Tú y yo... nunca más

7 0 0
                                    


Me tiré gentilmente en mi cama. Las palabras dichas, los momentos vividos, los besos, los abrazos, las peleas. Todo invadía mi memoria cual avalancha. Me sentía triste y al mismo tiempo tranquila. Recordar tantas cosas a tú lado me ponía melancólica, pero no lo suficiente como para arrepentirme de mi decisión.

Muchas personas me dijeron que era lo mejor, otras sencillamente se quedaron calladas. Pero a mí lo último que me importaba era lo que decían los demás. Había terminado con lo nuestro porque ya no te veía feliz a mi lado, y por supuesto, porque yo ya no lo era al tuyo.

Hoy especialmente, me sentía rara. Había dedicado toda mi tarde a leer conversaciones antiguas, y después de terminar con eso, un leve malestar se apodero de mi persona. Anhelaba volver a besarte, volver a abrazarte y volver a decirte lo mucho que te amaba. Sin embargo, sabía que era estúpido pensar de esa manera porque había sido yo quien le había puesto un punto final a esto. Había sido yo quien se decidió a terminar con aquello que nos hacía daño a ambos.

Miré mi celular, y me pregunté que sentiría si me llegase un último mensaje tuyo. También pensé en que podías sentir tú con respecto a nuestra no-relación, ¿También pensarías en mí? ¿Pensarías en alguien más? ¿Habrás olvidado todo? ¿Sentirás que lo que vivimos fue en balde? Suspiré, me limité a acurrucarme y colocarme los auriculares en los oídos. Cuando puse el modo aleatorio y en seguida se reprodujo esa melodía que tanto me recordaba a ti, lloré. Lloré porque recordé que no todo había sido malo. No habríamos durado tanto si todo hubiese sido malo, ¿A qué no?

Tenía miedo de que esta sensación de vacío y esta manera de extrañarte no desaparecieran nunca. No quería que todo se estancara aquí, quería vivir, conocer gente nueva y deshacerme de tu recuerdo. Pero mis intentos por olvidarte hasta ahora eran inútiles. Y no podía decirle a nadie la manera en que me sentía, porque ante los ojos de los demás, yo estaba bien, sin dolor alguno dentro de mí.

Me incorporé, saqué una pequeña cajita de mi armario en donde guardaba todas las cartas que me dabas y me dediqué a leerlas. Me reí, era irónico que ahora aquellas palabras plasmadas en tinta tenían más sentido que hace unos años. Cada oración tomaba otro significado en este momento.

De pronto, me sentí bipolar. No sabía si estaba triste, o en realidad estaba feliz porque no dejé que nuestra relación se deteriorara hasta el grado de que uno odiara al otro. Tenía recuerdos tuyos maravillosos, pero a veces... cómo días como hoy, te extrañaba. Me hacías tanta falta que me preguntaba si nuestra relación hubiese tomado otro rumbo si yo hubiera elegido quedarme a tu lado.

Mis amigos me decían que sólo me había encargado de perder el tiempo a tú lado, pero yo estaba consciente de que no era así... sabía que el tiempo en que estuvimos juntos valió totalmente la pena, sin importar que el final de lo nuestro no había sido del todo bueno, el resto había sido maravilloso.

¿Cometí un error? Quizá lo hice. Quizá debí quedarme a tu lado el resto de mi vida. Pero no pensaba dar ni un paso atrás, las cosas estaban hechas y así se quedarían. Tú y yo... Tú y yo eramos pasado, tú y yo nunca más sufriríamos, nunca más nos besaríamos, nunca más pelearíamos, tú y yo... nunca más.

Lost StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora