Ni una "O"

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Me levanté con unas ojeras del porte de un buque y con un hambre que me comería una vaca. Salí de la habitación un poco atontado producto de no haber dormido nada, en el pasillo del segundo piso me topé al Naiko, venía vestido con sus boxers y una polera del Edgar.

-Buenos días Nico. -Dijo el Naiko, luego bostezó pegándomelo.

-No sé qué tan buenos días son güeón. -Me miró extraño pero no me preguntó nada.

-Bajemos a desayunar, estoy muerto de hambre.

-Vamos po. -Menos mal que el Naiko iba conmigo al primer piso, si no, no hubiera bajado por cuenta propia, abajo estaba el Jaime y no sabía cómo hablarle. Ayer me había tomado de sorpresa, qué chucha había pasado, ése no era el Jaime que siempre me grita y con el que discutimos por puras güeás. Cuando estaba bajando las escaleras se me empezó a acelerar el corazón, no quería hablar con el rojo culiao pero a la vez tenía mil preguntas que hacerle. Al llegar abajo dejé que el Naiko se me adelantara, iba detrás de él como esperando a que me saliera un screamer en cualquier momento; noté que al pasar a la cocina el Jaime no se veía por ningún lado, eso me extrañó caleta, ¿dónde se había metido?

-¿Están haciendo el desayuno? –Era el Edgar que venía bajando por las escaleras- ¿Y el Jaime, sigue durmiendo?

-No sé, no bajó con nosotros. –Respondió el Naiko.

-Aquí estoy, altiro ayudo con el desayuno. –Me sorprendí al ver que el Jaime se levantaba perezosamente de uno de los sillones del Edgar.

-Qué hací ahí güeón, ¿acaso dormiste en el sillón anoche? –Dijo el Edgar, al parecer sí había dormido ahí.

-Vine por comida en la madrugada y de lo curao que estaba me quedé dormido en tu sillón. Bastante cómodo. –Lo último lo dijo con ironía. El rojo no saludó a nadie en particular, creo que ése había sido su "saludo" por lo que no tuve que hablarle, sólo nos dedicamos a tomar desayuno. Sentados en la mesa el Jaime quedó en diagonal de mí, menos mal.

-Edgar, pásame un pan porfa. –Aunque el rojo estaba más cerca del pan ni cagando se lo iba a pedir a él. Antes de que el Mafla pudiera tomar el pan, el Jaime se le adelantó y lo tomó para pasármelo.

-Ahí tení pan, tómalo. –Tan amable el culiao. Lo tomé sin mirarle. De un momento a otro el ambiente en la mesa cambió, estábamos un poco serios y tensos.

-¿Pasó algo anoche cuando nos fuimos a acostar? –Preguntó el Naiko sacándonos a todos de nuestros pensamientos.

-¿Algo cómo qué? –Respondió un poco irritado el Jaime.

-No sé, pregunto yo. –No entendía muy bien la sonrisa del Naiko pero el Jaime se anduvo enojando. Luego del desayuno el Edgar levantó los platos y el Naiko los lavó. Mientras estaban en esas me senté en el living y prendí la tele. No sé en qué parte de la casa estaba el Jaime pero el muy agüeonao dejó su celular en el living. Lo miré por varios segundos hasta que me decidí tomarlo, a esta altura del partido tenía que sí o sí leer los mensajes que se mandaron con el Naiko ayer.

-Y seguí con tu güeá. –La voz del Jaime hizo que saltara en el sillón. Me quitó bruscamente el celular de las manos. Yo por mi parte me quedé quietecito y en silencio, después de todo me habían pillado con las manos en la masa. Escuché como el ruliento subía al segundo piso, eso me tranquilizó un poco, estaba demasiado tenso y nervioso.

-Oigan, con el Naiko vamos a comprar para el almuerzo, ¿quieren algo en especial? –Dijo el Edgar desde el umbral de la puerta.

-¡Quiero unas chelas! –Gritó el Jaime desde el segundo piso.

-Tráiganme sushi. –No me respondieron nada y se marcharon. Volví a ponerme nervioso, estábamos solos en la casa, bueno, él estaba arriba y yo abajo... Quiero decir, él estaba en el segundo piso y yo en el primero. Me quedé sentado en el sillón sin mover ningún músculo deseando que los chiquillos llegaran pronto hasta que sentí unos pasos detrás de mí.

-Oye Nico.

-Qué.

-Lo de ayer fue porque estaba curao. –Cuando comenzó la frase se me vino a la mente los labios del Jaime pero cuando terminó la frase mi mente se quedó en blanco, ¿qué tenía que responderle yo hora?

-Te creo, ayer tomamos caleta. –No le veía la cara, él estaba detrás de mí pero era mejor así, no quería que viera la cara que tenía al hablar.

-Sí, así que... ¿todo normal? –No.

-Sí, todo normal.


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Pues... Hola. Lo sé, soy la peor y no tengo excusa por no haber actualizado en meses, MESES. Gracias a todos los que leen este fanfic todo gay y fleto. Se vienen los exámenes de final de semestre y los que están en la media, se vienen las coef. 2, ¡Ánimo!  Cuídensela , los tkm♥

El patrón del celu (Jainico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora