Llegue a una casa blanca, con varios coches caros aparcados en la puerta. Me paré a pensar en qué clase de personas estarían en este lugar, y si había sido buena idea elegir Braelyn. A lo mejor sería mejor volver y suplicar a la señora que me pusiese en Buckley.
Sacudí la cabeza. Allí no conozco a nadie, y aquí está Rebecca.
Abrí la puerta con mis llaves, y observe el amplio recibidor, con 6 percheros, 6 armarios pequeños y 6 taquillas de madera a la izquierda. Avance, y vi a cinco chicas sentadas en el salón, conversando animadamente. Me acerqué lentamente, y me presenté.
-Hola, soy Valen.
Una de las tres chicas rubias que había resopló. -Otra nueva...
Entre ellas se pusieron a cuchichear acerca de mis converse viejas, mis pantalones vaqueros y mi sudadera granate. Observé en silencio, y distinguí a Rebecca entre ellas. La salude con un gesto amable, y ella ni me miró.
Si este era el recibimiento que había tenido, iban a ver qué era capaz de hacer Valentina Smith.Tras acomodar mi ropa y hacer mi cama, me puse a pensar en él maléfico plan que haría que las cinco idiotas me cogiesen respeto.
00:00 pm
Me levante gracias a la alarma que me había puesto en el móvil, y me puse mis chanclas. Tras acomodarme el short del pijama, baje las escaleras y salí de la casa. Camine hasta llegar hasta unos arbustos, y allí me puse a buscar escarabajos. Cuando me hube llenado las manos, me di la vuelta y emprendí el regreso a mi casa.De repente, choque contra alguien.
-¡Ay!- Murmuré mientras me frotaba el brazo, e intentaba recoger los escarabajos que se me habían caído.
-Vaya vaya...-Un chico se rió.
Tras recoger mis escarabajos del suelo, intenté seguir con mi camino, pero el chico que se había reído antes me impidió el paso.-¿Quién tenemos aquí?-Murmuró fijando la mirada en mi escote.
-Nadie.-Dije cruzando los brazos sobre mi pecho.-Eres un asqueroso.
Él soltó una carcajada, y apartó la mirada. -¿Sabes con quién estás hablando?-Dice él.
-Como si fueses Chuck Norris. Tengo sueño y me voy a la cama.-Hice ademán de salir corriendo, pero me volvió a detener. -Se nota que eres nueva. Soy Blake Teller.
Asentí sin interés. -Valentina Smith.- Dije, y me di la vuelta y eché a correr.
Miré hacia atrás, y vi que no me seguía. Me paré en seco a recobrar el aliento, y después entré en casa. Subí de puntillas por las escaleras, y me metí en un cuarto al azar. Así metí los escarabajos debajo de su almohada, como lo hice en los siguientes cuatro cuartos. Me metí corriendo a mi cuarto, y me tapé la cabeza con la almohada para aguantar la risa.
3...2...1...Seguidamente comencé a escuchar chillidos y gritos en las habitaciones de al lado. Sin poder evitarlo, solté una carcajada enorme, y las cinco chicas aparecieron en mi puerta furiosas.
-Mañana solucionaremos todo esto.-Dijo una rubia.- Ahora iros todas a dormir.
Suspiré aliviada, y concilié el sueño al fin.
Por la mañana, me desperté y bajé las escaleras. Estaban todas desayunando, y se veía que no me iban a dejar ninguna tostada, así que me vestí y salí de la casa para explorar. A la izquierda había otra casa, y a la derecha otras dos. Si salías del área de casas (había bastantes áreas, pero cada una estaba vallada, y tenía piscina, edificio común con salón y salas individuales, a parte de un gran jardín con muchos árboles, una cafetería y un gimnasio). Nada más salir del área, nos encontrábamos con el edificio de aulas, con todas las clases de todas las áreas, otra cafetería, salón de actos y baños. Más atrás estaban los campos del equipo de rugby, los West Lions, y más atrás las demás áreas de casas. Todavía era el primer día, así que no había clases hasta mañana. De repente vi venir del edificio de aulas al delegado que me ayudó ayer, Martin Dallas. Venía con cara preocupada.
-Tú eras Valentina Smith, ¿verdad?-Pregunta nervioso. Asiento tranquila.
-El director Watson te llama. No se qué habrás hecho, pero está furioso.-Dice, y se da la vuelta para volver a entrar en el edificio. Mierda. La he cagado. Todavía no se cual es la razón de que me llamen, pero creo que Blake Teller se chivó de que tenía escarabajos. Entré, y me dirigí al despacho del director. cuando entré, un hombre de mediana edad con pelo y barba gris estaba sentado en un sillón, delante de un montón de papeles.
-Buenos días, Smith.- Qué rápido se han aprendido mi apellido.
-Buenos días director Watson. ¿Para qué me ha llamado?-Pregunto retorciendo las manos en mi espalda.
-¿Es verdad que ayer saliste de tu cabaña a las doce, y a demás llevabas escarabajos?-Pregunta cansado. -Sí.-Asiento.
-Si es así, esto es un aviso Smith. Al cuarto aviso serás expulsada. Por ahora, te cambiaré de casa. Ahora vivirás en Buckley. Ve a trasladar tus cosas.
Por dentro estaba dando saltos. Me libraría de las tres rubias, Rebecca y la otra, y estaba segura de que las de Buckley serían más majas.
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