rinjin + jikook

CONVERSACIÓN

4

Jungkook saltó en su lugar y su corazón comenzó a latir como loco al percatarse de la presencia de un extraño en su casa, y no cualquiera, era nada mas y nada menos que Park Jimin.

—Perdón, ¿Te asuste? —su voz era tan suave y angelical, o eso es lo que buscaba que pensaran de él. Sea cual sea el caso, estaba funcionando.

Jungkook estaba atrapado en casa con un asesino, debía aparentar no saber nada, debía ser inteligente si no quería morir. Si algo había aprendido de sus animes favoritos era eso, ser precavido y actuar rápido. Aunque, en realidad él siempre actuaba rápido y nada precavido.

—Ah, si —intentó no sonar nervioso, pero falló —Disculpa... —era hora de su plan.

— ¿Te conozco?

¿Quién no conocía a Park Jimin? Qué locura, pero no quería morir, debía hacer de todo para "simpatizar" con él, y aparentar que no sabía nada sobre el cuerpo en su garaje.

Jimin pareció desorientado, seguro le era extraño que alguien no le conociera, pero igual sonrió con amabilidad al menor.

—Mi nombre es Jimin —le tendió la mano— Soy tu vecino.

Pero Jungkook solo se dedicó a escudriñarlo e ignorar su mano, no quería relacionarse con un asesino. El chico se sonrojó levemente debido a la vergüenza por la que pasó al ser ignorado, hacía un buen trabajo actuando, eso debía reconocerlo. Debía prender de él prque hace unos segundos pensó en simpatizar y ahora lo ignoraba. 

"Bien hecho Jungkook" pensaba.

—¿Cómo entraste? —Jungkook hizo caso al chico respecto al "detergente blanco" y colocó dos puños, parecía concentrado en su tarea, pero al mismo tiempo prestaba atención a las acciones que el rubio hacía, o las palabras que diría.

—La puerta estaba abierta —dijo mientras se encogía de hombros.

Jungkook no sabía si creerle, pero por otro lado, él era muy despistado y había dejado la puerta de la entrada abierta un par de veces en el pasado. Se sentía sumamente desdichado por el hecho de haber si quiera espiado a Jimin, cuando aquella tarde —de no ser por el castigo de su madre— pudo habérsela pasado jugando videojuegos con Yoongi, sin preocupaciones ni riesgos.

—Y... ¿Por qué estas aquí? —sus modales eran pésimos, se lo habían dicho antes, pero estaba haciendo lo mejor que podía, intentando no correr hacia su habitación, encerrarse y llamar a la policía, en verdad estaba luchando contra su actitud miedosa e impulsiva.

—Oh bueno —rascó su nuca — Es solo que vine a devolver el tazón de las galletas que tu madre me llevó hace un par de días —me mostró el tazón de vidrio

Jungkook en verdad odiaba la amabilidad de su madre en algunas ocasiones, debido a ella, ahora estaba metido en esa estúpida y aterradora situación, deseaba no haber corrido a su idiota amigo, de esta manera no estaría solo, pero claro, lo estaba.

—Ah, bueno, muchas gracias —Jungkook tomó el tazón de las galletas y sin importarle la presencia de cierto chico se dirigió a la cocina para dejar el objeto en su lugar. Eran más de las siete de la noche y comenzaba a ponerse nervioso, quería que el chico se fuera rápido, pero este se tomaba su tiempo.