"De verdad, puedo ser alegre. Amable, agradable, afable... Y eso sólo son las palabras que empiezan por «a». Pero no me pidas que sea simpática, la simpatía no va conmigo."
"El poder de las palabras puede resultar amargo y a la vez liberador."
"En la profunda oscuridad de mi corazón de siniestros latidos, lo sé. Le habría gustado, sin duda. ¿Lo ves? Hasta la muerte tiene corazón."
"¿Cómo le regalas a alguien un pedazo de cielo?Memorízala y luego la describes."
"¿Se puede robar la felicidad? ¿O es sólo otro infernal truco humano?."
"Quise decirle muchas cosas a la ladrona de libros, sobre la belleza y la crueldad, pero ¿qué podía contarle sobre todo eso que ella no supiera? Quise explicarle que no dejo de sobreestimar e infravalorar a la raza humana, que pocas veces me limito únicamente a valoraría. Quise preguntarle cómo un mismo hecho puede ser espléndido y terrible a la vez, y una misma palabra, dura y sublime. Sin embargo, no abrí la boca. Sólo conseguí hablar para confiarle a Liesel Meminger la única verdad que hago mía. Se lo dije a la ladrona de libros, y ahora te lo digo a ti."
"A veces se tiene que luchar contra ideas cultivadas en un criadero."
"Las palabras se disparan con dirección a los ojos."
