Capitulo 1: La Guerra

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Recuerdo cómo mi padre me traía a su trabajo y observaba atentamente como arreglaba cada uno de los autos que le encargaban.

Me encantaba esa fabrica, estar en la Ford era lo mejor, como mi segunda casa, todos ahí me conocían y siempre dejaban que curioseara por ahí. Me dije a mi mismo que yo inventaría cosas novedosas y que mi papa me ayudaría a armarlas pero lamentablemente llego la guerra.

Tuvo que alistarse obligatoriamente y partir pero pudo despedirse de nosotros y jamás dejo de escribirnos hasta que falleció. Al principio no lo aceptaba y siempre tenia mis berrinches pero mi madre no dejo de luchar. Siguió adelante dándome todo lo que necesitaba, educación, comida, amor y jamás me falto nada. Si ella no se rendía yo tampoco, me concentre en mis estudios para convertirme en ingeniero.

Por ese tiempo Argentina ya no era un blanco para las potencias a decir verdad había una especie de cese al fuego pues no se habían lanzado bombas nucleares en un buen tiempo lo llamaron la paz en la tormenta. Un termino justo porque en cualquier momento se volvería a desatar la locura. Ese tiempo me permitió seguir mis estudios sin preocuparme que una bomba me cayera encima y finalmente lograr mi sueño de convertirme en el mejor ingeniero de mi generación.

Y a penas me gradúe me contrataron los del ejercito junto a otros compañeros y al parecer estaban aprovechando el momento de paz momentáneo y así alistarse para la futura confrontación. Empezamos haciendo aparatos antirradiación, que eran el invento de la época no falta decir que lo que hacían era absorber toda radiación en una área de 7 metros. Y armamos muchos drones para que los transportaran a puntos estratégicos del país y desarrollamos bunkers que se activaban si había alguna lectura de radiación elevada que liberaría a los drones con cierto patrón para absorber la mayor cantidad de radiación circundante.

Hasta ese momento desconocía esa tecnología que lo ponía a funcionar y aunque tuve la oportunidad de verlos en acción, era impresionante lo poco que sabia de su mecanismo, luego me entere que fue invención del doctor Wester famoso por investigar la catástrofe de Brasil. Pero además de eso no nos daban mucha información como temiendo que la información se divulgara.

En ese momento lo recordé yo estaba en el patio con mi papa hasta que mi madre lo llamo desesperada para adentro así que fuimos lo mas rápido que pudimos y recuerdo que mi mama estaba con la abuela apoyándose una a la otra y mi padre quedo paralizado en la puerta. Yo no podía ver así que me hice espacio para llegar y allí lo vi, en el televisor decía- ultimo momento cayo una bomba atómica en Brasil- se podían ver las imágenes satelitales de como había quedado el pobre país y aunque yo solo tenia 5 años, entendía lo que estaba sucediendo. Luego de eso paso un tiempo hasta que iniciara la guerra entre las potencias.

Y fue el invento del Doctor Wester el que salvo millones de vidas, era considerado un héroe por ello. Incluso recibió el premio de la paz y el Nobel por el mejor invento. Era una figura a seguir para muchos.

Pero yo tenia una meta propia, crear mi propio invento, como se lo prometí a mi padre. Empecé a trabajar en eso cada noche sin parar, habrán pasado 3 años cuando me llamaron para ver las unidades de combate rusas. La guerra se había reanudado pero ya no con bombas nucleares sino con unidades de combate muy avanzadas. Y éramos como unos cien ingenieros observando cada parte de metal dispersada por todo el galpón, esto habrá sido un tipo de arma pero estaba despedazado por todas partes, fue ahí que conseguí mi primer merito logrando reconstruirlo a la perfección y aunque se veía como si se hubieran apresurado pues tenia varios errores de diseño, la idea era simple y clara, crear un tanque de un solo hombre e impedir cualquier tipo de hackeo.

Desde ese logro me pusieron a cargo de copiar el diseño ruso pero les dije que es un diseño muy prematuro con muchos errores y que podía mejorarlo, costo convencerlos pero aceptaron. Me dieron una pequeña instalación donde trabajar y un equipo. No fue fácil al principio pues mi imagen no emanaba respeto, y si conseguí mi puesto era por la energía que le puse al no querer hacer algo que no funcionaria. Hubieran estado ahí enfrente del general un hombre de hombros anchos y yo un flacucho con nariz puntiaguda, que nunca había demostrado mucho valor pero aquella vez que el general me decía que debía copiar ese nefasto diseño ruso no pude contenerme y decir que lo podía hacer mejor. Para mi sorpresa el general hizo una mueca de sonrisa y me halago diciendo que era un hombre apasionado, y dijo que me retirara. Casi pensé que había perdido mi trabajo pero al día siguiente me notificaron mi mudanza a esta pequeña instalación y que mi equipo llegaría el DIA siguiente.

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