descuida, no pasa nada... —murmuró Ethan en respuesta.

Antes de avanzar más y de que el rubio se fuera, Massie recordó lo que tenía que empezar a hacer, olvidar y avanzar.

—Ethan —llamó y este se giró—. Enhorabuena por tu relación con Rebeca. Hacen una linda pareja —él no respondió. No supo distinguir si había sido meramente sarcasmo. Se quedó helado. Tanto que le dio tiempo a Massie de llegar a su pupitre, coger su bolso y regresar hasta la salida—. Espero que estés bien. —le sonrió y comenzó a andar en dirección a la cafetería.

Un pie del joven se puso en posición para ir tras ella. Su boca se quedó entreabierta con la intención de llamarla pero no pudo decir nada. Aunque no soportaba la idea de que Massie viviera sin saber cuánto seguía sintiendo por ella.

Ethan permaneció mirando a través de la ventana de su habitación durante largas horas aquella noche

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Ethan permaneció mirando a través de la ventana de su habitación durante largas horas aquella noche. Un breve encuentro con Massie bastó para removerle la conciencia y mantenerlo desvelado en la madrugada.

Él no había sido capaz de olvidarla, al menos no del todo.

Pero cuanto más pensaba en ella, más seguro estaba de que si continuaba así le iba a ser imposible olvidarla y sacarla de su vida.

Delineó aquella sonrisa torcida que tantos dolores de cabeza le había propiciado a la castaña en el tiempo que la conocía. Enseguida se llevó las manos a la cara y lloró enésima vez por ella.



6 meses atrás...



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