Mi Espíritu Gemelo~ (En Pausa Indefinida)

Ansiedad

Debo prepararme para salir con Alan, pero antes de que pueda poner un pie en mi habitación escuché un grito.

—¡Verónica! ¡Ayuda!— en ese mismo instante salí corriendo hacia la habitación de mi hermano.

—¿¡Qué pasa!?— un susto recorrió todo mi cuerpo debido a sus gritos.

—¡Hay una araña en la pared!

—¡Qué!— Mi hermano se asusta con todo, en especial con las arañas.

—¡Ayúdame Vero! Tengo miedo.— las lágrimas estaban a punto de recorrer su rostro.

—Tranquilo, todo estará bien, la araña no te hará nada Jack.

—Me asusta, sácala de aquí.— estaba alterado, sus gritos no cesaban.

—Cálmate, no desesperes.

Tomé la hoja de un cuadernillo que estaba en la mesa de mi hermano y me llevé a la araña hacia el patio.

—Ya está, no tengas miedo.

—¡Gracias Vero!

—No hay de que.

Luego de haber resuelto el asunto de la araña decidí hablar con Kelly para recordarle que debe cuidar a Jack, hoy por la tarde.

—Hola Kelly, recuerda que debes venir a las 2:30 y de nuevo gracias.— ella tarda unos minutos en contestar.

—Claro, no lo olvidaré.

—Gracias, te espero entonces.

Luego de confirmar que Kelly si vendrá para cuidar a Jack comienzo a arreglarme, me voy a bañar y luego me pongo una camiseta negra con rallas blancas y unos jeans azules, llevo mi cartera y mi móvil para recibir cualquier llamada de mamá o de Kelly, ahora falta una cosa, debía avisarle a mi hermano que la persona que lo cuidara no seré yo sino Kelly.

—Hey Jack, debo decirte algo.

—¿Qué?

—Pues... Kelly vendrá a cuidarte porque yo debo salir así que necesito que no le digas nada de esto a mamá.

—Está bien, pero le dire a mamá—una mueca picara recorrió su rostro.

—¡No! ¡Ni se te ocurra!

—Si quieres que no diga nada me debes tres chocolates.

—De acuerdo, te daré los chocolates pero promete que no dirás nada.

—¡Trato hecho! Lo prometo.

Ding, dong, el timbre sonó, de seguro debe ser Kelly, abrí la puerta y la dejé pasar.

—Hola Verónica.

—¡Kelly!— gritó Jack emocionado.

—¡Jack!— gritó Kelly—¿Cómo estás?

—¡Hola Kelly!— sonrió y le dio un gran abrazo mientras comentaba—¡Tengo un nuevo videojuego!

—¡Que bien! Veamos de que se trata.

—Gracias por esté favor Kelly.

—No hay de que. De acuerdo, vete ya sino se hará tarde.

—Claro— veo la hora—¡No puede ser 2:50! Adiós Kelly, adiós Jack.

—¡Adiós!— contestaron ambos.

Abro la puerta y me dirijo hacia la cafetería, llegué en menos de diez minutos, abrí la puerta y mi corazón latía mil veces por segundo, estoy demasiado ansiosa.

Abrí la puerta y lo vi,¡Era él, era Alan! Volteó la cabeza y me observó fijamente mientras caminaba hacia él y me daba una hermosa sonrisa; llegué a la mesa en donde él se encontraba; sus ojos se iluminaron intensamente al verme y quedó sin habla por unos instantes.

—Hola Verónica— no puede ser, mi corazón se acelera aún más al verlo.