-Un desagradable y blanco, rojo, verde,
negro, transparente, incoloro, añil poema.
-Una dedicatoria para aquellas luces
que nos guían en el caminar.
-Una carta en la que entregué mi alma,
pero el papel nunca lo di.
-Un mensaje para los que en...
Si tú fueras una estrella, Aguardaría a que salieras. Si en el cielo tú estuvieras, Brillarías más que ellas.
Si tú fueras una estrella, De los barcos serías senda. Si tú una estrella fueras, ¡Noche!, que siempre lo fuera.
Pero tú eres todo, y yo soy nada. Si aun fueses nada y yo fuera todo... Si fuéramos todo, si fuésemos nada... Pero yo soy nada y tú eres todo.
Si me dieses tu sonrisa, Haría mares con tu risa. Si tu sangre fuera mía, En ella me sumergiría.
Entre tus hilos me perdería, Si los tuviera, toda mi vida. Si me dieses tu alma, querida, Por tu alma, ¿qué te daría?
Ya sé que tú eres todo, todo, y yo nada. Si aun fueses nada y yo fuera todo... Si fuéramos lodo, si fuéramos agua... Pero yo soy nada, y tú, tú eres todo.
Velaría (y velo) por ti Toda noche que te ausentas. Si deseas, te bajaría La Luna, ¡si me lo pidieras!
¡Oh, vaya!, es imposible: No hay astro que te merezca. No hay estrella que no te envidie Ni cometa que no se enternezca.
Sigues siendo todo, siempre seré nada. No serás nada, sí todo; seré nada, no todo. Nunca seremos todo, jamás seremos nada. Sigo siendo nada y siempre eres todo.
Te pido a ti, linda estrella, Un deseo, a ver si se cumpliera: El beso de mi amada princesa. Que este baile me concediera.
Mas este poema es condicional, Posibilidad, como las estrellas. Nunca sabes cuántas hay de noche; Cuántos deseos te añoran y anhelan.
Y aunque no te creas bella, Aunque te veas como ellas, Aunque no seas una estrella, Te amo como si lo fueras.
Porque por ti daría, daría todo. Pero sin ti no tengo, no tengo nada. Porque yo soy nada y tú eres todo. Porque tú eres todo y yo soy nada.
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