"Quieres sexo, sexo tendrás"
Goku y Milk siempre se trataron como hermanos, más nunca compartieron sangre, ambos crecieron juntos haciéndose algo normal estar a cada segundos el uno a un lado del otro.
Pero todo en esta vida tiene un ciclo, y en e...
Él reloj ya marcaba las 10:00 de la noche, él silencio aún seguía en la habitación en donde, rendida en la cama, se encontraba la pelinegra.
Ese día no había sido él mejor de su vida, había pasado mucha vergüenza y ahora no sabía que hacer, más que cansada estaba frustrada y solo quería sacar de su cabeza él mal momento de la sesión fotográfica.
Por otro lado añoraba la calidez que sentía a lado de Goku, este había salido desde él medio día y aún era hora que no aparecía, si, sabía que su casi hermano tenía otra vida, que no todo él tiempo estaría a su lado cuidándola y dándole atención, él tenía su vida a parte de lo que vivía con ella y en algún aspecto eso le daba celos.
Por que, aún sin saberlo, quería ser solo ella la que le sacará sonrisa en la mañana al despertar, respirar su aroma al tenerlo tan cerca de su cuerpo, sentir su piel al ser tocada, reír cada mañana mientras tomaban un café. Esa eran las pocas mañanas perfectas que tenían pues aceptaba que antes de pedirle que tuvieran relaciones él se la pasaba la mayor parte del tiempo en su departamento o en él trabajo.
Había querido muchas cosas entre ellas que Goku no la hubiera visto como una hermana pequeña, en lo más profundo de su ser deseaba nunca haber llegado a esa casa en donde obtuvo su mas bonita infancia. Por la única razón que tal vez, hubiera conocido a Goku de otra manera y este, probablemente, la hubiera visto con otros ojos.
Todas las noches antes de dormir se hacía la misma pregunta y era inevitable que su mente divagará en como estuvieran ahora. Si serían novio, si tal vez estuvieran casados o en alguna cita romántica, eso la hacía entristecer un poco por que sabía que nunca llegaría a ser, ante los ojos del pelinegro, más que un familiar.
Respiró profundamente solo para despues cerrar los ojo con delicadeza era algo temprano y no tenía nada que hacer esa noche, todo su trabajo lo había hecho en la empresa aunque faltaban algunos detalles estos los haría mañana en la misma.
- Que aburrimiento- expresóen un susurro sin siquiera mover un musculo, él aburrimiento la estaba comiendo tanto así que hasta le daba una inmensa flojera moverse de su lugar.
Sin embargo, al escuchar a su celular vibrar sobre la madera del buró que estaba a su lado, se volteó sin siquiera pensarlo hacía bastante tiempo estaba esperando un mensaje de Goku pero este nunca llegó. Ahora tenía fé que ese pequeño zumbido era un mansaje de él.
Su sonrisa se borro al ver de quien se trataba, no lo odiaba ni mucho menos simplemente odio que no fuera de la persona de quien lo esperaba; era Lapis, su nuevo compañero de trabajo aunque, era algo extraño que este le mandará un mensaje, pero al final decidió leerlo.
Lapis; solo quería agradecer que me diera otra oportunidad, en verdad siento lo que paso esta tarde, me gustaría recompensarle de alguna manera.
Era completamente extraño, de eso estaba segura; sin embargo le pareció un lindo detalle que le agradeciera y se disculpara por algo que evidentemente, no tenia ni la más mínima culpa. Una pequeña sonrisa apreció en su rostro, iba a contestarle; diciendo que no había ningún problema, que se lo recompensará haciendo un gran trabajo, claramente, las intenciones del pelinegro de ojos azules era una que ella no había notando. Sin embargo antes de que aquello pasará no pudo evitar estremecerse al sentir un tibio aliento en su oreja.
-¿Por que tan feliz?- esa voz, tan varonil y gruesa la volvía loca, sin duda alguna Goku la hacia experimentar cosas que ni ella misma conocía.
Rapidamente volteó y sin pensarlo lo abrazo fuertemente, sintiendo como al instante este correspondía a su gesto; estaba muy feliz tanto que hasta sentía que lloraría, pensó que no regresaría esa noche y eso la deprimió en algún aspecto.
Pero ahora estaba ahí, junto a ella.
-¿Pasa algo Milk?-el tono preocupado de él se hizo presente en la habitación, haciéndola regresar de golpe a la realidad.
-Si, solo que... me sentí algo sola aquí- la miro detenidamente, sus orbes negros ya no tenían ese brillo que siempre la caracterizó, fue ahí donde supo que pasaba algo.
-No tienes por que sentirte así, recuerda que yo siempre estaré a tu lado- con delicadeza y como si esta fuera él objeto más valioso levanto su mentón para así mirarse fijamente.
Él sonrió y ella se sonrojo ante aquel maravilloso gesto.
Y poco a poco sin saber por que, él pelinegro se acerco a su rostro, mezclando sus respiraciones, sintiendo como Milk se estremecía ante su tacto, junto sus labios recibiendo ese sabor a fresas conjuntado con su olor a vainilla, era simplemente perfecta, en un rápido movimiento intento abrir sus labios para así adentrar su lengua a su boca, cometido que consiguió.
Se apegó más a ella, hacía bastante tiempo que no había tendió sexo con nadie, aunque admitía que extrañaba aquellos tiempo, ninguno lo había hecho experimentar lo que ahora experimentaba con su hermana. Si, estaba mal pero ya era demasiado tarde para arepenrise de algo que en verdad disfrutaba y disfrutaría.
Ya estaba decidido, la haría suya en cualquier momento.
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[Capitulo dedicado a: Lisvilla501 Este va para ti, gracias por todo hermosa 💓👀 Capitulo editado: 8/11/17 Gracias por leer. -B.]
