My Bad Boy.

Capítulo 2-Hermosa Bebé.

Rey.

Fascinante.

Hermosa

Adorable

Y tímida.

En serio, como podría haber todo eso dentro de un pequeño cuerpo que no podría pasar de cinco pies y medio de altura. Como mucho me llegada a la barbilla. Pero era hermosa.

No se porque de repente tenia estos extraños sentimientos y mucho menos que estuviera haciendo estas observaciones.

Solo se que desde que nos interrumpió en el encuentro que íbamos a hacer con los mexicanos tengo esta sensación en el pecho y un hormigueo en la yema de los dedos.

Fue solo verla a ella y a su pequeño bebé y todo a mi alrededor se desvaneció.

Quiero tocarla de nuevo, sentir si es real necesitó saber si es real y no me la imagine. Así que hago lo que siempre hago, hacer lo que me da la gana.

La acerco a mi mientras estamos en la parte de atrás de la camioneta y ella no pone resistencia. Observó a la pequeña bebé a la cual esta amamantando, logro ver lo hermosa que es así de pequeña y sera aun más hermosa de grande.

La chica se acurruca en mi costado mientras yo paso mi brazo derecho por encima de ella apretándola mas a mi para darle mas calor. No se si esta temblando de miedo o de frío.

-Es una niña muy hermosa tu bebé.-Le digo bajamente y ella se tensa.

-Por favor no me la quites, él me la quería quitar. Es mía.-Ella me dice entre lagrimas y sollozos.

-Hey, tranquila pequeña, nadie te va a quitar a tu bebé. Calmate le harás daño.-Le digo y al verme a los ojos se da cuenta de que no miento se relaja pero aun así sigue con la guardia en alto. 

Acaricio su cabello todo el viaje y ella acurruca mas a su bebé en sus brazos. Observo como le saco los gases lo cual fue muy gracioso dado que fue un sonido de lo mas cursi.

El silencio era nuestro acompañante en estos momentos.

***

Cuando diviso la mansión me di cuanta que la pequeña chica la cual se que se llama Marie se a quedado dormida. Pasamos por el enorme portón y saludamos a los guardias haciéndoles saber quienes estábamos en el coche.

La mansión de mi familia es grande y espaciosa con hectáreas y hectáreas de pasto verde, es como si viviera en un club de golf. La casa es enorme de dos pisos y muchas habitaciones, mis hermanos y mi madre están aquí ya que sus autos están afuera. Cuando llegamos a la puerta muevo un poco a Marie para despertarla.

Abre los ojos abruptamente y se aleja de mi. No me gusta su mirada de pánico y pongo mis manos en señal de paz.

-Calma soy yo. Estamos en mi casa y necesito que bajes del auto para así mantenerte segura.-Estiro mi mano para que ella la agarre.

Al ver que soy yo y que digo la verdad me da su pequeña mano reselosamente y la ayudo a bajar.

Cuando sale del auto mira impresionada la mansión, aun con su mano en la mía la guió hacia la puerta principal la cual se abre sin siquiera yo poder llegar a la perilla ya que mi madre fue la que la abrió y cuando vio a Marie llevo sus manos a su boca.

-Oh Dios, pobre chica. Tu padre me llamo cuando venia en camino.-Dice mientras nos adentramos en la casa.-Mi nombre es Agatha y soy la madre de Rey. Tranquila pequeña aquí ningún hombre malo te hará daño.