¡Podriamos contratar un stripper!

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Tras sacar todo mi equipaje de Braelyn, llegué a Buckley. La casa era igual que la anterior, pero con coches más modestos aparcados. Timbré, y me abrió una chica con el pelo tan naranja como una zanahoria,  en ropa interior. Se le iluminó el rostro
. -¡HOLA! Debes de ser Valentina, ¿verdad?¿En serio metiste escarabajos debajo de las almohadas de Braelyn? Eres mi ídola, tía. Bueno, pasa. Sube a tu cuarto si quieres, que por cierto está subiendo las escaleras el último a la derecha, desempaca y baja después. ¡Tienes que contarnos todos los detalles!-Tras su largo discurso, tomó aire como si se estuviese ahogando, y continuó hablando. -Yo soy Emma. Emma Blease. No te preocupes por andar en ropa interior por la casa,esta es la casa de los sujetadores.- Solté una carcajada.
-Encantada.- Digo yo. Emma y yo nos vamos a llevar bien. Detrás de ella apareció otra chica en sujetador, con el pelo negro ondulado y los ojos gigantes, azules.
-Deja a la pobre chica, Emma. Se está agobiando con tu discurso. Yo soy Jenna Rowen, encantada. Ve a dejar tus cosas a tu cuarto, y ahora te presentamos a las demás.
Asentí con la cabeza, y entre a la casa. La estructura esa igual que la de Braelyn, pero los muebles completamente distintos, menos pijos diría yo. Más modernos.
Subí a mi cuarto, y dejé mis bolsas y maletas en la cama. Eché un vistazo a mi cuarto, y me fijé en que todo estaba pulcramente colocado, como si nadie hubiese estado viviendo por mucho tiempo. Me quité mis converse, y salí del cuarto. Bajé las escaleras, y me senté junto a mis nuevas compañeras. Todas estaban en sujetador, y todas lucían impresionantes curvas. Nada más sentarme, todas las miradas se dirigieron a mi.
-¿Eres Valentina?-Preguntó una chica con las cejas perfectas.-Yo soy Anne, encantada
-Yo soy Grace.-Dijo una chica de piel oscura. -Yo Katia-Añadió una chica con labios perfectos.
-A Emma y a mí ya nos conoces.- Dijo Jenna.
-Tienes que contarnos que hiciste. Pero antes, tienes que quedarte en ropa interior.
Dice Emma eufórica. Suspiro, y me deshago de mis vaqueros desgastados, mi sudadera y mi camiseta. Seguidamente, escucho silbidos.  Me sonrojo, e intento no mirar a las chicas. Espero que ni haya ninguna lesbiana
-Así mejor. Oye oye. Hay que hacer algo especial, ¡tenemos nueva compi de casa!-Chilla Emma.
-¡Podríamos contratar un stripper!- Dice Anne entusiasmada. Jenna niega con la cabeza . -Como mucho podemos acercarnos a la fiesta que Ackerley da hoy, pero sin excesos. Mañana hay clases.
-¿Qué es Ackerley?-Pregunto yo. Todas se quedan boquiabiertas.
-Es nuestra casa vecina.-Aclara Katia.
-¡Donde viven los chicos más sexys, guapos y buenorros de toda la universidad!-Grita Anne. Río.
Todas asienten.- Pues vayan a prepararse, chicas. En una hora nos vamos.-Dice Grace emocionada.
Subimos las escaleras corriendo, y llegamos a nuestros cuartos. Gracias a Dios fui precavida y me traje un par de vestidos de fiesta. Escojo uno rojo de tirantes corto, con la espalda completamente al aire. Me pongo unas bailarinas negras (soy anti-tacones) y me recojo el pelo en una trenza de raíz. Me maquillo un poco, cojo mi móvil, me pongo unos pendientes y salgo de mi cuarto. Ninguna chica está aún lista, así que me pongo a espiar a la casa vecina por la ventana.
De repente, algo se estrella contra la ventana y hace que me retire sobresaltada. ¡Alguien me ha tirado un huevo!
Vuelvo a mirar por la ventana y veo a un chico moreno riéndose. Hijo de... Esto no se queda aquí.
Las chicas van bajando, y se sientan en el sofá. Todas van con vestidos cortos, maquilladas y con tacones. -¡Valen! Ven, nos vamos.- Me llama Katia.
Salimos de la casa, y llegamos a Ackerley. Son las nueve de la noche.
Ya en la entrada hay gente borracha, morreándose o fumando. Hay un olor a tabaco sospechoso. La música se escucha a todo volumen, y hay gente subida en el tejado.
-¡ESTO SON LAS MÍTICAS FIESTAS DE BLAKE TELLER!- Chilla Katia mientras se contonea rítmicamente. Blake Teller...me suena. Entramos en la casa, y es casi imposible entrar. Está abarrotada. En la cocina hay gente jugando a botella. Las chicas y yo nos miramos, y asentimos. -¿Podemos jugar?-Pregunta Jenna. El chico que tiene la botella, al ver los generosos pechos de Jenna, asiente y nos hace hueco. -Es Dylan Wales, uno de los chicos más populares de la uni.-Murmura Grace mientras se sienta.
Miro a quien tengo en frente. Mierda, es el chico que me lanzó el huevo antes. Todavía no sé cómo se llama. -Oye, yo...prefiero no jugar. Voy al baño, chicas.-Me miran decepcionadas, y el chico me mira con mirada burlona. Frunzo el ceño, me levanto y me voy. No sé muy bien qué hacer, no conozco a nadie y no conozco la casa. Agarro un vaso de cerveza de la mesa, y me apoyo en ella mientras bebo.
-¿Te gusta mi fiesta?-Susurra alguien en mi oído.
Mierda. Blake Teller. Me doy la vuelta y la encaro con mi vaso en la mano.
-No, es una mierda. Al igual que el organizador.-Le suelto. No parece afectarle, ya que sigue con esa expresión de estúpido que llevaba la noche anterior.
-Pero el organizador es sexy, ¿verdad?-Dice riéndose. Yo vuelvo a fruncir el ceño, y pego un trago a mi cerveza. -El organizador va a acabar con las bolas abolladas como no se valla.-Siseo. Él sigue impasible y parece que se va, pero resopla y se da la vuelta. Suspiro aliviada. Agarro otro vaso de cerveza, y me lo bebo de un trago. Ya me ha puesto de mal humor. Agarro un tercero, y me lo bebo. Me empiezo a sentir mal. Que poco aguante tengo con el alcohol, de verdad. Pero está tan rico...
Agarro un cuarto, un quinto, un sexto...y pierdo la cuenta.

Me froto un ojo, y me incorporo. Miro a mi alrededor sobresaltada. ¿Donde estoy?
Estoy en una cama con sábanas azules, y un cuarto con olor a axe. Debo estar en una casa masculina, pero no sé cuál. Mierda, espero no haber hecho ninguna gilipollez

Me fijo en mi ropa, y para mi alivio llevo mi vestido rojo impoluto. Me peino mi trenza con las manos, y salgo del cuarto. Oigo voces de hombres en la planta de abajo. Tengo que escapar sin que me vean. Vuelvo al cuarto, y miro por la ventana. No está muy alta, solo es un segundo piso. Si salto caeré en los setos que separan esta casa de la siguiente, y no me haré mucho daño. Abro la ventana, y sacó un pie fuera.
-¿Dónde vas?-Una voz sale desde la puerta.
Sacó el otro pie, pero la persona que hay detrás corre y me agarra de la cintura.
Huele como el cuarto, a axe.
-Eres Valentina Smith, ¿verdad?
-¿Por qué todos se saben mi nombre?-Refunfuño mientras me libro de sus brazos y me bajo de la ventana. -Desde tu episodio con los escarabajos, todos te conocen. Soy Jason Lewer, por cierto.
-Valentina Smith. ¿Por qué estoy en tu cuarto?
El suelta una carcajada. -¿No te acuerdas de nada?
Niego poniéndome nerviosa. El me mira preocupado,,
-Te emborrachaste, y después besaste a Mike Kurt. Seguidamente te desmayaste, yo te cogí en brazos y te traje a mi cuarto,
Mierda.
Mierda mierda mierda mierda.
¿Quién demonios será Mike Kurt y por qué le he besado?

VALENTINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora