♦The Lonely Hunter♦

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  William G. Wolf, un adolescente un tanto extraño, solía ser bastante serio por lo cual no le gustaba juntarse en grupos como las demás personas, no siempre caería bien alguien con su carácter así que prefería ser neutral entre todos. En sus estudios tenía calificaciones aprobatorias; nunca había sido un alumno sobresaliente. Con toda su familia prefería mantenerse al margen, simplemente vivir sus días uno tras otro era un chico bastante tranquilo sin embargo mantenía un carácter fuerte. A él, le gustaba hacer distintas actividades, pero lo que más llegaba a disfrutar era sentarse a escuchar música mientras contemplaba su alrededor, ya que eso lo distraía del mundo pudiendo así pensar claramente las cosas sin interrupciones; se podría decir que era muy analítico y perfeccionista, adoraba que todo saliera como él deseaba si no era así no se quedaba conforme con ello. Gracias a esta actitud se podía decir que en su salón de clase él era como "el observador".

William era un amante de los animales, los adoraba a tal grado de decir que ellos podrían llegar a ser mucho mejor que las personas, ellos no destruyen por su propia decisión, se guían por su instinto para lograr sobre existir...por otro lado las personas buscan el destruir para su propio beneficio; Le molestaba bastante que las personas usarán animales para experimentos o cuando los maltrataban, lo odiaba con toda su alma, por esto mismo él no comía carne, su familia si, lo cual hacia que hubieran ciertos problemas a la hora de comida pero él prefería nunca probar ni intentar tener ese gusto hacia tal alimento.

Él tenía 14 años, en ese entonces el asistía a la secundaria. Se la pasaba el día entero siguiendo su misma rutina: observar su salón, a sus compañeros, e incluso se llegaba a preguntar e imaginar que sería de la relación entre él y sus compañeros si pensaran del mismo modo desinteresado, pero más que ayudar a distraerlo, eso lo atormentaba, desear un mundo como él de su cabeza pero en el fondo deseaba ser como los demás, tratar de no pensar tanto en todo y dejarse llevar más, tal vez hacer más amigos, y con ellos poder bromear, hablar y hacer locuras tales de su edad. En su grupo muchos lo reconocían como la persona más fría, por no ser ni sentimental ni expresarse, él podía estar triste, enojado, o feliz, pero él siempre actuaba de la misma manera.

Solía estar solo en los descansos por propia preferencia, pero un día mientras estaba sentado en la esquina de su salón de clases como de costumbre llegó un chico que al observarlo un rato mientras este mismo hablaba con otros compañeros de su clase, se dio cuenta que ellos tenían algunas cosas en común, sin embrago William se determinó a ignorarlo; Aquel chico se dio cuenta de la notoria obviedad del que lo observaba, así que se decidió acercarse a él y en tono amigable se dirigió hacia el diciéndole: "Parece que eres callado". Al principio el solitario joven no mostraba ningún interés por tener un nuevo amigo ya que estaba acostumbrado a la soledad, a pesar del rechazo de Will el chico cuyo nombre era "Aaron" no dejó de intentar hablar con él e insistió tanto que se terminó convirtiendo en su mejor y más grande amigo, pero... ¿Por qué William Wolf, un chico acostumbrado a tal soledad acepto ser amigo de aquel desconocido? Tal vez fue por el trato que le dio incluso al ver que era algo apático ante todos, o tal vez el hecho de compartir pensamientos peculiares pero teniendo puntos de vista diferentes, estos los llevaban en ocasiones a debatirlos y dialogarlos mutuamente y llegaba a ser divertido.

Aaron era un chico de baja estatura cabello siempre desordenado, algo corto con un tono castaño, tez blanca y ojos color café oscuro, contrariamente a Will, teniendo una estatura alta, cabello largo y negro, tez blanca y ojos café claro, casi color miel. Aaron tenía un humor pesado pero amable, muy risueño y nunca tomaba nada en serio pero cuando se necesitaba, apoyaba a William de cualquier manera que necesitara incluso si él joven pelinegro no quería ser ayudado, o más bien que no se lo quería pedir tan directamente. Gracias a su nuevo amigo, William pudo ser un poco más comunicativo y más expresivo. Simplemente ellos llegaron a tener una amistad que Will nunca pensó poder tener con alguien.

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