Entonces todo cambió. Suena muy fácil decir que las cosas cambiaron, pero cuando realmente pasa. Sientes que tu vida se está cayendo, pedazo por pedazo.
De un momento a otro, todos se opusieron a lo nuestro.
Yo no tenía ningún tipo de dudas, pero aquélla presión estaba acabando con ella.
Yo más que nadie, sentía el temor que yacía por sus venas, al ver como su madre despotricaba de mí, sin embargo nada me hizo temblar ante mis acciones de seguridad.
Lamentablemente a ella sí.
Y entonces llegó a una conclusión. Terminaría conmigo. Mi mundo se cayó cuando ella mencionó que todo tenía que llegar hasta allí.
Le susurré al oído que nunca la olvidaría. Y eso bastó para escuchar que sus pasos se alejaban de mi, y ver como se iba con su cabeza gacha. Quería abrazarla y decirle que nunca podía dejarla, pero debía de respetar su decisión.
Meses después, seguía insistiendole que volviera conmigo, y parecía como sus palabras convertian en puñales atravesando mi pecho para rasgar mi corazón.
Recuerdo cuando la vi, sonriendole a otro chico, iba agarrada de manos con él, no parecía importarle que hace pocos meses había roto mi corazón. Me sentí engañado, traicionado, herido, la rabia me carcomía por dentro; me hervía la sangre al pensar que me había utilizado, y mentido todo éste tiempo. Entonces no dudé en devolverle el favor.
Inicié una nueva relación, y seguía pensando en ella. Llegué a pensar que tal ves podía olvidarla. Que iluso.
Tuve una novia, y otra amiga, pero nada comparado con el amor y la amistad que me ofrecía ella.
Mis acciones a veces me traicionaban, todos los dias mis ojos recorrían el salón de clases para poder visualizarla, y llegaba a hablarle, sin querer, vi sus ojos tener un brillo pequeño cuando me miraba y tal ves solo tal ves podría seguir queriéndome. Pensé.
Un poco después, ella me buscó. Se veía arrepentida y opaca. La sentía triste y algo dentro de mi también se entristeció. Mencionó que me extrañaba y aunque yo moría por decirle que sentía lo mismo, el orgullo ganó, y sentí como la punzada de mis palabras al decir que no la extrañaba la había matado. Aquella vez no hablé yo, si no el orgullo. La lastimé con mis palabras, y eso me dolía mas aún.
Luego de ver lo decaída que se había vuelto, la sonrisa que la caracterizaba se había convertido en nada más que en un recuerdo, que yacía en un viejo baúl de mi alma.
Tomé una decisión.
Le escribiría. Arriesgándome a que ella pudiera rechazarme.
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broken ➳jaebum.
Fanfiction❝Sólo estoy esperando a que llegue mi hora, para dejar éste cuerpo vacío, y que me llenes de tu esencia.❞ book 2.