La bruja del pueblo

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Todos la conocían. Siempre había estado ahí en los límites del pueblo en una oscuridad formada por los árboles del lugar. Aunque todos hablaban mal de ella y en voz baja, nadie se atrevía a echarla pues si te quedabas sin opciónes ella te resolvía tu problema.
Nadie sabía su edad, aunque se veía joven como de 30 años, sin embargo, por su conocimiento es probable que hubiera vivido cientos de años. Vestía toda de negro y usaba una capa larga aún en los días calurosos.
Contrario a la creencia popular, ella era muy bonita, con piel clara y ojos entre color verde y miel. No tenía ni una sola verruga pero tenía 3 lunares por su boca.
Vivía sola, o al menos rodeada de solo animales. Se corría el rumor de que enamoraba jóvenes para prácticas malévolas, pero esto nunca se pudo comprobar.
Era sería y cuando sonreía todos temían, excepto cuando estaba con niños. Ella los examinaba cuidadosamente y les daba una bendición.
Tenía un singular apego a una niña en particular. Su nombre era Lev y se caracterizaba por reír mucho y ayudar a los demás. También sentía mucha curiosidad por la bruja y constantemente se le regañaba por estar siguiéndola.
Esta niña, no le tenía miedo y le hacía muchas preguntas que llegaban a incomodar a otros pero que en el fondo también querían hacer. Sus ojos brillaban por la admiración que le tenía.
Sin embargo, todos sabían que su relación no era buena, pues tarde o temprano algo iba a salir mal y es que después de todo, que se puede esperar de una bruja malvada...

Corazón PuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora