Corazón Puro

El regalo

Lev odiaba las fiestas. Más específicamente su cumpleaños. Aunque se supone que sería un día grandioso para ella, la verdad era que se la pasaba ayudando más de lo acostumbrado a su madre para la celebración. No podía escaparse para ir a jugar y no podía hacer nada divertido porque se podría ensuciar el vestido.
Pero este año era diferente, pues la bruja le había prometido un regalo. Lev pasó por alto la advertencia de pensarlo bien y solo transcurrió su día entre amigos y familiares que disfrutaban más el día que ella.
Finalmente llegó la hora de despedir a todos los invitados. La limpieza fue ahora hecha solo por su madre, pues se le permitió ir a su habitación a abrir sus regalos. Lev sabía que le regalarían ropa y accesorios pero se sorprendió cuando vio que su madre le había regalado una hermosa libreta de piel y una pluma mágica cuya tinta jamás se extinguía. Astutamente colocó almohadas en su cama para simular que dormía y sin esperar más salió en busca de la bruja.
Era más de media noche y la luna llena llenaba de energía a la bruja que esperaba la llegada de la pequeña. Había hechizado el camino para que solo ella pudiera pasar y que nadie más se acercara.
Lev llegó aún así llena de tierra y hojas mostrando que se había caído más de una vez, pero manteniendo siempre una grande sonrisa.
- ¿ Y bien? ¿Has venido por tu regalo?
¿Lo has pensado bien?
Lev asintió energéticamente.
- Debes comprender que quedarás indefensa una vez que me des tu corazón, sin embargo, yo te daré mi protección completa y total. Mi magia logrará que vivas normalmente.
No puedo despojarte de todo tu corazón pues sin duda quedarían sin vida, pero dejaré las partes que menos usas en funcionamiento para mantenerte con vida.
Lev miraba confusa a la bruja. Ella solo quería su regalo, porque era necesario hablar tanto entonces?
La bruja colocó su dedo en la frente de Lev y empezó a hablar en voz baja con palabras mágicas. Poco a poco un gran sueño se empezó a apoderar de ella y cayó en el césped de golpe. Una gran luz permanecía en la mano de la bruja y la sello en un tubo de cristal. Le dió un beso al recipiente y este desapareció. Miró con algo de lástima a la niña desvanecida y tronó sus dedos para transportarla a su casa instantáneamente.
Lev durmió por 2 días seguidos, preocupando muchísimo a sus padres, pero cuando recuperó la conciencia comió y habló normalmente. Nada parecía diferente en la niña, pero su madre notó que no se comportaba como siempre. Hacía todo lo que se le pedía sin quejarse y si no le indicaban alguna acción, simplemente se quedaba quieta.
Pasó el tiempo y la única cosa que nunca cambio de ella fue el contacto que tenía con la bruja, pero Lev nunca volvió a ser como cuando era niña.
Su madre, preocupada por ella buscó siempre la causa del cambio de su niña, ella estaba segura que la bruja tenía algo que ver en eso.
La madre lloró mucho por su hija y finalmente movió algo dentro de la bruja. Ella le prometió regresar a su hija en 10 años, sólo si era paciente y no la molestaba más.
El tiempo pasó y el momento de regresarle su corazón a Lev se acercaba más y más, pero la bruja esperaba jamás cumplir su promesa...