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-¿Le ha dicho por qué se encerró aquí o...?- el joven Changkyun se encontraba en el internado tratando de saber que había sucedido con su amigo.

-No, solo dijo algo de que no todo en la vida es color de rosa... No quiso hablar más- explicó el doctor Lee, mientras observaba expectante al joven quien suspiró negando con su cabeza.

-Aish, Kihyun y sus metáforas...- susurró para sí mismo, estaba totalmente confundido con toda la situación. Hace días que su amigo estaba un poco distante, pero no había señales de que algo malo le pasara.

-¿Sabes si alguien tiene antecedentes de depresión en su familia?- preguntó el doctor formulando alguna aproximación de diagnóstico.

-No, pero tuvo una experiencia que a lo mejor lo traumó... Hace un mes tuvo un accidente, junto con su pareja, él salió herido y su prometido se llevó lo peor- un silencio se hizo presente, el mayor observaba al menor con un semblante serio asintiendo lentamente con su cabeza. Todo comenzaba a quedarle claro.

-Bien, creo que ya sé qué sucede con él. A veces nosotros, tendemos a guardar el estrés, tristeza y todo lo que nos da una mala... Vibra. ¿Él a actuado como si todo estuviera bien durante el trayecto de superación del hecho traumático?- Changkyun dudó unos minutos, no sabía si su amigo se mostraba bien, pero al menos, era el mismo de siempre, un poco más tranquilo.

-En realidad, ahora que lo dice, sí, luego del funeral hizo como que nada pasó, seguía con su vida, sonreía como siempre, bromeaba, jugaba conmigo, estaba normal, aunque... Puede que estuviera fingiendo, ¿verdad?- la expresión del menor cambió a una de decepción. Pensar que su amigo estaba pasando por momento difícil y él creía que todo estaba bien, había sido ignorante.

-Bueno, muchacho, lamento decir que tu amigo sufre un episodio de estrés post-traumático y posiblemente haya desarrollado una leve depresión también- explicó seriamente el mayor. Changkyun solo asintió.

-¿Podría pasar a verle? Quiero darle una cosa- preguntó el joven suspirando.

-Depende de que sea esa cosa- comentó el mayor seriamente- lo siento, es por el protocolo de seguridad, si le das una soga de saltar y lo "permití", talvés tu amigo luego se suicide con eso y yo voy a prisión, no tú- el menor abrió los ojos de par en par al oír las honestas palabras del doctor.

-Tranquilo, es solo una libreta para que se descargue, no puede suicidarse con eso- refutó Changkyun. Un silencio de unos segundos se hizo presente, el menor comenzóa dudar- no puede cortarse las venas con una hoja, ¿verdad?- el mayor soltó una ligera risa ante las ocurrencias del joven.

-Ay hijo, eres un caso perdido, ve a darle eso a tu amigo antes de que te saque o te meta a tí también en una habitación- exclamó este haciendo un ademán con sus manos para que el menor avance hasta la habitación.

El menor comenzó a acercarse a la puerta de la habitación, golpeó suavemente esperando una invitación a pasar. La voz quebrada y suave de su amigo se oyó del otro lado, "pase".
   Entró lentamente, encontrándose con su amigo sentado en una cama, observando la ciudad que se veía desde la ventana, se acercó más y notó que una lágrima caía por su mejilla derecha.

-Hola, Kihyunie- el mayor no se esperaba esa voz. Se giró rápidamente, encontrándose con el joven Changkyun, quien le dedicó una cálida sonrisa con algunas lágrimas incluídas. Ninguno se aguantó y se abalanzaron al mismo tiempo encima del otro para darse un fuerte abrazo.

-Yo no quería venir aquí, pero ya no me quedaba de otra- soltó de repente el mayor entre sollozos. Estaba debastado, débil, como lo estuvo desde ese día.

-Tranquilo, te entiendo, pero no deberías haberte guardado nada, tendrías que haberme hecho saber que no estabas bien, desde el primer día- exclamó levemente el menor, mientras acariciaba la espalda de su amigo como consolación- te traje algo para que te desquites- comentó para luego separarse del mayor y tomar la libreta de su bolsillo trasero del pantalón.

-¿Una libreta?- Kihyun cambió su expresión a una de confusión.

-Para que escribas todo lo que sientas, puedes escribir cualquier cosa, incluso cartas... Yo hacía eso cuando falleció mamá, escribía cartas dirigidas a ella, me ayudó bastante. Has lo mismo pero con Hyunwoo- explicó el menor con una sonrisa. El mayor solo asintió captando el mensaje- bien, debo irme, vendré a verte todos los días, ¿sí?- se acercó al mayor, dándole un beso en la frente y luego saludando con su mano, finalmente saliendo por la puerta.

"Cartas... Talvés no sea mala idea" pensó para sí mismo el mayor.

Se paró de la cama para buscar un lápiz o boliígrafo para comenzar a escribir, por suerte había un escritorio en donde había un apoya-lápices con varios dentro. Tomó uno y comenzó a escribir.

Día 1;

Hola,
    ha pasado tiempo desde la última vez que hablamos, y sé que tú no podrás hacerlo ahora, pero yo sí, así que aprovecharé.
   Para empezar, te extraño. Y por eso mismo, estoy donde estoy, en el Internado Psiquiátrico de Seoul, ¿increíble, cierto? Quién diría que iba a terminar aquí... Como sea, Changkyun vino hace un rato a verme y me dio esta libreta para que "hablara" contigo. Ese niño y sus ocurrencias.

Bueno, no tengo mucho más para decir, apenas estoy hace unas horas aquí, pero supongo que mañana tendré algo nuevo, hasta ahora solo quiero decir que no importa dónde estes, te amaré siempre con todo mi corazón, y ni creas que me deshice del anillo, no, no, está guardado en su cajita como un recuerdo de lo nuestro.
  (Lo siento, me puse cursi...)

Supongo que ya no me queda nada para decir... Nos vemos mañana,

                                                                                                         Te ama, Kihyun♡

Cerró la libreta suavemente, se levantó del escritorio y se dirigió a la cama, ya eran las 12 am, bastante tarde.
  Se acomodó como pudo en la, ahora incómoda, cama y comenzó a cerrar sus ojos, lentamente, hasta caer en los brazos de Morfeo.

      

Pink.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora