Capítulo 14 Regreso

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Hoy es mi cumpleaños número 17, caminaba por la Aldea mientras conservaba caer las flores del Cerezo, un espectáculo hermoso. Habían pasado dos años desde que vi a los chicos, esperaba su regreso, quería verlos y estar como el equipo 7 de nuevo. En estos dos años la pasé algo mal, extrañaba al cabeza hueca de Naruto y al frío de Sasuke, fueron dos años donde no salí de la Aldea por ningún motivo ya que si salía iría a buscar como fuera a Itachi, seguía desaparecido pero escuché que unos shinobis les pareció haberlo visto entre el bosque. Tenía la esperanza de que siguiera vivo y poder encontrarlo. La boda de Obito y Rin fue un espectáculo muy hermoso y ver a Kakashi en traje me daba risa ya que se sentía incómodo en el, en este tiempo Shikamaru y Neji se convirtieron en Jounin y los demás en Chunin. Mientras caminaba pensaba en cómo se verían Naruto y Sasuke, Naruto lo imaginaba como su papá con el cabello un poco largo y con una presencia fuerte y a Sasuke lo imaginaba igual de misterioso. Moría por verlos y que vieran mi cambio.

- Vamos Sabio apurece que quiero ver a mis amigos.

- No corras Naruto, los verás a su tiempo.

- Vamos, vamos, quiero ver cuanto han cambiado. A demás tengo que darle el regalo a Sakura, hoy es su cumpleaños.

- Naruto por favor. Ve despacio ya no soy muy joven.

- Si, si, como diga. Mire esa es Sakura.

Estaba parado frente a mi una chica de cabello rosado que le llegaba a los hombros, llevaba puesto una falda blanca y una blusa roja con el estampado del clan Haruno acompañado con unas calcetas blancas arriba de la rodilla comprando Dangos.

- Sakura... Disculpeme usted no es...

Al dar la vuelta la chica no era Sakura, tenía los ojos azules y tenía un flequillo.

- Naruto -escuché la voz de Sakura-

Naruto estaba aquí, y traía puesto un pantalón y una chamarra a juego color naranja con negro, su cabello estaba un poco más largo que antes. Dio la vuelta y sus ojos se veían más azules y tenía esa sonrisa tan característica.

Cuando vi a Sakura no la imaginaba así. Tenía puesta una bata blanca y podía apreciar que debajo de ella tenía un vestido rojo algo corto, tenía unas calcetas negras altas arriba de la rodilla, unos zapatos negros, su cabello de nuevo era largo y lo traía en una coleta alta, tenía lentes y hacia lucir sus hermosos ojos verdes, tenía un poco de labial rosado y cargaba en sus brazos libros. De inmediato corrí a abrazarla y la cargue.

- Naruto para por favor.

- Sakura jamás te imaginé así. Te ves demasiado hermosa.

Sentía que mi corazón se saldría de su lugar, Naruto estaba cargándome, por fin había vuelto.

- Vamos ustedes dos. Debemos ver a Tsunade le debo de pagar cierto dinero.

Fuimos todo el camino hablando sobre nuestros entrenamientos. Le contaba como Lady Tsunade fue mi profesora, en los entrenamientos no tenía piedad de mí y me atacaba con toda su fuerza, como me convertí en ninja médico y lo que había pasado en estos años. Naruto me contó de las aventuras con Jiraiya sensei y como lo sacaba de los lugares con mujeres y alcohol, el duro entrenamiento y sus visitas por diversos lugares. Llegamos a la oficina de la Hokage y se emocionó al ver a Jiraiya, no entendía bien su conversación pero llamó a Naruto que le diera la rana y con muchas quejas saco un monedero de rama y se la dio a Tsunade. Entregue mi reporte y salimos.

- ¿Sakura podemos ir a comer Ramen?

- ¡Claro! Me vendría bien comer algo.

Paseábamos por las calles de la Villa cuando los chicos descubrieron la llegada de Naruto, se hizo una conversación tan larga y todos platicaban de su duro entrenamiento a demás de lo que habían vivido a estas alturas. Para mi horrible suerte Kiba dijo que habíamos subido de nivel. Como era de esperarse Naruto armo un gran berrinche por ser él único de rango bajo. Pero para mi sorpresa al finalizar todo lo que pensaba se calmó, río un poco y dijo que igual trabajaría duro para llegar a nuestro nivel, definitivamente Naruto había crecido. Todos comimos Ramen y hacíamos demasiada bulla para ser honesta. Era algo tarde cuando decidí despedirme e ir a mi casa, Naruto se despidió de igual forma y se ofreció voluntario ir a dejarme a mí casa. Caminamos un largo trayecto y mientras hablábamos de todo lo que vio Naruto.

Mi nombre es Haruno Sakura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora