3. Pijamada

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-Napsta, me siento mal -se quejó el pequeño esqueleto.
-Te dije que no te comieras todo el pudín de una vez -le respondió el robot azul.
-Lo siento, es que estaba tan emocionado por haber ganado... -Sans se llevó las manos a su adolorido estómago, el cuál estaba lleno del postre que habían ofrecido como premio en el programa (premio ganado por él al contestar correctamente todas las preguntas).

Napstatton se llevó a su amigo al laboratorio de Undyne.

-Vamos a que te revise Undyne...

Le había gustado que Sans ganara, se había visto muy lindo y todo feliz cuando lo había anunciado ganador, pero ahora no podía evitar sentirse un poco culpable por el dolor de estómago que sentía de haber comido más de la mitad de esa montaña de pudín.

Tan pronto llegaron al laboratorio, la tímida doctora les recibió.

-¡Hola! ¿Cómo les fue? -en eso, notó la angustia del menor- Sans, ¿Qué tienes?

-Comí mucho pudín y ahora me duele la pancita, Undyne -respondió entrando al lugar, seguido de Napstatton.

-Oh, pobre pequeño... -en eso, a Undyne se le ocurrió una idea- oye, deberías pasar aquí la noche. Te daré una medicina y descansarás muy bien. Puedes quedarte en el cuarto de Napstatton.

-¿Qué? -el robot no pudo evitar sentir un ligero sonrojo al escuchar que su amigo dormiría con él. Por alguna razón que desconocía, se sentía extraño.

-¡Yayy! ¡Será como una pijamada! -exclamó Sans entusiasmado.

-Bien, entonces que no hay problema. Avisémosle a Papyrus por teléfono para que no se preocupe -dijo la doctora contenta, y más aún al ver la reacción del robot. Tal vez eso le ayudaría un poco... quién podría decirlo...

Así que llamaron a su hermano mayor para avisarle, quien le dijo que estaba bien y que se cuidara.

Una vez hecho esto, la científica le dio un una cucharada de medicina para el dolor de estómago y la indigestión, y le pidió a su amigo cuidar de él.

Mientras tanto, el joven estrella se hallaba un poco nervioso y confundido. No entendía porqué se sentía así, años atrás había invitado a Sans a su casa y viceversa, y no de había puesto de esa manera.

"-Sans me cae muy bien, es mi amigo y la verdad le he tomado mucho cariño ¡Pero solo es eso! ¿Verdad? ¡No hay nada más que eso! No puedo pensar en otra cosa que no sea eso..."

-Napsta ¿Pasa algo? -preguntó el menor mientras el robot tenía estos pensamientos, caminando hasta su cuarto.

-Ah, no, Sans ¿Por qué preguntas eso? -dijo él volviendo a la realidad.

-Es que te noto muy pensativo.

-En serio que no es nada ¿Quieres jugar videojuegos?

-¡Síííí!

Ambos acudieron a jugar videojuegos en una pequeña consola que tenía el mayor, como lo hacían antes.

Napsta generalmente era mejor jugando que Sans, pero a veces le gustaba dejarlo ganar, porque le gustaba verlo emocionarse. Le brillaban los ojos con un bello resplandor azul que no había visto en nadie...

"-¡Demonios! ¿Desde cuándo lo miro así?

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2017 ⏰

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