Aquel abril calído

Sin ti

  "Deseo dejar de amarte, pero me es imposible, tan condenadamente imposible. En las noches imagino que estás a mi lado, que me abrazas por la cintura mientras besas la cima de mi cabeza. "Buenas noches, princesa" Dirías con aquello que ingenuamente confundí con amor. Yo cerraría los ojos con una media sonrisa en mis labios, mientras te susurraría un sentido "te amo". A cada lugar que voy, inconscientemente te busco con la mirada. A veces me sorprendo al creer que te encuentras allí, sentado en la mesa de al lado o saliendo de la tienda del frente. Pero luego me doy cuenta de que es solo una agridulce ilusión. Admito que mientras me pierdo en esos libros de amor, aún sigo teniendo tu imagen en mi cabeza, al imaginar el héroe en cada página. Siguen siendo tus ojos del color del cielo y sonrisa de niño travieso los que se encuentran en el rostro del protagonista de cada historia, mi historia. No puedo hacerme comprender que tú ya no eres el héroe, nunca lo fuiste realmente. Podría decir que eras el villano camuflado, pero entonces yo sería una de esas protagonistas tontas a las que engañan sin resistencia, y probablemente sea el caso. ¿Puedes creer qué aún preparo café para dos? ¿Qué al ir al supermercado, compro galletas de limón, esas que solo te gustan a tí? Me pregunto si lo hago adrede, o tal vez es mi corazón que aún no comprende que tú ya no eres parte de mi vida. Es tan complicado seguir con mi camino dejando el pasado atrás, aceptar que tú ya no eres parte de mi presente, que jamás tendremos un futuro juntos. ¿Recuerdas esas notitas que te dejaba en el escritorio con un "te amo, por siempre"? ¿Esas en las que dibujaba un corazón al final de tu nombre? Las sigo escribiendo, pero ya tú no las lees. Triste y amarga realidad. Tonta de mí, lo sé, pero me es tan difícil cortar tan abruptamente con todo lo relacionado a tí. Solo mantengo la esperanza de que algún día esas palabras ya no reflejarán la verdad, que éste sentimiento tan fuerte desaparecerá junto a todas las ilusiones y sueños que tú me has obligado a enterrar. Extraño esa seguridad que únicamente encontraba en tus brazos, extraño esa sonrisa que se dibujaba en tus labios al terminar de besarnos, extraño el roce de nuestros cuerpos al dejarnos llevar por la pasión. Pero no te confundas, no te extraño a ti, extraño a la persona que me hiciste creer que eras, todo aquello que me hacías sentir, los momentos en donde creía que tu amor era real. Si tan solo me hubieras advertido que ésto era un juego, que ganaba el que mejor fingía. Tal vez así yo me hubiera esforzado por fingir que no me estaba enamorando, hacerte creer que no estaba cayendo en tus redes. Quizás así tú te hubieras rendido, no hubieras conseguido romper mi corazón. Pero felicidades, has ganado, y con honores. Me duele admitir que aún te amo, ¿Pero qué sentido tiene mentir? Las mentiras se te daban bien a ti, y yo ya estoy cansada de ellas. Te amo, y tal vez jamás lo deje de hacer, por más que lo anhele con todas mis fuerzas. Sin embargo, ésto no significa que quiera estar contigo, incluso cuando las lágrimas se escapen al pensar en lo que tuvimos. No quiero tenerte a mi lado, no ahora que sé todo era un engaño. Prefiero vivir con éste frío en mí, a que tus falsos "te amo" me abracen para calentar mi corazón de manera temporal. Sigues siendo el único hombre que con una sola mirada logra hacerme sonrojar, aquel que con el sonido de su risa alegra mi día. Tus bromas sin sentido todavía son mis favoritas, tus besos aún son los únicos que anhelo. Sigues siendo el protagonista en mis sueños, pero con la diferencia de que ya no me despierto con una sonrisa, ahora las lágrimas son el producto de tu actuación. Quizás sea imposible dejar de sentir ésto por ti, tal vez estoy condenada a vivir con los recuerdos constantes de lo que vivimos, pero de algo estoy segura: Me respeto a mí más de lo que te amo a ti. Por eso mismo quiero que entiendas que por más difícil y duro que sea, estoy mejor sin ti."