Capítulo 10;; arrepentimiento

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Abrió sus ojos con una leve pesadez, enfocando primeramente él techo blanco que tenía la habitación de su hermana, tan solo aquella palabra paso por su mente un sentimiento de culpa llego a su pecho.

En realidad aquel chico sonriente que siempre veía Milk todos los días a todas horas no era mas que una farsa y sabía que, pronto todo estaría mal, sabía que rompería su corazón alma y confianza, sabía que lo odiaría.

Solo por él simple hecho de que; él se estaba empezando a odiar.

Giró despacio su cabeza, obteniendo como primera vista él rostro adormilado de la pelinegra; no pudo evitar sentir pena y lastima, hacía ella y también hacía él.

Simplemente recordó.

«... Al separarse de aquel beso, lo único que pudo hacer fue mirarla como si esta, fuera la única ante sus ojos, sus labios levemente rojos por la fuerza que había tendió él beso y sus orbes negros con un leve brillo.

Él no se había dado cuenta, pero estaba callendo ante ella.

-No puedo más - admitió este contra su oído, sintiendo como se estremecía entre sus brazos. Milk estaba más que dispuesta a lo que se avecinaba.- dejame hacerlo...-Esa vez gruño, haciéndola jadear por instinto.

-Hazlo.- fue lo único que dijo y lo único que basto para que este, sin pensarlo empezara a despojarse de sus prendas, empezando por la blanca camisa que desabotonaba uno a uno.

Terminando con su acto, para segundos después empezar a desabrochar y bajar sus pantalones, todo bajo la mirada azabache que le dedicaba Milk y la desesperación que tenía y no lo dejaba en paz.

Únicamente se quedo con su bóxer, él cual adelante saldría sobrando, se acerco a ella sin siquiera pensarlo más, sus labios se fundieron en un nuevo beso, esta vez mas feroz y erótico.

Sus manos empezaron a marcar la ondulada cintura de la pelinegra, sintiendo todo su contorno, esta gimió ante su tacto, cosa que lo hizo excitarse de alguna manera, ella lo volvía loco.

Empezó lento, quitando con cuidado la blusa de Milk, mirando su sujetador él cual más que provocativo era tierno, una leve risa salió de sus labios, y a los pocos segundos vio como él sonrojo se esparcía en las suaves mejillas de ella.

Besó sus labios, después su cuello dejando rastro de besos húmedos, escuchó como esta saco un gemido, se estaba resistiendo por esperar un poco, se estaba matando pero quería disfrutar.
Paso su mano por la espalda de su hermana solo para deshacerse de ese molesto sujetador, que solo en cuestión de segundos salio volando. La apreció, ya lo había hecho tiempo atrás pero esta vez era diferente y eso lo sabía, acerco su rostro a uno de sus pechos con la única intención de saborearlos, sin duda alguna era la gloria.

Pudo escuchar un pequeño chillido entre todo él ruido que generaban sus pieles en contacto, cosa que fue suficiente para que su miembro empezará a palpitar y doler un poco. Toda la situación lo estaba sacando de sus casillas.

Bajó levemente su ultima prenda, solo lo suficiente para sacar por completo su miembro, se separo un poco de ella y la miro, le bajo los pantalones con desesperación en torpes movimientos para quedar equivalentes en prendas.

Empezó a frotarlo de arriba a bajo, pasaba de la punta hasta la base de su miembro simplemente para después sacar jadeos. Se masturbaba con él simple hecho de mirarla. Lo aceptaba tenía miedo de lastimarla, sabía que le dolería pues sería su primera vez.

Está solo permaneció en su lugar, mirando la cara del pelinegro, sus leves mejillas coloradas y su rostro de sadisfaccion.

Goku ya al borde de la desesperación abrió las piernas de la peliengra, solo para después poco a poco ir bajando sus pequeñas bragas las cuales estaban levemente mojadas. Se detuvo y nuevamente la apreció aún no podía creer lo que estaba haciendo.

Se acerco a ella y beso con dulzura su frente, con su mano empezó a jugetear en la entrada de está mientras sentía como esta se retorcía debajo de él.

-G-Goku~ ah,..- Gimoteo en su oído haciendo que su miembro empezará con unas punzadas más fuertes, claramente pidiendo atención-¡A-ah!- gritó al sentir uno de los dedos de él en su interior, como estos se movían de adentro hacía fuera.

El pelinegro pudo sentir como la cavidad empezaba a soltar los fluidos necesarios para lubricarse, era tan caliente y pegajosa al igual que estrecha; era perfecta. Sacó con cuidado sus dedos y dudoso la miró; ¿En realidad era él momento? Es decir, ya habían llegado hasta ahí pero aun así, no podía evitar sentirse inseguro respecto a ella.

Veía como con esfuerzo empezaba a jadear tratando de recuperar él oxigeno que se había ido de sus pulmones, a los pocos segundos sus miradas se conectaron, la de Milk pedía que siguiera haciéndola sentir bien. Sin embargo él sabía como llevarla al cielo, eso era mejor ¿No? Bajo la mirada de ella empezó a buscar en su pantalon, él cual estaba en un extremó de la cama, el pequeño sobre que llevaba consigo. Al tenerlo entre sus manos simplemente lo abrió y empezó a colocarlo; desde su punta hasta la base de su pene.

Ya listó, acerco su parte intima a la de su compañera, dando leves golpecitos haciendo que pequeños gemidos se escaparan de los labios, levemente hinchados de ella. Sin perder más tiempo acomodo la punta de su miembro en la pequeña entrada, posó ambos brazos a los costados de la azabache.

-Solo relajate o te dolerá- solo vio como esta tragaba en secó, y en un leve empujón empezó a penetrarla sin siquiera detenerse para segundos estar completamente dentro, era muy caliente, demasiado. La miro a los ojos, ambos con lágrimas que evidentemente saldrían en cualquier momento.-Perdón, perdón, perdón...- repitió dulcemente a su oído- no quiero lastimarte.

Milk negó despacio y con sus manos temblando las posó sobre él cuello de Goku, se acerco y deposito un casto y suave beso en sus labios.

-S-sigue...

Sonrió levemente, beso sus mejillas para ir dejando pequeños besos bajando poco a poco a su cuello, empezo a moverse, sintiendo como su miembro era aplastado por las paredes vaginales de Milk, era tan estrecha que se sentía como estar en él paraíso, jamás había sentido eso con otras con las que se había acostado.

Si, ya estaba empezando a compararla.

Sintió como su cavidad empezaba a contraerse, y escuchó como la pelinegra empezaba a respirar más agitadamente; estaba por correrse y se sentia tan bien que apretara su miembro cada vez más que a los segundos él se corrió.

...»

Estaba empezando a odiarse porque tenía muy en claro que jamás tuvo que haberla tocado.


[Capitulo dedicado a; SaraMichelRodriguezM muchísimas gracias por todos esos bellos comentarios 👀👀💓 siempre me alegran él día, te toco lo sabrosón xdCapitulo editado: 9/11/17

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Capitulo editado: 9/11/17

Gracias por leer
-B.]

You want sex, sex have ➳ GoChi +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora