Capítulo 8 Un Minuto Varios Caminos

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Fue un error muy estúpido el mío el de gritar. De inmediato ninjas aparecieron frente a nosotras y mi padre salió con mi primo y el papá de Hinata y su primo. Esta lucha estaba bastante definida, sabía que nosotros ganaríamos. Fue una idea demasiado pronta, de un momento a otro Hinata y yo estábamos en los brazos de estos rufianes, claro estaba secuestradas para poder salir con vida. Estaba molesta conmigo por no llevar algún arma y estar vestida como señorita. Fue cuando intenté hacer un jutsu pero para mi sorpresa mis puntos de chakra estaban cerrados. ¡Esos malditos! Vi a Hinata y ella estaba más calmada que yo, ella sabía que no tenía chakra y claro estaba porque en eso consisten sus técnicas de Hyuga.

- Hagamos un trato señores. -dijo el hombre enmascarado a nuestros padres-  Si nos dejan ir con vida y nos dan el pergamino secreto les regresamos a sus pequeñas hijas.

- No es un trato. -Gritó el señor Hyuga-

¿Pergamino secreto? Así que esa era la reunión verdadera, ellos investigaban en que momento podían atacar y sacar el pergamino y nosotras fuimos claramente una gran oportunidad para que lo obtuvieran aún más rápido y eficaz. Y otra vez Haruno Sakura había cometido un gran error.

- No hables sin pensar, son nuestras hijas.

- La mía no vale la pena ser salvada. Ella no llevará el liderazgo del clan así que es un estorbo.

- Que frías palabras. Eres la peor persona que escuché. ¡Es tu hija!

- No te incumbe Haruno.

Se quedó un momento en silencio y pude escuchar las lágrimas brotando de Hinata. Sentí tanta rabia por ella que mordí la mano de mi secuestrador. Al caer robe un Kunai, mi padre y primo aprovecharon el momento para atacar. Hinata valiente hizo lo mismo que yo. Y corrió al lado de su primo que estaba en plena lucha con un ninja. Los kunais volaban por el área y mi madre protegía a la invitada. Subí al muro de mi casa para pedir ayuda a los miembros de mi clan pero no había nadie en la calle. Uno de estos tipos jalo mi cabello tirandome al piso sin poder moverme, el dolor era grande y más cuando me tenía del cabello. Mi padre y mi primo estaban mal heridos por los ninjas y los Hyuga estaban acorralados. No vi esperanza alguna. Al contrario se metieron a la casa a la cual se escuchó el pelear de mi mamá, no tardó mucho en sacar a mi mamá mal herida por defender a la hermanita de Hinata. De igual forma salió corriendo la pequeña sin un rasguño.

- Ya tenemos el pergamino señor. ¿Qué hacemos con ellos?

- Matalos, no sirven de nada.

Quedé en shock, mi cuerpo no se movía y brotaban lágrimas. Otra vez Sakura llorando y con miedo. Fui la primera en que me levantaron, era la primera en morir claro estaba. El maldito acarició mi cara y con ojos de rabia soltó unas palabras.

- Que pena que una joven tan bella muera así.

Saco un Kunai y sabía que me degollaría, era mi fin. Cerré los ojos y apreté los dientes, seguí llorando como  siempre. Sentí como el Kunai me mataría ya que escuché el cortar del aire por el movimiento. No quería morir así, no quería que muriera nadie hoy. Fue entonces cuando escuché sonido de espadas chocando contra el metal de los kunai, abrí los ojos y el sujeto que me tenía prisionera estaba muerto. Gracias, había llegado ANBU a salvarnos. Ellos casi mataron a todos por completo y ofrecieron una disculpa a mi padre por no llegar antes cuando los había solicitado. Mi padre sabía desde antes que ellos estaban aquí y es por eso que pidió a el clan esconderse y no salir. Mi padre pensando en todo.

- ¿Te encuentras bien? -dijo un hombre con máscara de gato característica de ANBU-

- Sí gracias. -me ayudó a levantar del suelo-

Mi nombre es Haruno Sakura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora