Intervalo 4: Más Muerto Que Vivo

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Despierto...

Mierda, todo el maldito cuerpo me duele...

Trato de abrir los ojos, pero solo uno lo logra, el otro se niega a abrirse...

Mis manos me arden y duelen...

¿Qué carajo paso?

Todo lo veo borroso y rojizo...

Me concentro con las pocas fuerzas que tengo y por fin logro aclarar mi vista...

Mierda ¿Qué demonios pasa?

Estoy en mi casa...

"¿Alfred?, informe"

"Todo se salió de control demasiado rápido... trataste de seguirla, ella volteaba cada vez que podía...

Pero se alejó demasiado...

Perdiste el camino y te desviaste por un callejón...

Trataron de robarte...

Eras un volcán a punto de erupción...

Era un chico...

De tu edad...

Te apuntaba con una navaja, la observaste sin inmutarte...

La sujetaste entre las palmas de tus manos y se la arrebataste, la hoja te cortó las manos, un corte limpio a través de las palmas, apretaste los puños y le rompiste la nariz de un golpe.

Pero no estaba solo...

Un par de compañeros suyos llegaron, al principio tiraron de ti y trataron de separarlos, tu no lo soltabas, su rostro era casi irreconocible a causa de los golpes que le diste, así que te atacaron, te golpearon en la espalda y caíste.

El chico cayó a tu lado, quedaste arrodillado mientras que empezaban a patearte, una de las patadas alcanzó tu rostro y más en concreto, tu ojo... Te tomó 30 segundos recuperar el aire antes de sujetar una de las piernas, tirar de ella hacia ti, y golpearla con tu codo justo en la articulación de la rodilla, el chico gritó de dolor, le partiste la pierna...

El otro empezó a retroceder, con los brazos levantados, implorando piedad, intentó huir...

Corriste tras de él, apenas si logró avanzar unos cuantos metros, lo tacleaste y le encajaste un puñetazo en la quijada, se orinó encima y empezó a llorar...

Te levantaste y lo arrastraste con los otros, llamaste a la policía y te fuiste..."

Lo observo mientras que me habla, se sobresalta y retrocede levantando una mano...

Observo el viejo jardín, está seco y a los árboles les quedan muy pocas hojas, la casa está semi-derruida y hay muy pocas zonas que muestran su viejo esplendor.

- ¿Por qué no me detuviste?

-No podía... El retazo estaba aprendiendo...

- ¿QUÉ?

-Por favor no grites...

- ¡¿POR QUÉ NO ME DETUVISTE?!

-No podía, es parte del aprendizaje de la última lección del retazo... No puedo interferir... Si te sirve de consuelo no eras tú, el retazo estaba en su estado puro, anulo tu parte consciente por un momento...

-¡¡CASI ASESINÉ A ESOS CHICOS!!, ¡¿CREES QUE ME SIENTO MEJOR SABIENDO ESO?!

-Es completamente normal, el aprendizaje del retazo llega de formas abruptas a veces, no pueden controlarse, todos los retazos son distintos, en tu caso fue mucho más brutal e inconsciente debido a que ya está casi completo.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora