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Lee Seokmin.

El nombre les hizo click en la cabeza de inmediato. El bibliotecario de la escuela, un chico mayor que quizá estaba en la universidad.

—¿E-Estás hablando enserio?

—¡Yah! Sí, es enserio nunca les mentiría con algo así. —tapó su rostro avergonzado.

Los dos chicos estaban destrozados por la noticia. El pequeño Jihoonie había destrozado sin saberlo de nuevo los corazones de los dos chicos.

—Oh... Es que no lo esperábamos para nada. —dijo Seungcheol sonriendo tembloroso, no, él no estaba ardiendo en celos por la idea de Jihoon con otro hombre.

Claro que no.

Joshua tomó una respiración profunda.

—¿Por qué no lo invitamos a comer mañana? Es un tipo amigable, ya he hablado con él un par de veces. —Seungcheol le miró como si hubiera dicho que había visto un elefante en tutú montando un monociclo.

Joshua estaba pensando en Jihoon, el rubio seguía siendo su amigo después de todo y sus sentimientos eran muy aparte de la amistad que tenían.

Y si Jihoon quería estar con Seokmin haría lo que fuera porque Jihoon fuera feliz. Seungcheol no dijo nada y solo se cruzó de brazos para ver lo que quedaba de la película, indignado por la idea de Joshua.

—No creo que quiera... —murmuró con la vergüenza a flor de piel, sus mejillas pintadas de un adorable rosado.

—Te aseguró que si va a aceptar. —sonrió al pequeño rubio.

—Y si no lo hace es un estúpido. —susurro con rabia para si mismo Seungcheol.

[…]

El americano creyó que sería mucho más complicado de lo que creía pero no. Seokmin aceptó su invitación sin dudarlo ni un segundo, el alegre chico le aseguro estar en la hora de almuerzo con ellos. Jihoon al enterarse se había puesto rojo y los ojos le brillaban de felicidad, Joshua estaba seguro que su su amigo no tuviera esa fachada de chico serio y rostro inmovible estaría saltando a su alrededor.

—No entiendo que le ve a ese. —dijo en queja el pelinegro, lloriqueando por el rechazo indirecto del rubio.

Seungkwan que sabía la historia completa de como Seungcheol y Joshua morían por el pequeño rubio que duras a penas les daba la hora, aconsejaba que debían dejar a Jihoon probarse con Seokmin y si no servía uno de los dos debía lanzarse a consolar al chico. Obviamente hubo una discusión de por medio por ser el que consolaria al rubio. El cuál ni siquiera aún tenía el corazón roto, Seungkwan puso sus ojos en blanco cuando lo escucho discutir. Para los dos tontos hyungs que tenía todo parecía una competencia.

[…]

Seokmin reía y hablaba con Jihoon, quién se sentía en el cielo por hablar con su prototipo de hombre perfecto. El mayor paseaba su brazo alrededor del rubio, esta acción hacía que Seungcheol tuviera que ir por más tenedores para seguir comiendo y que Joshua tuviera marcas de sus uñas enterradas en las palmas de sus manos.

El pelinegro a un lado del rubio no se daba cuenta de como Seungcheol y Joshua se les cortaba la respiración por como Jihoon reía tan natural con él, peor cuando le dio de comer como si fuera un bebé.

—¡Ay Jihoonie! Eres tan lindo, vas a ser mi pequeño bebé. —y lo abrazó sonriendo tiernamente.

Los chicos explotaron, Joshua nunca había sentido tanto dolor en su boca y Seungcheol tenía los nudillos blancos. Lo que no sabía era que Seokmin solo estaba viendo a Jihoon como un pequeño hermanito al que debía cuidar.

[…]

Una semana le basto a Jihoon para estar completamente apegado a Seokmin, ahí fue dónde se dio cuenta de algo que no notó cuando hablaron en la cafetería la primera vez.

A Seokmin ya le gustaba otra persona, alguien se había ganado su corazón primero, y Jihoon se dio cuenta de quién se trataba.

Nada más ni nada menos que su mejor amigo.

Hong Joshua era el que le había robado el corazón al chico que le gustaba a Jihoon. El rubio se sintió devastado pero no podía hacer cambiar los sentimientos de Seokmin, así que no espero y le dio la noticia a Joshua de los sentimientos de Seokmin a él.

—Pero Hoonie... A mi ya me gusta alguien más. —respondió apenado— ¿por qué no intentas hacer que le gustes? Quizá funcione. —le dio la idea con todo el dolor de su corazón.

—Hyung yo no puedo hacer eso, son los sentimentos de Seokmin hyung no puedo hacer que los cambie —hizo una mueca, frunciendo sus labios— dale una oportunidad, ¿por mí?

Joshua no le podía negar nada a Jihoon, nunca pudo contra esos pequeños ojos gatunos y su boquita en puchero que hacía que su corazón se acelerará. Pero esto no lo podía hacer, no podía salir con Lee Seokmin. No cuando Seungcheol podría aprovechar que él no estuviera ya en el camino, después de todo lo que le costó entrar a la vida de Jihoon.

—Lo siento, Hoonie —se acercó y besó su frente, una acción muy audaz de su parte— no puedo salir con él.

[…]

—Jihoonie, vamos no puedes hacerme esto. —se quejó con un puchero.

Jihoon estaba serio, no hablaba con nadie y parecía estar más arisco y gruñon. Cualquier persona que apenas respirara a su lado ya era víctima de insultos y gritos de parte del rubio. Le hacía la ley del hielo a los chicos, durante los tres días comía solo y los chicos no lo veían más que en las clases.

Joshua quién era el más preocupado —junto a Seungcheol— lo buscaban en su casa pero nadie salía, o la misma madre de Jihoon les decía que no quería ver a nadie con una mueca tristona.

Seungcheol insistía en sentarse con él a la hora del almuerzo aunque el rubio no lo volteaba a ver.

—¿Me quieres contar que paso? Anda Jihoonie, todos estamos muy preocupados por ti... —intentó pasar sus brazos alrededor de la cintura del menor para abrazarlo.

—Déjame . —murmuro en voz baja, sin ningún tono amenazante.

Más bien, casi temblorosa y fina. Seungcheol movió su cabeza hacia al rostro de Jihoon.

—¿Qué sucede Jihoonie? Vamos pequeño, dime que sucede, me estás matando.

Aprovechando que estaban uno enfrente de otro Seungcheol abrazó a Jihoon intentando esconderlo en su pecho porque Jihoon había comenzado a llorar muy fuerte.

—Ya, ya bebé, todo está bien. —murmuro en su oído con voz suave.

Se metió con el menor en brazos tarareando con ternura una canción dulzona.

—I-Intente decirle a Seokmin hyung que m-me gusta, aunque ya sabía q-que me rechazaría —dijo entre hipidos— lo hice, no s-sabía que un rechazo d-doliera tanto.

Como no tienes idea, Hoonie. Pensó Seungcheol tomando aire y aún acariciando la espalda de Jihoon de forma perezosa para intentar calmarlo.

—¿Por eso estabas de tan mal humor, Jihoonie? Mira ponerte así por él no vale la pena, muéstrame una sonrisa mejor. —acuno el rostro del menor sonriendo para que le imitase.

Jihoon con las mejillas rojas y las lágrimas empapando las mismas lo miró con ojos brillosos. Y sonrió, sonrió tan jodidamente hermoso hacia Seungcheol que este no lo resistió y lleno de besos el rostro de Jihoon.

—¡Tan tierno mi Jihoonie!

—¡Yah! ¡Hyung! —intentó apartar a Seungcheol entre risas— ¡Seungcheol es enserio!

El pelinegro hizo oídos sordos y siguió aprovechando lo cariñoso que se encontraba Jihoon, como un tierno gatito dispuesto a las caricias de su amo.

NASTY ーCoupZiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora