Los mayores miraban a su hijo conmocionados por la noticia. Su hijo había declarado ser un alfa, se había presentado hace dos días y SeungCheol ya sabía a donde pertenecía. Era un alfa. Estaba feliz, claro que lo estaba, aunque él ya se estaba haciendo la idea de ser un beta como sus padres el presentarse como un alfa le había cambiando totalmente su plan de vida. Sus padres conversaban con él sobre todo el camino por delante que tendría ahora que sabían que era un alfa.
Sabían que SeungCheol sería alguien muy importante cuando fuese mayor, casi lloraban de la emoción cuando imaginaron a su único pequeño haciendo grandes cosas. Su hijo no sería como cualquier alfa que se aprovechaba de su poder, le habían inculcado muy bien los valores y principalmente el respeto. El joven Choi tenía muchos sueños y planes en su futuro que no dejaría pasar.
Estaban tan emocionados por la inesperada presentación de un alfa en la familia que no dudaron en hacer un pequeño convivió junto a toda la familia. Su abuela que vivía prácticamente a dos casas corrió a la de su hija para casi echarse en llanto sobre el nuevo alfa de la familia, el último había sido el hermano de su madre el cual murió en un trágico accidente de auto. No tenía hijos ni tampoco una persona a la quién estuviera enlazado por lo que no había dejado descendencia.
La abuela de Seungcheol no lo soltaba y el muchacho soltaba risas nerviosas ante las palabras de su abuela, toda aquella situación estaba empezando a ponerlo nervioso.
Por otro lado un pequeño apenas entrando en la fase de la adolescencia veía con fascinación a su hermanos mayores quiénes practicaban una obra de teatro frente a él. Sus dos hermanos; MinGyu y Joshua junto a su hermana Chaerin simulaban una pelea. JiHoon sonreía divertido ante el lenguaje medieval que usaban los mayores y el acento elegante que le daban. A su lado estaba estaba su pequeño hermano SeokMin durmiendo, de vez en cuando JiHoon miraba la puerta esperando por la llegada de sus padres o la de su hermano aún más grande que los otros tres, YoonGi. Eran una familia numerosa, y eso algunas veces no le agradaba a JiHoon creía que por las mañanas sus hermanos eran muy escandalosos. Especialmente creía que SeokMin era el más ruidosos de todos.
YoonGi tenía veinte años recién cumplidos, y era un increíble alfa. JiHoon admiraba mucho a su hermano, el quería ser un gran alfa como él y su padre. Joshua con sus diecisiete años intentaba enseñarle a sus dos menores todo lo que podía, y también a su pequeño JiHoon quien cada día estaba más encantado con el arte de la música —YoonGi y él le enseñaban cuando tenían tiempo— mientras que su hermana Chaerin tenía dieciseis y su hermano MinGyu quince. Cada vez que el castaño recordaba las edades de sus tres hermanos quería reírse, sus padres los tuvieron por año y eso lo hacía gracioso.
De un momento a otro todo quedo en silencio al escuchar un pequeño gruñido de parte de Joshua. Quién hizo callar a MinGyu y a Chaerin.
JiHoon lo había olvidado. Su hermano Joshua se había presentado como alfa hace una semana, se sintió cohibido al igual que sus hermanos al verlo enfadado por la tonta discusión de los dos chicos quienes se disculparon al momento.
—Lo siento, Joshua oppa.
—Lo siento, hyung. —se disculparon con un puchero.
JiHoon sintió la necesidad de también disculparse aunque no había hecho nada. SeokMin se removió y lanzó un bostezo sumamente adorable ante los tres mayores, apenas era un cachorro de ocho años, JiHoon lo miró extrañado porque su pequeño hermano se había despertado de un segundo a otro. Recordó que SeokMin siempre despertaba o sentía cuando sus padres llegaban, ya que apenas entraron por la puerta y SeokMin ya estaba encima de ellos.
JiHoon saludó a sus padres desde el sofá, MinGyu corrió igual abrazarlos mientras que Joshua se sentaba junto a JiHoon y Chaerin caminaba a la cocina para verificar que la comida no se hubiera enfriado. El castaño reconoció que de algo servía ser una familia numerosa, ya que su hermana y MinGyu cocinaban cuando sus padres no estaban, Joshua se encargaba de la limpieza y de que los menores hicieran las tareas de la escuela mientras que cuando YoonGi estaba en casa verificaba que todos estuvieran bien y también se encargaba de las tareas del hogar.
El castaño pareció notar la ausencia de su hermano YoonGi pero no preguntó por él, y es que el mayor de los hermanos desaparecía mucho últimamente, y aunque JiHoon estuviera más apegado a él nunca le preguntaba a donde iba y porqué tardaba tanto cuando antes él era quién le contaba historias para dormir o hacía el intento de cantarle. Desde hace un mes ya no era así, el lugar de hermano mayor y apegado a él se lo estaban robando Joshua y MinGyu. YoonGi apenas se percataba de ello.
JiHoon dejo de preguntarse por su hermano cuando vio su cabellera rubia pasar por la puerta principal anunciando su llegada y dejando sus zapatos en la entrada.
—¡Ya estoy en casa! —Dijo con una sonrisa.
JiHoon se lanzó a él para abrazarlo mientras Joshua saludaba a su hermano con un ademán siguiendo con su lectura, cuando JiHoon rodeo a YoonGi con sus pequeños brazos percibió un aroma que no era el de su hermano, no era el típico aroma a campo que siempre traía consigo, no, un aroma diferente y dulce le empalago su sentido. Se separó de su hermano quién no dejaba de sonreír, JiHoon temió por la sonrisa, y es que su hermano parecía desbordar felicidad. Se daba una idea pero quería esperar a que se lo contará o lo contará a algún otro miembro de la familia.
Los señores Lee recibieron a su hijo en la mesa con una sonrisa, SeokMin ya se encontraba sentado junto a la silla de su madre contándole todo lo que había hecho en el día, el niño apenas y se detenía a respirar. JiHoon decidió sentarse entre Joshua y MinGyu dejando a YoonGi extrañado que confiado se había sentado esperando ver a JiHoon a su lado y contarle lo que planeaba regalarle muy pronto. En su lugar se sentó Chaerin que se encogió de hombros ante la pregunta silenciosa de su hermano por la actitud de uno de los menores.
Los dos hermanos mayores en medio de JiHoon no dejaban de mimarlo entre los dos, JiHoon comenzaba a fastidiarse por la actitud de sus hermanos. No era ningún bebé para que lo tratarán así, ya empezaba arrepentirse de sentarse en aquel lugar.
Meses después la familia Lee estaba más que encantada con las presentaciones de sus hijos. Una familia de Alfas. ¡Hasta Chaerin —que tenía auras de beta— resultó una alfa!
JiHoon estaba cien por ciento convencido que él también sería un alfa, aún le faltaba crecer solo era eso. Esperaba que cuando se presentará su cuerpo cambie al igual que sus hermanos, que ahora tenían un aspecto maduro pero seguían siendo los mismos chicos que discutían por no saberse las líneas del libreto.
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La Familia Alfa ーCoupZi
FanfictionChoi SeungCheol era un buen alfa pero la familia Lee no lo creía. Realmente creían que ningún alfa era lo suficientemente bueno para el único omega de una familia de solo alfas.