Amaneció y un rayo de luz me despertó advirtiendome que ya era de día. Me sentía raro, era como si no quería que amaneciera, una parte de mí sentía temor y nerviosismo por la advertencia de Yahir la noche anterior. Pero al mismo tiempo estaba molesto y quería hacerme respetar de alguna forma.
--Santi debes bajar pronto, recuerda que vamos a pasar el fin de semana con los vecinos-- gritaba Tamy desde fuera de mi habitación. Yo no respondía pues mi malestar crecía al recordar que Tamy había aceptado esa invitación, apenas los habíamos conocido el día anterior.Entonces un suspiro salió de mi y decidí bajar con mi mochila repleta de mis cosas.--¡Tamy! ¿de verdad quieres ir? ¿Y que tal si son psicópatas? ¿Y si algo nos sucede?--. Le preguntaba y ella solo soltaba una carcajada a cada pregunta.
--Solo están siendo amables, tranquilo, además ya acepte, no hay vuelta atrás--. Decía Tamy tan relajada, quise contarle lo que había dicho Yahir pero mi ego pudo más y decidí no hablar una sola palabra.Salimos y caminamos asta la casa de los vecinos, cuando llegamos ellos estaban esperándonos y su alegría se hizo notar al vernos.
--Creí que tal vez no vendrían, pero que bueno que no se hayan arrepentido, va ser divertido--. Decía el sr. William con notoria felicidad. Nos embarcamos en una furgoneta azul y nuestro viaje empezó. Yahir por su lado estaba en otro mundo, él con su espantosa música que sobresalía de sus audífonos y que todos alcanzabamos a oír. Su estilo punkero casi dark lo hacía ver bastante rudo, frío, como si no fuera real, sin contar con esa expresión de seriedad en su rostro que nunca cambiaba.Yo estaba a su costado y una fuerza poderosa que podía dominarme, me hacía mirarlo de pies a cabeza, sentía una extraña atracción, pero el recuerdo de la noche anterior también me hacía odiarlo. Pasó casi una hora asta que por fin llegamos, de inmediato bajamos y el lugar si estaba hermoso, me hizo perder la cabeza por unos segundos. Todos estaban entrando a la casa, excepto Yahir, el estaba aún en el carro. Yo me senté en el portal de la casa y de pronto Yahir se acerco hacia mí y cuando estaba frente mio, sus cejas se fruncieron para después decir.
--¿Porque no paras de mirarme? Es muy incómodo-- me dijo y de inmediato se volteó para dejarme petrificado, no por lo que dijo, sino por su voz, esta vez no era amenazante, era más bien tímida pero firme a la vez.
Solté una sonrisa tonta y mis mejillas comenzaron sonrojarse, mi timidez también se hizo presente. Solo de imaginar que Yahir se había dado cuenta de mis miradas, me daba vergüenza.En cuanto nos asignaron una habitación me dirigí de inmediato para poder echar una siesta ya que la noche anterior me había acostamos muy tarde y sentía algo de sueño. Habrían pasado unos 40 minutos cuando Tamy me despertó para que fuera al comedor pues ya era hora de almorzar, un fuerte olor a carne guisada confirma lo dicho. Baje como una pues mi apetito también había despertado, me detuve de pronto al ver más gente de la esperada. --El es Santiago el hijo de Tamara la nueva vecina, se mudaron hace poquito y quisimos invitarlos--. Explicaba el sr. William a los nuevos invitados quienes no eran más que un par de adolescentes, una chica y un chico, ambos más o menos de mi edad. --Ellos son mis sobrinos los gemelos Amber y Peter hijos de mi hermana, ellos han llegado hace un momento, sus padres pasarán trabajando el fin de semana por eso los invité--. Decía la sra. Mirna posando su mano sobre mi hombro. Me senté frente a ellos quienes de inmediato comenzaron a hablar y hacerme preguntas, super carismáticos pensé, no son para nada iguales a sus primos.
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¿ME PERMITES QUE TE BESE?
Romance"NO SE PERMITEN REPLICAS NI ADAPTACIONES" Estaba sumamente molesto porque Tamy me daba la noticia de que nos volvíamos a mudar. No se ni porque me causaba tanta rabia, si año tras año lo hacíamos, solo que esta vez tenía la esperanza de que fuera...